I See It in Your Eyes (you'll be alright) {{SuperCorp}}

Capítulo 9

El final de las vacaciones de verano y el primer día de primer grado de Leni llegaron demasiado pronto, y Lena se encontró sentada al borde de la cama de su hija dormida temprano en la mañana del primer día de regreso a la escuela. Culpó a sus hormonas por las lágrimas silenciosas que corrían por su rostro mientras veía a Leni tirada en la cama boca abajo, con la cabeza girada hacia un lado mientras roncaba levemente, pero en el fondo de su mente lo sabía. que sería igual de emocional si no estuviera embarazada.

Fue un momento extraño, se sentía abrumadoramente orgullosa de su pequeña. Ya había llegado tan lejos y se estaba convirtiendo en un pequeño ser humano hermoso, inteligente y de buen corazón, pero también sentía una tristeza dolorosa en el estómago que la hacía sentir extremadamente culpable. Leni estaba creciendo demasiado rápido, se sentía como si fuera ayer cuando Lena estaba despierta toda la noche amamantando a un bebé que lloraba y deseando los días en los que podría dormir toda la noche una vez más, pero ahora se encontró añorando esos momentos. A veces, los días eran extremadamente largos y Leni ponía a prueba la última pizca de paciencia que le quedaba en todo su ser, pero en el gran esquema de las cosas, el tiempo pasaba demasiado rápido y Lena no podía creer lo mucho que todo había pasado. Me doy cuenta  hasta este momento. Los días se sienten como años, y los años se sienten como días.

Después de tomarse unos momentos para ordenar sus pensamientos y secarse la cara con las mangas de la camisa, Lena se levantó de los pies de la cama y se dirigió hacia donde estaba recostada Leni, pasando suavemente una mano por su espalda mientras suavemente pronunció su nombre.

"Oye cariño, es hora de levantarte, llegarás tarde a la escuela". susurró en voz baja, sonriendo cuando la cara de Leni se levantó de la almohada y arrugó los ojos para mirarla. "Ahí estás, buenos días, pequeña".

Lena preparó la ropa de Leni antes de dejarla sola para que se vistiera para el día, se había tomado la mañana libre del trabajo para poder estar allí con Kara para dejarla y estaba muy agradecida por la hora extra que estuvo en la cama esa mañana.

"¿Estás aguantando bien?" Kara preguntó con una sonrisa de complicidad cuando Lena entró en la cocina.

"Es tan abrumador". Lena admitió mientras se subía a uno de los taburetes en la isla. "Ella está creciendo tan rápido, y ahora tenemos otra en camino y siento que estoy perdiendo a mi bebé de alguna manera, sé que suena tonto pero..."

"No suena tonto en absoluto". Kara le aseguró de inmediato. "Cosas como esta te hacen recordar, es parte del ser humano. Una parte de mí todavía siente que acabo de conocer a esa niña linda y tierna con la mamá enojona y estresada que apareció en la puerta de mi salón de clases hace unos años, y la otra parte realmente no puede recordar una vida sin ustedes. Ni quiero hacerlo nunca."

"¿Mami la bebé te está haciendo llorar otra vez?" preguntó Leni cuando apareció en la cocina, sonando completamente exasperada mientras se dirigía hacia Lena y la miraba con curiosidad mientras esperaba una respuesta.

"Una de mis bebés lo esta haciendo definitivamente". Lena se rió mientras se limpiaba rápidamente las lágrimas de la cara antes de ayudar a Leni a subir al taburete a su lado. "Simplemente no puedo creer lo rápido que estás creciendo, aunque estoy llorando de felicidad, lo prometo". Lena acarició su rostro suavemente antes de ponerse de pie y aplaudir. "Está bien, basta de lágrimas, vamos a arreglarte el cabello para que podamos irnos de aquí pronto. No podemos llegar tarde a tu primer día de primer grado".

Se movían por la cocina en un baile bien perfeccionado, las tres estaban acostumbradas a las agitadas mañanas escolares y no tardaron en volver a la rutina después de unos meses de vacaciones de verano. Kara preparó los almuerzos de las tres y los guardó mientras Lena trenzaba el cabello de Leni y se aseguraba de que hubiera desayunado lo suficiente. No tenían mucha prisa, pero Lena realmente no quería llegar tarde al primer día de Leni, así que hicieron todo lo más rápido que pudieron, y en poco tiempo las tres estaban en el automóvil, con sus cinturones de seguridad abrochados y en camino a la escuela.