Something's gotta give [Jalex]

3. Volveremos a encontrarnos.

Alex.

        Había pasado poco más de una semana desde que Jack se había mudado a esta casa. Tal vez lo mejor era no darle mucha importancia a su presencia. Es decir, siempre se me había hecho fácil ignorar a una persona sin motivos aparentes. Pero con él  era simplemente... Distinto.

        No estaba completamente seguro de si las cosas que el hacía eran a propósito, o si realmente no se daba cuenta de que quizá, algo andaba mal. 

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*Flashback*        (5 días atrás)

        Me levanté de la cama un poco sobresaltado debido a la cantidad de ruidos que provenían de alguna parte de la casa, acompañados por un fuerte olor a quemado, que me provocaba nauseas. Abrí la puerta de mi habitación y comencé a toser debido a la humareda. Bajé corriendo las escaleras, mientras me acomodaba la camisa y me caí de culo al suelo al intentar frenar de golpe, cuando me crucé con Jack desnudo casi por completo, con una sartén en la mano que echaba el humo a más no poder.

-Jack. -Dije, poniéndome de pie y sacudiendo mi ropa. Pero no hubo ninguna respuesta de su parte. -Jack. -Repetí. 

Parecía que estaba ignorándome por completo.

-Pues te vas al diablo. -Me retiré de la cocina dando grandes zancadas, para que se diera cuenta de que realmente estaba enojado. 

Creo que a veces, suelo parecer un niño pequeño.

Esperé unos segundos, apoyado en el marco de la puerta del salón principal y observé cada centímetro de la habitación, hasta que por fin había encontrado lo que buscaba. Me acerqué hacia el objeto, lo tomé entre mis manos y comencé a acercarme lentamente y sin hacer ruido, hacia donde se encontraba aquel idiota.
Debía demostrarle de alguna forma, que yo no dejaría que nadie me ignorara.

Me trepé por su espalda rápidamente, sin darle tiempo a reaccionar, y apunté con el extintor hacia la sartén que yacía en la hornalla, bajé la palanca y ambos pudimos ver cómo la cocina se llenaba de una especie de espuma mientras nosotros, debido al susto que le debí  haber provocado, caíamos directamente al frío suelo.

-¿Qué diablos sucede contigo? -Preguntó Jack, sacándose un auricular e inundando el ambiente con su música a un volumen muy alto, no me estaba ignorando. Realmente, no me había oído.

No pude registrar rastros de enojo en su voz, pero sí de indignación. Yo, por mi parte, no pude evitar sonrojarme. Me levanté rápidamente del suelo y sin mirarlo a los ojos, me senté sobre la primer silla de la mesa redonda, que se encontraba justo en el centro de la cocina.

-Has arruinado mis palomitas. - Fue todo lo que dijo, mientras observaba la cocina cubierta del contenido del extintor.

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(3 días atrás)

 Luego de varias horas fuera de mi hogar, por fin había regresado. Todo lo que quería era jugar un poco con la consola de videojuegos. Coloqué la llave que abría la puerta de el salón principal, y subí las escaleras cantando al ritmo de "Running from Lions" Una canción que había escrito semanas atrás.

Al ingresar a la habitación, él estaba ahí. Sentado sobre el puff negro, en bóxer.

Lo observé con disgusto.

-Oye. -Dije, luego de unos minutos, al ver que no había notado mi presencia -¿qué haces?

-Jugando -Respondió, sin quitar la vista de la pantalla y dejando caer en su panza la comida que traía en la boca.