II. Visitas.

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II. Visitas.

Narración omnisciente:

El director de la escuela se acercó lentamente hacia donde estaba el humo y con un hechizo no verbal hizo que este se fuera dejando ver a un pequeño grupo de personas, estos tosían por el humo dispersado. Entre ellos, un azabache de lentes sobresalió caminando enfrente del director.

—¿Quiénes son ustedes? — Preguntó el director apuntándole con su varita.

—Relájese, señor. — Dijo alzando sus manos en señal de rendición, pero este no bajó la varita.

—Suéltalo...— Dijo una pelirroja apuntando al director con su propia varita en el cuello. —Potter, aléjate. — Ordenó y el azabache le hizo caso. —¿Y bien? — Le preguntó al director, esté bajo la varita lentamente.

—Ya Ginny, suéltalo. — La mencionada se alejó del anciano. —Empecemos otra vez, hola, mucho gusto, soy Harry. — Se presentó el chico alzando su mano, esperando que el anciano estrechara su mano a modo de saludo.

—Hola, tendrían la amabilidad de decirme ¿Quiénes son ustedes? — Preguntó el hombre, más no estrechó la mano.

—No. — Dijo un rubio de cabello corto, atrayendo a su cuerpo a un castaño casi rubio de menor estatura.

—¡Draco, silencio! — Gritó Harry regañando al rubio. —Perdón señor, pero la pregunta deberíamos darla nosotros, estábamos en nuestra escuela cuando todo se volvió oscuro y aparecimos aquí. — Al escuchar aquello, dos gemelos pelirrojos de slytherin empezaron a ver al otro lado tratando de no verse implicados en el tema.

—Disculpen, señoritos, ¿pueden seguirme? — Preguntó el director, los jóvenes asintieron con desconfianza y lo siguieron hasta la oficina del anciano.

Una vez se fueron, los murmullos no esperaron a escucharse, en especial en mesas de hufflepuff y gryffindor. Severus, por otro lado, dejó su lectura de lado en cuanto vio como ciertos gemelos pelirrojos lo miraban con asombro. Pasaron unos minutos para que en el gran comedor de Hogwarts se pueda ver como Severus Prince regañaba a los gemelos Fabian y Gideon Prewett en frente de todos.

—Maldita sea, ¿qué fue lo que hicieron sucios zánganos? — Preguntó mirando mal a los gemelos, los cuales tenían la cabeza baja.

—Solo hicimos lo que decía el libro, pero pensamos que algo salió mal con la poción cuando no pasó nada. — Explicó Fabian escondiéndose detrás de una bandeja, pues no solo él estaba regañándolos, a su lado estaba la hermana de estos con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

—Lo dejamos en el baño de niñas y al parecer explotó. — Siguió, Gideon.

—¿Qué fue lo que dijeron jóvenes Prewett? — Preguntó el maestro de defensas contra las artes oscuras, Tom Ryddle. —Como veo que les gusta el hacer pociones estarán castigados, después de clases se mantendrán una hora ayudando al profesor Slughorn. —

—Si profesor Ryddle. — Ambos bajaron aún más la cabeza.

—Veinte puntos menos por los dos, señorita Prewett vuelva a su mesa. — Con esto último se marchó a la mesa de profesores donde inició una corta conversación con la profesora de transformaciones, Minerva McGonagall.

Con las jóvenes visitas, estos seguían al director yendo a la oficina de este, miraban su alrededor, el sitio se les hacía conocido, casi como su escuela, pero más anticuado y un poco mejor conservado. Al llegar a la estatua de una gárgola, el director dio la contraseña dejando ver una escalera de caracola la cual subieron hasta la oficina.

El encuentro de dos generaciones - Harry Potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora