Capítulo 3

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Dos semanas pasaron desde ese día en el que Himejima junto con el equipo de cazadores me salvaron. El me estaba enseñando a leer y a escribir poco a poco y yo le agradecía limpiando como podía la finca. No sabía si había gente que lo hacía pero, creo que el se mostraba agradecido aún así. Me sentía mucho más fuerte y mi cuerpo no dolía nada, tenía el recuerdo de mi hermano que me hacia decaer de vez en cuando, pero gracias a vivir aquí me distraía fácilmente y dejaba de lamentarme.

Himejima me preguntaba casi todos los días si me quería hacer cazadora, todavía no tengo una respuesta segura para eso, tenía un sentimiento de querer hacerme más fuerte, pero si me aterraba salir a socializar imagínate a matar demonios...

...

- Himejima-saaaan...- Estaba temblando detrás de el agarrándome a sus prendas, el quería que saliese a conocer a alguien. Intentaba hacer pucheros pero el se negaba a caer en mi trampa.

- Tetsuya no será nada, tienes que ser valiente.- Decía mientras habría la puerta al patio con una mano y me ofrecía la suya. Yo me agarre con fuerza a esta rodeando dos de sus dedos con mis mano, escondiéndome debajo de su haori por el miedo que pasaba. - Solo sígueme, ¿Está bien?-

Hice un ruido que dejo mucho que desear a ser una respuesta. El comenzó a caminar y yo le seguía por detrás mirando sus pasos.

Solo dimos unos pocos pasos más cuando Himejima se atrevió a levantar su haori dejando mi cabeza a la vista. Con mis manos agarrada a la suya me envalentone a subir la vista, mis ojos se cruzaron con la mirada directa de un niño. 

- ¡¡Buenos días!! - Su voz firme me dio tal susto que me volví a esconder detrás del gigante, pero con un pequeño empujón este me llevó enfrente del chico. Ahora le veía con detalle. Su ojos combinaban perfectamente con su pelo color fuego, me le quedé mirando con la boca abierta. Era una cabeza más alto que yo, tal vez fuese de la edad de Koishi, se agachó un poco poniendo sus manos en las rodillas y me miró sonriente. - Tetsu-san, ¿verdad? -Me encogí de hombros al escuchar como me tuteaba.

Asentí todavía incomoda, y le apunté. - ¿Y-y t-...- Intente hablar cuando el gritó de nuevo.

- ¡¡¡Kyojuro Rengoku!!! - Pegue un pequeño salto cuando dijo su nombre. - ¡Himejima-san me ha pedido que te enseñe donde entrenamos y los alrededores de la finca!- Este entendió su mano hacia mi, yo tragué saliva y mire a Himejima. Notaba su mirada encima de mi, expectante a ver que hacia. No quiero decepcionarlo así que...

Mire de nuevo al chico. - Esta bi-bien... - Agarre su mano con pena y este me dio una sonrisa de oreja a oreja antes de tirar de mi para empezar a caminar a paso rápido. Iba unos pasos detrás de el mientras nos alejábamos de Himejima, miré para atrás insegura y vi como este lloraba. - Venga Tetsuya tu puedes, relájate- Susurre en bajo y respiré hondo en un intento de coger fuerzas para llevar el ritmo del muchacho.

Mientras nos dirigíamos a algún lugar que desconocía, no dejaba de mirarle el pelo. ¿Se sentiría como el fuego? Eso es una tontería... Pero no podía dejar de verlo, era realmente especial. - Se nota que es seguro y fuerte, ojalá yo fuese así...- Pensé mientras inflaba los mofletes y seguía mirando su pelo, me daba un poco de envidia.

- ¿Hmm?- Mir hacia atrás dándose cuenta de que le veía fijamente. - ¿Ocurre algo malo?- Me sonrió mientras preguntaba. De repente una vergüenza cubrió mi rostro de rojo al ser descubierta.

- Es que... T-tu pelo...- No podía hablar bien, pero creo que me entendió perfectamente por su reacción. Se paró girándose hacia mi y levantó mi mano que tenía agarrada hasta su cabeza, rozando su pelo.

Todo es por ti ( Genya Shinazugawa x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora