Las sombras de la muerte

La tercera hermana.

"Entonces el plan está hecho", dijo Narcissa después de planificar lo que sucedería el día en que su sobrino y la sucia mestiza se fueran con la traidora de sangre de Andrómeda.

"Está bien, tan solo espero y todo salga según lo planeado, no tengo ganas de tener problemas con los Aurores en este momento", dijo Harry.

"Descuida, mi Señor, Bella hará todo lo posible para que no te suceda nada", aseguro Bellatrix quien estaba sentada en el regazo de Harry ella aún no se vestía.

"Ahora puedes aparecer siempre que quieras aquí, Cissa", dijo Harry quien masajeaba el muslo de Bellatrix, la bruja mayor estaba apoyada contra el pecho de Harry ronroneando como gato y moliendo sus caderas contra la protuberancia de Harry.

"Bien, vendré aquí en un par de días", dijo Narcissa mirando con envida a su hermana quien frotaba su trasero en el regazo de su sobrino. "Por favor no te folles a mi hermana con mucha frecuencia, no quiero ver a una pequeña Bellatrix corriendo por allí."

El pensamiento estremeció a Harry, la mera idea de ver una pequeña Bellatrix haciendo destrozos y gritando por todo Hogwarts lo asusto. "Bella no es tan irresponsable, Cissa", Bellatrix dijo haciendo un puchero.

"De cualquier manera, ambos tengan cuidado con la Auror Tonks", advirtió Narcissa con disgusto al nombrar el apellido Tonks. "'Por lo que nos ha dicho, Bella. La hija de Andrómeda está al acecho de ella y está siguiendo tus pasos, mi Señor."

"Estaremos bien, Cissa", aseguro Harry, queriendo tranquilizar a la mujer.

Narcissa soltó un suspiro y trato de tranquilizarse. "Bien, de cualquier manera, yo seguiré investigando sobre los asuntos de las propiedades Potter y sobre el asunto en el Wizengamot y con el oro que has estado ganando gracias a vender veneno de basilisco en el mercado negro. Puedo hacer arreglos para renovar Potter Manor", declaro Narcissa y Harry soltó una sonrisa.

Cuidadosamente, el joven Potter quien estaba acariciando los muslos de Bellatrix bajo a la hermosa bruja del regazo de este, la belleza de cabello cuervo hizo puchero de molestia por bajarse de su asiento. "Eres asombrosa, Cissa", confeso Harry abrazando a la mujer haciéndola sonrojar, las manos de Harry descansando en las caderas de Narcissa.

"Ni lo menciones, mi Señor", dijo Narcissa sonrojada.

El joven Potter sonrió ante eso y beso los labios de Narcissa, después de más besos, Narcissa finalmente se marchó de la cámara de Harry, dejando a Bellatrix y a Harry solos.

Harry sonrió ampliamente y se volvió hacia su desquiciada tía." todavía tenemos un par de horas hasta que tenga que subir", dijo Harry con voz ronca.

Bellatrix tan solo soltó una sonrisa traviesa, que apretó los pantalones Harry. El joven Potter se acercó a la cama y se arrodillo frente a Bellatrix y este hundió su cabeza entre los muslos la mujer. "¡Oh, mi Señor!", gimió Bellatrix cuando la lengua de Harry toco sus suaves labios húmedos. Las ásperas manos de Harry apretando las carnosas caderas de Bellatrix dejando marcas en ellas.

Harry devoro el coño de Bellatrix, su lengua iba de arriba y abajo, su boca succionando y mordiendo el clítoris hinchado de Bellatrix. Provocando gritos de dolor y placer de la desquiciada bruja.

"¡Sí!, ¡mi Señor, castiga a la pequeña Bella!", grito Bellatrix quien se abofeteaba las tetas y comenzó a liberando chorros de coño y empapando el rostro de Harry.

Bellatrix temblaba incontrolablemente, sus largas piernas descansaban en los hombros de Harry y sus lindos pies trazaban la ancha espalda de este.

"Haz sido una bruja mala, ¿No es así?", gruño Harry limpiándose la crema del coño de Bellatrix.