YO AÚN NO DECIDÍ

Era

Un dolor fuerte en el corazón no solo es por desamor, rechazo o perdida de algo importante-son las más frecuentes pero no las únicas-¿Porque duele una mentira tan grande?, si al final todo lo que pasó te abrió los ojos para verlo todo más claro.

Pero la respuesta es fácil, dentro de lo que cabe esa mentira te incluía a ti y siempre te acaba repercutiendo una vez sale a luz. 

Está claro que; no volverás a caer en la misma trampa, pero y si ¿Dejas de sentir?, ¿Cómo vuelves a querer a la persona que le debes la vida?

Crystal

-Señora tiene que firmar aquí- me indica el guardia

Cojo el bolígrafo temblando y escribo mi garabato poniéndole punto final a todo esto. Jonathan y yo tuvimos que andar por el pueblo adelante a recoger papeles de una cosa, papeles de otra... Y así toda la mañana hasta ahora, que nos vamos a mi casa a descansar.

Mientras caminamos el teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo. Era mamá, descuelgo pensando en que me dirá para tener que llamarme

-Crystal

-Si?- contesto algo aturdida

-Se puede saber quien es Samuel, que pasó con ese chico, estas descontrolada, parece que que no te dimos una educación, acostarte con el primero que se te cruza? Te parece normal? Por que a mi desde luego que no, yo no sacrifiqué la vida por ti para esto- mi pecho estaba cada vez más presionado, intentando respirar, respirar, respirar...- Creo que tu padre y yo merecemos una explicación señorita, no nos gusta la idea de tener una hija golfa que lo único que hace es revolcarse con cualquiera, nos parece una falta de respeto hacia nosotros, yo no crié a una put- en ese mismo momento mis pensamientos salieron a luz como un huracán.

-No! No soy una puta que a diferencia de ti sí, y sabes porque? Creo que ni tu ni yo estamos seguras de si hablamos de mismo padre cuando nos referimos a mi familia, es que el vecino te daba lo que mi padre no? Mamá estoy cansada de que me eches cosas en cara, que para empezar porque tu ya no perteneces a mi vida por lo tanto no tienes derecho, ni voto en ella. No te voy a explicar, decir, ni comentar un mínimo detalle de quien es ese chico, porque no te mereces ni el mínimo trato que tenga contigo. Y que sepas que me voy a cambiar de número, no aparezcas más en mi vida, lo hiciste terriblemente mal y no te lo voy a perdonar jamás, me escuchas bien? Jamás, porque yo ni si quiera te importo solo te importa tu ombligo y nada más que tu ombligo, porque primero vas tu y luego tu de nuevo. A mí me duele no tener una madre normal a la cual poder llamar todos los días para poder contarle que me sucede en mi día a día pero no la tengo así que el dolor me lo trago e intento cuidarme lo mejor posible autoeducándome porque mis padres nunca supieron hacer eso, ni eso bien. Adiós Ana, hasta siempre.

Antes de darle al botón de colgar escuché un <<Maleducada, niña mal agradecida>>, Jonathan me estaba mirando con la boca en forma de O mientras intentaba reaccionar. Cuándo por fin pudo articular algo me dijo:

-Ven aquí...

En cuanto rodeé su cuerpo con mis brazos y sentí su calor arropándome me permití el lujo de llorar, de llorar como nunca antes lo había hecho, me cogió en brazos y subió a casa. Se dejó caer en el sofá aún conmigo en brazos; grité, lloré, le arañé, le dí puñetazos en el pecho pero nada, NADA pudo hacer que me sintiera mejor, los sentimientos no llegan a mí y no soy capaz de que el corazón me lata de nuevo.

Ya nada es como ERA.

Nota de la autora:

Espero que os haya gustado tanto como a mí escribirlo. 

El próximo capítulo sabréis como van las cosas con la "Tía Marie" del capítulo "La culpa II"