Nathalia
Lo primero que hago es tomar su mano y seguirla. Al entrar al lugar lo primero que me recibe es una total oscuridad.
—¿Y para bailar necesita estar el lugar como para un ritual?— pregunto mientras doy un leve apretón a su mano.
—¿Tienes miedo?— dice con un deje de diversión en su vos, no me da chance de responder ya que siento que suelta mi mano.
—So...— mi frase queda a medias porque mis ojos son cegados por la luz que ilumina todo el lugar de repente.
Lo primero que mis ojos captan es que estoy en un gran salón, inmenso. Hay una barra de madera las cuales simplemente he visto en la tele, de esas que se usan para el ballet. Más haya de la barra, frente a mí, hay un espejo enorme, de piso a techo. Mi reflejo se ve diminuto comparado al tamaño del espejo. Giro sobre mi propio eje, viendo todo a mi alrededor, veo tutus, colchonetas, medias y una que otra punta.
—Espera aquí— dice Sofía mientras empieza a subirse un poco el vestido-,ya regreso.
Observo como su silueta se pierde por una puerta al fondo hacia mi izquierda.
En mi vida había entrado a un lugar como este.
X2
Recorro todo lo que el lugar me permite, en una esquina veo unos cojines en el suelo, unas bancas y mantas. Me dirijo hacia ese lugar y desabotono los botones del saco, también los principales de la camisa y me aflojo la corbata antes de tumbarme sobre las bancas.
Desordeno un poco mi pelo y saco mi celular—diez y veintidós—de la noche.
Una melodía empieza a sonar a través de los parlantes , los cuales desconocía de su existencia. La melodía es suave, la cual reconozco como Solas de Jamie Duffy.
—Esa melodía es triste— digo cuando Sofía aparece vestida con unas medias que parecen segunda piel, una mini falda negra encima de estas, y una camisa de tirantes, lo cual deja ver por supuesto no lleva ningún tipo de sostén.
—¿Alguna vez te has puesto a pensar en cómo serían los sentimientos, si se representarán mediante un baile?— cuestiona, ignorando completamente mi pregunta.
—No me había puesto a pensar en ello— me sincero mientras giro mi cabeza hacia un costado.
—Bailare esta canción para ti— dice mientras empieza a ponerse de puntas, bajando y subiendo—, y cuando la melodía termine, me dirás que sentimiento he expresado—lleva su pierna derecha hasta el costado de su rostro y me sorprende cuanta flexibilidad tiene—,¿te parece?—. Culmina mientras me da la espalda, y se dirige hacia el centro del salón.
Me cuestiono un poco, ya que todo esto me parece algo nuevo, más no extraño.
—Está bien.
La música se reproduce desde el principio. Veo como empieza a ponerse firme sobre sus pies.
Levanta sus manos, hasta arriba, sobre su cabeza. Se eleva hasta quedarse en puntas otra vez. Empieza a ir hacia uno de sus costados, dando pequeños pasitos. Levanta su pierna derecha hasta la altura de la rodilla, la flexiona hasta que la posa en la rodilla de la pierna izquierda.
Se lanza hasta un lado cayendo en una perfecta punta con su pie derecho. Empieza a correr hacia su derecha, justo en el momento donde la melodía lleva su tiempo más rápido, empieza a dar pasos los cuales reflejan cansancio, posa una de sus mano en su pecho, el cual aprisiona como si le doliera, se mueve de un lado a otro, tambaleándose e intentando no caerse.
Tal como si estuviera en una cuerda floja, de la cual tiene que aferrarse, no importa que suceda.
Da tres vueltas seguidas, estas mismas en puntas. Baja todo su torso, hasta tocarse los pies con las manos, la melodía empieza a bajar, creo que está a punto de terminar, pero en ese preciso instante empieza a sonar Experience de Ludovico Einaudi.
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My Dirty Doll [En Proceso Y Edición]
Storie d'amoreAl parecer el ir a desayunar al restaurante de tu padre después de una buena fiesta saldrá mejor de lo que crees Polos totalmente opuestos. Pero has escuchado el "Los opuestos se atraen" ⚠️Contenido explícito, si lo tuyo son las historias suaves, ab...