Capitulo VII

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Lloro casi las 2 primeras horas del vuelo, muchos lo miraban pero a el no le importaba solo quería sacar toda la tristeza que llevaba encima, luego por fin se quedo dormido faltaban aun mas de 6 horas de vuelo en su cabeza solo se repetía la imagen del albino con la peli-roja, tampoco podía creer que todo lo que había hecho junto a el fuese una mentira no claro que no podía ser mentira recordaba perfectamente cada palabra dicha por el azabache, cada caricia regalada a su cuerpo, pero entonces que es lo que había sucedido?, esa era la pregunta que no podía abandonar su cabeza, pronto solo se entrego al sueño debía dejar de pensar tanto aun tenia mucho por digerir.

En el hotel las cosas estaban mucho peores, se había desatado una discusión de tamaño desproporcional April (la peli-roja), insistía en que había sido llevada por el albino a su habitación, que ella había bebido mas de la cuenta y el se aprovecho de su estado de ebriedad, ahora debía hacerse cargo de sus actos. Mientras el albino le aseguraba que después del brindis por el nuevo contrato no lograba recordar nada y que estaba seguro que había sido ella quien se había aprovechado de la situación después de todo llevaba años tratando de tener algo con el y siempre la había rechazado y esta no seria la excepción fue entonces que April le grito que habían tenido sexo y ella no se estaba cuidando que si había quedado embarazada tendría que cazarse con ella y hacerse responsable de sus acciones y hay estaba mas claro no podía ser ahora para Gojo esto había sido planeado por April había sido una asquerosa treta y el había caído de forma muy estúpida pero ahora ya no quedaba mas que lamentarse y claro tenia que averiguar que tanto había visto Itadori o si es que April le había dicho algo tomo una ducha rápida se vistió y alisto sus maletas la peli-roja no dejaba de gritarle pero el albino no le tomaba atención lo único en su mente era salir a toda prisa rumbo a recuperar a su peli-rosa salió del hotel en la puerta ya estaba el auto esperando por el mientras iba de camino al aeropuerto llamo para que tuviesen preparado un jet privado necesitaba llegar lo mas pronto y arreglar las cosas con Itadori.

Mientras tanto en otro aeropuerto se anunciaba la llegada del vuelo internacional proveniente desde Inglaterra en la sala de espera estaban su hermano y el azabache esperando al peli-rosa menor este venia descendiendo con cara de haber llorado por 3 días seguidos aun debajo de las gafas que traía se podían apreciar sus ojos hinchados su carita de tristeza cuando vio a su hermano no dudo en dejar caer las maletas y correr a sus brazos allí en ese lugar seguro donde nada podría dañarlo se acurruco entre los brazos de su hermano y dejo salir todo lo que traía dentro que mas que nada era tristeza, decepción, humillación y sentirse un completo idiota por haber creído ingenuamente que un tipo como Gojo Satoru podría haberse fijado en el, en haber pensado que al igual que el quería algo serio, que quería construir una vida juntos todo se había derrumbado en un par de horas. Ahora ya estaba con su hermano nada podría salir mal, abrazo a su amigo y le ayudaron a llevar las maletas hasta los taxis por qué claro el auto aún no lo devolvían pero Sukuna no quiso ocuparlo más esperaría volviese el albino y se lo regresaría de camino a casa Itadori noto que estaban tomando otro rumbo, fue entonces que Sukuna le contó que había vendido la casa y con los ahorros que tenían compro un departamento en el otro extremo de la ciudad, su deber era cuidarlo no había podido protegerlo del daño que le causó el albino pero no sé permitiría que lo encontrará tan fácil otra vez entre él, Megumi y Nobara hicieron todo el cambio de casa y de universidad solo faltaba que fuese a renunciar a su trabajo, tanto tiempo trabajando con ellos debía hacerlo de forma más personal pero ya sería mañana o cuando estuviese más tranquilo llegaron a una linda avenida donde habían muchos cerezos aún en flor era realmente hermoso pero Itadori lo único que quería era meterse en su cama y desaparecer por el resto de su vida o por lo menos hasta que ya no doliese tanto cada vez que pensaba en el albino aunque no quería su hermano y su amigo/cuñado lo obligaron a qué comiera algo antes de desaparecer en su habitación, le pareció un departamento muy hermoso bastante acogedor sentía mucho que por su culpa su hermano hubiese tenido que cambiar tantas cosas en su vida pero a su vez también estaba agradecido. Las horas parecían eternas marcaba una y otra vez el celular de Itadori siempre obtenía la misma respuesta directo al buzón, marco al fijo de la casa y tampoco conectaba, definitivamente estaban evitando hablar con él y eso solo confirmaba que el peli-rosa había visto todo, maldecia una y mil veces haberse separado de él y hacerle caso a los productores ya no podía seguir lamentándose solo le quedaba una opción debía jugarse el todo por el todo, miro el sobre en su mano era su única oportunidad. En una oficina sonreía April esta vez no podría escapar estuvo tras sus pasos por más de 5 años y al fin había logrado meterse en la cama con Gojo claro ella sabía muy bien que había pasado y que no pero eso el albino jamás lo sabría de eso se encargaría ella, igual que de aquel pequeño peli-rosa que había estado al lado de Gojo. Apenas aterrizó quería ir a ver al peli-rosa pero era demasiado tarde esperaría que amaneciera para aquello, subió a su auto y manejo hasta su casa siguió tratando de comunicarse por teléfono pero sus esfuerzos fueron en vano, muy a su pesar decidió ir a dormir sabía que tal vez sería en vano y que no podría pegar un ojo esa noche o lo que quedaba de ella se derrumbó en su cama y recordó la advertencia de Sukuna definitivamente la había cagado en grande. El sol entraba por las ventanas dejando pasar leves rayos por entre las cortinas, la habitación estaba envuelta en un exquisito aroma seguro era el desayuno se levantó perezosamente de la cama paso por el baño y bajo a desayunar allí ya estaba su hermano, tomo asiento en la mesa que estaba a un lado de la cocina y su hermano le extendió una taza de café, un plato con huevos y tocino y tostadas no dijeron mucho mientras transcurría el desayuno Itadori le informo que iría ese mismo día a la cafetería y Sukuna le dijo que el debía atender unos pendiente entre ellos devolver el auto, ambos salieron del departamento uno con rumbo a la cafetería y el otro a ajustar cuentas con cierto albino, Itadori iba perdido en sus pensamientos cuando metió las manos a sus bolsillos allí en su pantalón encontró la tarjeta que le dió aquel hombre al término del desfile dudo un poco pero después de unos segundos marco el número sonó varias veces el timbre hasta que del otro lado de la línea se escuchó un hola, no sabía cómo comenzar así que solo le dijo que era Itadori el chico peli-rosa del desfile, pronto se escuchó como recordaba quien era se presentó formalmente ya que solo habían intercambiado un par de palabras.

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