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― Mis uñas son un asco... ¡puaj! ―murmuró Shen Jiu intentando limarse las uñas visiblemente mordidas y astilladas.

Al ver que no podía hacer nada por ellas lo dejó, ocultando las manos con las mangas de la túnica. Estas eran de un elegante color como el té verde. Shen Jiu siempre olió como al té verde y bambú. Una ventolera azotó los altos culmos remeciéndoles con violencia, doblando sus tallos, pero sin llegar a romperlos. De las ramas se desprendieron algunas hojas que volaron en la brisa, una deliciosa fragancia a bambú inundó los pulmones de Shen Jiu.

«Shen Yuan olía a bambú...», suspiró recordando cuando lo sostenía entre sus brazos, envuelto en una mantita color verde pálido. Le gustaba olfatearle la cabecita, sentarse en un diván muy acolchado o en un nido de mantas y cojines en el césped a tomar el sol, mientras amamantaba a su pequeño niño.

«Siempre tan callado...». Cuando nació Shen Yuan no lloró, eso aterró a Shen Jiu. Casi le arrancó un brazo a Mu Qing quien intentó azotarle la nalga al bebé para que llorara. Lo tuvo contra su pecho y le rogó por llorar, entonces al verle bien se dio cuenta que tenía los ojos abiertos; tan verdes como los de Shen Jiu.

Se limpió una lágrima que corrió por su mejilla. «Las perras no lloran», se dijo así mismo sacudiendo la cabeza, caminó por los adoquines de piedra hasta llegar a las salas de clases. Estas aún estaban vacías, los discípulos entrenaban el cuerpo las primeras tres cuartas horas de la mañana. Caminó entre los pupitres, observando los garabatos dibujados con algo puntiagudos sobre la mesa de estos. Estaban viejos, pero aún funcionaban perfectamente.

Antes de seguir hacia adelante la pantalla se desplegó.

[ELIJA UNA OPCIÓN]

[GUQIN] [DIZI] [ERHU]

«¿Y esto por qué?», preguntó.

[EL PICO QING JING SE ENSEÑAN LAS CUATRO ARTES QIN QI SHU HUA: DOMINIO , EL QI JUEGO DE ESTRATEGIA, EL SHU ​​Y EL HUA

«Entonces, debería elegir el Guqin», pensó sin más.

[DEBES ELEGIR UNA OPCIÓN]

«¿Por qué debo elegir una opción si el Pico Qing Jing enseña Guqin?», razonó levantando una ceja y apoyando todo el peso de su cuerpo contra uno de sus pies. «Espera, ¿qué instrumento tocaba Shen QingQiu?».

[GUQIN]

«¿Entonces qué mierda?», resopló desplegando el abanico y moviéndolo rápido y sin gracia. Entonces, se le ocurrió algo. «¿Puedo elegir uno y comprar las otras habilidades?». Podría ser un maestro versado en la música.

[PUEDES. TUS PUNTOS SE REDUCIRAN A LA MITAD]

«Ni de chiste. ¡Bien! Elijo el Guqin». Fue raro, Shen Jiu no tenía como explicarlo. Los tres instrumentos estaban apoyados contra la pared, frente a él, el guqin; estaba seguro de que tomarlo sabría como tocarlo.

Miró por la ventana, hacia un buen tiempo y el trino de un zorzal alirrojo captó la atención de Shen Jiu al alfeizar de la ventana. Había dejado una semilla encima de la madera ajada, voló encima de la hierba alta volviendo a aterrizar en el mismo lugar, esta vez, cargando en el diminuto pico una rama.

― ¿Me traes buenos augurios? ―preguntó Shen Jiu al zorzal.

La avecilla solo trino antes de desaparecer nuevamente. «Debo estar demente para hablar con un ave», bufó Shen Jiu tomando el guqin. Era pesado, pero tanto como la espada Xiu Ya que le fue imposible de alzar.

Sistema de Redención del Villano Escoria TransmigradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora