7. Se siente bien.

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Jack.

Era complicado. Pero no sólo lo era para mi, sino para ambos. Nos mirábamos como si tuviéramos tantas cosas que decirnos, pero aún así, ninguno pretendía ser el primero... Me abaniqué un poco con un pequeño pedazo de cartón que había sobre la mesada, y cerré los ojos, esperando.

Los segundos pasaban lentamente, y el silencio, volvía todo mucho más incómodo que lo normal. Abrí los ojos, sólo para observar a Alex, su posición era la misma que la de apenas unos segundos atras.

Se encontraba sentado en el enorme sillón, con ambas manos entre sus piernas, y su cabello alborotado. Era imposible en ese momento que alguno pudiera disimular. Él me observaba, mientras yo no lo hacía, pero al posar mis ojos en los suyos, estos rápidamente, apuntaban hacia otro lado.

-Entonces... - Dije, en un intento de terminar con ese silencio intimidante que inundaba la habitación.

-¿Entonces qué? - repitió Alexander, sobresaltándose.

-No lo sé -susurré, arrojando sobre la mesa el cartón.

Él posó sus ojos sobre mi, y no los despegó, hasta que me senté sobre la mesada, algo que él detestaba que hiciera, pero aún así, no hizo ningún comentario al respecto.

Le sonreí, pero él no me devolvió el gesto. Su mirada era un misterio... Habían rastros de tristeza, pero a la vez de deseo, lo que la convertía en una mirada confundida. Alex tomó una tapita de gaseosa que yacía frente a él, y comenzó a pasarla de mano en mano, una y otra vez.

No sabía que hacer, ni como reaccionar ante esta situación. Era muy incómodo. Tener a la persona por la cual harías cualquier cosa, frente a tus ojos... Pero no poder musitar ni la más mínima estupidez, por miedo a cagarla completamente. Así se sentía.

-Pues si no piensas hablar al respecto, entonces debo hacerlo yo. -Soltó Alexander, dejando a un lado la tapita de gaseosa, para luego lanzar un suspiro.

Las palabras comenzaron a cruzarse en mi mente, pero él no me dio tiempo a contestarle.

-¿Cuál pretendes que sea mi reacción ante esto? -Musitó seriamente, dejando la carta sobre la mesa. -¿Esperas que corra hacia ti, me deje caer en tus brazos y te diga que este tema no me confunde para nada? ¿que sé qué es exactamente lo que siento?

Su mirada era dura, lo que provocaba que sus palabras, sonaran mucho más intimidantes de lo que en realidad eran.

-No. No busco eso. - Susurré sin poder mirarlo. - Quiero que entiendas lo que significas para mi.

Alexander se quedó en silencio un instante, como si estuviera pensando que hacer, o que decir. Como si todo lo que había pensado en decirme, ya no tuviera sentido... Como si hubiera pasado una barrera que nunca nadie había atravesado antes.

-Creo que no es el momento de hablar. - Dije.

Me bajé de la mesada, y comencé a caminar hacia la escalera.

-Quizá lo mejor, sería que me fuera. - solté, sin poder evitar que el dolor que sentía al decir eso, se marcara en cada palabra.

Alexander se levantó rápidamente del sillón, y se quedó parado durante un instante, dudando de su reacción. Caminó hacia mí lo más rápido que pudo, me arrojó contra la pared, y puso ambos brazos a mis costados, para que no pudiera escaparme.

-¿A dónde piensas ir? - Me dijo, clavando sus oscuros ojos en los míos, lo que provocó que bajara la mirada rápidamente. - Mirame cuando te hablo, dímelo en la puta cara. Dime que eres un cobarde, que lanzas la piedra y escondes la mano.

Something's gotta give [Jalex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora