Se decidió que el día de partida para Ciudad Santa fuera al día siguiente después de tener tres días para hacer todos los arreglos, contando desde el mismo día en que llegó el mensaje urgente de Sang-je al castillo. Como el castillo iba a quedar vacío en ausencia tanto del rey como de la reina, la partida no podía adelantarse antes de eso.
Como el tiempo era escaso con todos los preparativos que se debían hacer dentro, hubo una gran conmoción con la gente que entraba y salía del castillo. Los sirvientes estaban agitados mientras empacaban ágilmente para el largo viaje que tenían por delante, mientras que los altos funcionarios estaban demasiado ocupados resolviendo asuntos urgentes del estado que requerían autorización urgente desde arriba. Tanto el rey como la reina también estaban muy ocupados, ya que había muchos ajustes que hacer en sus agendas oficiales, ya que todos los asuntos de estado se suspenderían hasta su regreso al castillo.
Eugene le devolvió el documento a su ayudante después de que ella terminó con la revisión.
"Proceda según lo planeado mientras estoy fuera".
"Si su Majestad."
Sandy le respondió a Eugene. Uno de sus tres ayudantes se quedó en el castillo mientras ella viajaba con los otros dos y fue Sandy, quien la había acompañado en el último viaje a la Ciudad Santa, quien se ofreció como voluntaria para quedarse ya que dudaba en estar lejos de casa por razones personales.
“La postergación indefinida de las audiencias programadas es lo que más me da problemas. Asegúrese de priorizar los que están en la parte superior de la lista cuando se reprogramen a mi regreso.
"Me ocuparé de eso, Su Majestad".
No había mucho en la mano de Eugene que requiriera su atención inmediata, ya que aún tenía que administrar oficialmente los asuntos de estado. Entonces, se las había arreglado para llegar al final de sus deberes al mediodía, un día antes de su partida.
Pero en cuanto al rey, las cosas eran bastante diferentes ya que había estado trabajando día y noche durante los últimos dos días sin apenas descansar. Habían pasado días desde la última vez que Eugene había visto su rostro, ya que no había regresado a su dormitorio ni siquiera por las noches. Y al escuchar que apenas tiene tiempo para una comida adecuada, Eugene se molestó con Sang-je por su abrupto llamado tanto como sintió pena por Kasser.
"Qué indignante de su parte convocar a un rey en tan poco tiempo cuando incluso un viajero humilde necesita tiempo para hacer arreglos antes de emprender un viaje".
Sin embargo, sus pensamientos, había algo en lo que claramente estaba equivocada. Fue solo a ella a quien Sang-je realmente había convocado en primer lugar. Eugene no tenía idea de que era Kasser quien se esforzaba como un caballo sin riendas.
Cuando Eugene estaba a punto de pasar por su estudio ya que todavía tenía mucho tiempo libre antes de la partida, un sirviente se acercó a ella con un mensaje.
"Su Majestad, su sirviente acaba de traer un mensaje del Conde Oscar".
Eugene desdobló el mensaje de Charlotte cuando se la entregaron. Contenía la solicitud de audiencia de Charlotte con respecto a su viaje a Holy City.
Dos días antes de hoy, Eugene había enviado seis invitaciones y, aparte de una dama cuyo hijo sufría de fiebre alta, los otros cinco habían acordado irse con ella a Holy City.
Como hubo procedimientos tediosos para organizar las audiencias en el palacio, han estado intercambiando mensajes entre ellos a través de sus propios sirvientes. Entonces, Eugene nunca se ha reunido con ninguna de las damas desde su última reunión.
