Unos rápidos y pequeños pasos se escucharon venir por el corredor. Después un golpe, parecía que se había resbalado en la entrada de la sala donde me encontraba con ese monstruo. Un gran portazo vino siguiéndolo, y un niño agitado era el responsable de todo este espectáculo de ruidos.
-¡¡Madre!!!- No pude evitar sentir algo de alivio al oír su voz, ya sabía que se trataba de el nada más escuchar sus pasos, y aunque por ordenes dadas no podía dejar de mirar el suelo, su presencia se hacia mayor en la sala. Yo sabía que el venía a ayudarme.
-Tch... - Mire hacia arriba disimuladamente viendo el rostro de mi madre dirigirse hacia el, parecía muy molesta con todo lo que hacía mi hermano. - Acércate ya Koishi, no me hagas perder el tiempo .- Soltó la mujer, el nombrado se acercó apresuradamente y se arrodillo a mi lado agachando la cabeza, no sin antes mirarme de reojo, una acción que yo imité.
-Tetsu...- Escuche como susurraba mi nombre y le mire. Aunque su rostro no era el más esperado por mi parte, solo con mirar sus ojos me sentía más relajada. Su ojos azules estaban llenos de tristeza al verme, y su cara hecha un desastre por el trabajo forzoso al que le hacía acudir nuestra madre. Con solo ocho años, mi hermano se sacrifica para poder darme algo del dinero que ganaba y comprar alimento, antes de darle lo sobrante a ella.
Queriendo fijarme más en el miré su pelo, cortado por debajo de las orejas, estaba totalmente revuelto y sucio, pero el brillo rubio oscuro de este no desaparecía. Baje mi mirada hasta sus orejas encontrándome con los aros grandes que las decoraban, destacaban su rostro completamente. No pude evitar sentir un aura tranquila al ver su rostro relajarse por un segundo, si el estaba tranquilo, yo también.
Por la parte de mi hermano, yo me debería de ver ridícula. No podía apoyarme completamente para arrodillarme, una de mis manos estaba puesta cubriendo mi cachete, se podía ver la marca roja debajo de esta. Mis ojos llorosos dejaban ver el brillo verde de estos de una manera casi enigmática. Mi hermano siempre dijo que tenía unos ojos especialmente bonitos.
Paro su vista una vez más en mi, y miró a el monstruo que teníamos como madre, comparando mi rostro con el suyo. Ella tenía los mismos ojos verdosos que yo, pero eran más oscuros. Sin brillo. Parecía que su mirada estaba muerta.
- Y bien, ¿Qué has conseguido? Dámelo.- Ante su repentino reclame, con su voz firme y dominante, los dos hermanos nos acomodamos rápidamente mirando con temor al suelo. Quité mi mano de la cara para dejarla en el suelo, dejando ver mi hinchazón en la mejilla. Noté incluso como un hilo de sangre salía de mi oído, cayendo poco a poco por mi rostro.
Koishi hizo un movimiento rápido cogiendo las monedas que tenía en su bolsillo, o mejor dicho, parte de estas. - Aquí madre...- Las dejó delicadamente en su mano cuando esta la extendió, pero su rostro cambió a uno asqueado cuando el niño la miró directamente. Sentía repudio al vernos, y más si era de parte de su hijo, tenía el mismo rostro del hombre que una vez pensó amar. En cambio yo me parecía mucho más a mi madre, a veces tanto que quería arrancarme el pelo.
Ignoró el gesto del niño al sentirse algo removida por dentro, y miró las sucias monedas que limpió seguidamente con su manga para ver como brillaban. - ¿Estás seguro de que esto es todo? - El pobre sintió un escalofrío subir por su espalda al escuchar la amenaza, si lo descubrían sería su perdición y la de su hermana menor.
