Fuimos a almorzar al día siguiente, quedamos en encontrarnos en un punto de referencia y caminando mientras conversabamos.
Llegamos a un restaurant al que había querido ir desde hacía un tiempo, supuestamente su sopa de pescado era muy buena y quería saber que tanto.
-¿Que tal está?
-Nada mal...
-Pero...
-Pero creo que puedo hacerla mejor ¿Quieres probar?
-Claro -se acercó abriendo la boca hacia la cuchara que sostenía en el aire, sin quitarme la vista en encima y como que de repente comenzó a hacer calor- está rica, me gustaría probar la que puedes hacer.
-Por supuesto, algún día puedo invitarte a probarla.
-¿En mi casa o en la tuya?
-Sonreí nerviosa- ¿En que área de medicina te especializas?
-Soy cirujana neonatal.
-Wow eres como una súper estrella de la medicina -rió ante mí comentario- hablando de súper estrella ¿Nunca te han dicho que tu voz...?
-¿Se parece a la de Dua Lipa? -terminó mi frase por mí- sí, pero te aseguro que no canto... bueno solo en la ducha y a duras penas, si por cantar cuenta aullar desafinado -reímos las dos- tienes una linda sonrisa.
-Gracias, tú también.
Hablar con ella es tan cómodo y natural como estar con una vieja amiga. Luego de almorzar fuimos por un helado, nos despedimos con un beso en la mejilla, me acompañó hasta la puerta del restaurant y entre con una enorme sonrisa ¿Porque había pospuesto conocerla? ¿A que le tenía tanto miedo?
Todas esas noches llorando por estar sola, corriendo como una fugitiva, odiandola por obligarme a irme y dejar siempre todo atrás ¿Porqué lo había echo? Porqué, si ella es un amor de persona, cálida, me hace sentir bien. Había huido todo este tiempo por miedo a las historias que me habían contado sin haberla conocido antes. ¡Que idiota fui!
Luego de esa cita, nos juntabamos a desyunar, almorzar, cenar o merendar, si tenía que cubrir el bar iba a verme por ahí para que conversaremos mientras preparaba tragos. A medida que pasan los días la tensión por comernos la boca sube, y el miedo absurdo que al parecer había tenido baja.
-Haces una mueca muy linda cuando preparas los tragos concentrada, es algo como así -me imita haciendo lo mismo.
-¿Te estás burlando de mí? -digo tratando de parecer ofendida- se acabaron los tragos para ti esta noche señorita.
-¿Sales muy tarde hoy?
-Noup mi turno termina en una hora.
-¿Dejaras que te acompañe a tu casa?
-¿Y quien te acompañará a ti a tu casa? Aparte donde vivo queda apartado de aquí.
-¿Te preocupas por mí? -me mira coqueta- no tienes que tener miedo soy grande para cuidarme sola.
-¿Eva los doctores no están siempre muy ocupados? ¿Como es que siempre tienes tiempo para vernos?
-Querer es poder y cuando uno quiere, puede. Hay algo que he querido preguntarte hace tiempo...
-Dime -mientras limpio la barra.
-¿Conoces a alguien llamada Alison? -intento disimular pero mi cuerpo se tensa y aparto la mirada.
-Mmm Alison, creo que tuve una compañera en la secundaria o no ella se llamaba Adison ¿Porqué?.
-Es alguien que conocí hace un mucho y llevó un tiempo buscándola ¿De verdad ese nombre no te suena?
-Me coloco muy cerca de ella mirándola frente a frente- No, no me suena -me acerco lo suficiente y tomo del mismo sorbete con el que bebe su trago- soy muy buena haciendo tragos ¿o que? Está delicioso -ella no despega la vista de mis labios y suspira cuando me alejo.
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Me niego a ser tu alma gemela
RomanceLlevo años huyendo de mi alma gemela, pero de alguna manera ella siempre me encuentra. Cansada de huir la espero en Grecia, para saber si viviré una historia de amor o será mi perdición... espero que sea lo primero y que el destino, la vida o la sue...