El anciano se estremeció ante la palabra 'Anika' mientras apretaba la boca con fuerza. Como ciudadano de la Ciudad Santa, el tema de Sang-je se consideraba un tabú. Estaba estrictamente prohibido criticar o condenar a Sang-je, quien sirvió a la voluntad de Dios, bajo cualquier circunstancia.
Lo mismo ocurrió con Anika, ya que se consideró que su presencia estaba vinculada a la voluntad del dios.
"¿Por qué preguntas tal cosa?"
“Creo que te he dicho que mi tía solía vivir en algún lugar cerca de aquí en ese momento específico del período. Y escuché de pasada que un incidente relacionado con Anika, que había causado una gran conmoción, había tenido lugar más o menos al mismo tiempo. Entonces, me preguntaba si tal vez podría ayudarme a encontrar a mi tía”.
El hombre había convencido astutamente al anciano con sus hábiles palabras y logró aliviar por completo la vigilancia despertada. De mala gana, el anciano volvió a abrir la boca cuando el hombre le ofreció una buena cantidad de compensación.
"Vamos a ver. ¿Hace veinte años? Umm... entonces no debería haber nada más que este incidente. El nacimiento de dos Anikas.”
“Creo que es algo que sucedió unos años después del nacimiento de dos Anikas”.
“Unos años después de eso…”
Después de un momento de contemplación, el anciano murmuró para sí mismo en voz baja.
'¿Será por eso entonces?'.
“¿Recuerdas lo que pasó? Por lo que he oído, dijeron que el incidente había causado un gran revuelo en la ciudad".
“Umm, en verdad tienes razón. Toda la Ciudad Santa estaba prácticamente patas arriba cuando alguien o un grupo de locos habían secuestrado a dos Anikas".
"¿Realmente? ¿Ambos?"
“No recuerdo bien si fueron los dos o solo uno de ellos. Sin embargo, seguramente causó una gran conmoción ya que los caballeros habían comenzado a buscar por toda la ciudad a los secuestradores. Incluso llegaron hasta aquí y registraron cada rincón y grieta de la calle”.
"Entonces, ¿las Anikas secuestradas regresaron a salvo a sus hogares?"
“Apuesto a que lo hicieron. Si no, ya no estarían vivos. Nunca escuché nada acerca de que uno de ellos estuviera muerto después de eso”.
El anciano no parecía saber mucho de sus detalles. Sin embargo, con todas las pistas que reunió hasta ahora, el hombre ahora tenía una mejor idea de cómo investigará más a fondo el incidente.
De hecho, el hombre era el informante contratado por Rodrigo. Comenzó a realizar una investigación secreta mientras viajaba de un lugar a otro, siendo extremadamente cauteloso para no despertar sospechas.
***
Como todos los ciudadanos de la Ciudad Santa eran considerados completamente iguales ante la ley y Sang-je, no había títulos específicos que insinuaran la jerarquía de la sociedad, como plebeyo y nobles.
Sin embargo, el sistema de jerarquía aún prevalecía en la Ciudad Santa. Entonces, aquellos que eran ricos, junto con aquellos que tenían un alto poder de influencia en la sociedad, habían creado un círculo social que estaba estrictamente limitado a los de su propia clase. Y entre todos los miembros privilegiados del círculo, solo un puñado de ellos provenía de las prestigiosas familias de la Ciudad Santa.
Estas familias de renombre eran conocidas por sus ricas historias y el nombre en sí implicaba su posición predominante en la Ciudad Santa.
Por ejemplo, de todos los eruditos que lograron logros notables a lo largo de la historia, muchos de ellos provienen de la familia Ditheo. Sus habilidades intelectuales deben venir de familia, ya que muchos de sus descendientes también se destacaron en el mundo académico. Como resultado, el nombre 'Ditheo' era ahora una frase común utilizada por la gente de la Ciudad Santa para describir a alguien con una mente brillante.