Lo que no se había dado cuenta ninguno de los dos, es que yo estaba perdida en mis pensamientos agobiada por la gota de sangre que caía por mi rostro. Si ensuciaba el suelo probablemente me mate a guantazos. - No te caigas por favor.- Susurraba para mis adentros. Un pequeño infarto me dio al ver la gota caer, y seguida de esta unas cuantas más, dejando un pequeño charco en el suelo.
Noté la mirada intimidante de mi madre sobre mis hombros, estaba perdida, me iba a matar. Puede que fuese un poco exagerada, pero prefería la muerte a otra paliza de su parte, mis huesos ya no podían aguantar más.
- Tetsu, limpia ese desastre...- Un grito ahogado explotó en mi garganta al escuchar esas palabras. ¿Había sido medianamente amable? No lo sé, me da igual, solo sabía que me había librado de una muy gorda. O eso pensaba. Me enderecé en mi sitio y les di la espalda a los dos. A paso rápido fui hacia la puerta con una cara de alivio, mi mejilla ardía pero eso era lo mínimo. Hasta que sentí su presencia detrás de mi. Me quedé inmóvil y noté su mano alzada sobre mi cabeza, tragué saliva esperando mi destino y tensé mis músculos.
Un fuerte agarrón de pelo me hizo caer hacia atrás y un quejido entre dientes salía de mis labios.
Mi hermano estaba inmóvil viendo la escena, sus ojos no tenían nada más que desesperación en ellos. Su hermana era lo único que le quedaba aparte de la amarga presencia de su madre, y lucharía por darle una vida, no buena ni decente, si no feliz, sabía que no podía llegar a más al ser dos niños pequeños sin mucho que dar al mundo.
- ¡¡¡PARA!!!- Un grito salió de su garganta, fuerte y desesperado. Escuché como las monedas caían. - Aquí esta tu sucio dinero, ¡ahora suéltala!- Mi hermano parecía intentar resultar algo amenazante a mi madre, esta solo lo miró un par de segundos y volvió a dirigir sus ojos a mi, que intentaba zafarme de su agarre con alguna esperanza de hacer que dejase de tirarme del cabello.
Me alzó un poco con su mano agarrada fuertemente a mi cabeza, sentía sus dedos clavarse me como agujas en la frente. -Esto es lo que pasa cuando me desobedecéis, aunque ya deberías de saberlo bien.- Soltó, y me dejo caer de rodillas a un lado suyo. Nada más tocar suelo con mis manos, tome una respiración larga y agitada.
De un momento a otro escuché un paso corto detrás de mi, antes de girarme ya tenía el pie de mi madre en toda la espalda. Me había pateado tan fuerte que le lanzó a la pared de una. No pude ni gritar ante tal golpe que me di contra la pared, caí rendida hacia un lado.
Dejaba que mis ojos se cerrasen, mi boca empezaba a saber a hierro. Lo ultimó que escuché fue un grito de horror de mi hermano llamándome, aunque ya estaba muy lejos de el.
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Prologo completado!!!
Llevo con esta idea desde hace mucho, y cuando digo mucho es que cree a Tetsu en cuarentena. Y ahora han pasado dos años, he conseguido concluir el primer año de universidad casi y necesitaba algo que me mantenga alejada de todo. Iré subiendo más rápido los primeros capítulos estos días, quiero detallar bien toda la historia de esta niña y de todos los personajes que la van a rodear.
También quiero decir que va a haber spoilers, asique por favor si quieres ver el anime tranquilo no leas esta historia.
Por último, muchas gracias si estas leyendo esto, y si cometo algún fallo ortográfico por favor avisarme me sentiré muy agradecida.
Un besote :3
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Todo es por ti ( Genya Shinazugawa x OC)
FanfictionMiraba a las estrellas desconcertada, estaba sentada en esa roca dura y llevaba ya un tiempo sin moverme. -Ojalá este sentimiento no termine por consumirme...- Susurraba en bajo, solo yo podía escucharme a menos que gritara, pero no quería interrump...