Desperté con un calor insoportable, al abrir mis ojos me percato que tengo un intruso a un lado de mi. Luca mi hermano menor de tan solo cuatro años de edad, es el niño más tierno que eh conocido jamas. En fin, me pare de la cama tratando de no despertar a Luca cosa que logre con éxito, entre al baño a cepillar mis dientes y lavar mi cara. Hoy domingo no hay mucho que hacer, usualmente papá nos lleva a comer fuera, mientras tanto vuelvo a la cama para tratar de dormir de nuevo, es domingo no me jueguen. Vuelvo a despertar de una forma nada linda, Luca esta saltando sobre mi como si yo fuera un trampolín.
— ¡Vamos Atenea despierta! — Dice aún brincando sobre mi y sonriendo enormemente. —Ya es tarde, papá dijo que iríamos a comer y tú sigues acostada. — se queja.
—Ya basta Luca me estas lastimando —. En cuanto respondí y paró en seco.
—Perdóname Nea no fue mi intensión dañarte — Me miro con sus ojos cristalizados y haciendo un leve puchero.
— No no Luca no llores, solo no lo vuelvas a hacer. —Respondo mientras le doy un beso en la frente.
Ambos nos abrazamos y salimos de la cama para ir directo a la ducha, espere que Luca terminara su baño para ayudarlo a cambiarse, cuando terminamos fue mi turno de poder ducharme y arreglarme. Al terminar bajo a la sala y ahí estaba mi padre sentado junto a Lucas viendo Buscando a Nemo, literalmente tiene una gran obsesión con esa película.
— Que bueno que bajas hija, estaba por subir a hablarte — suspiró — Luca ya tiene hambre.—
—Ya estoy aquí así que podemos irnos antes de que se empiece a quejar de nuevo.—
Apague el televisor y tome a Luca de la mano para así llevarlo hasta el auto de papá. Ayude a Luca a subir al auto y a poder abrochar el cinturón de la silla especial para niños. Yo por mi parte me acomode de copiloto a un lado de mi padre, mientras me encargaba de poner música papá conducía. Al llegar al restaurante pedimos cada quien su respectivo platillo excepto por Luca ya que yo fui la que me encargue de pedirle su comida.
—Atenea en lo que esperamos la comida quiero comentarte que tendré que salir de nuevo del país por motivos de trabajo.—
— ¿De nuevo? — Pregunto mientras miro a mi hermano de reojo.
— Si de nuevo, estamos en una muy buena racha en la empresa, nos estamos expandiendo y eso trae mejores ganancias y nos posiciona como una de las mejores empresas. Pero bueno ya sabes como son estos viajes de rápidos, no tardare mas de una semana fuera, así que como siempre tienes a Luca a tu cargo, ¿tienes problema Nea?.—
— Para nada pá, solo no me gusta que nos dejes a ambos solos aunque sea por corto tiempo.—
— Lo se Nea pero solo sera una semana, en los próximos viajes tratare de llevarlos conmigo. — dice sonriendo y tomando mi mano.
— Esta bien papi, mientras nos traigas algo puedes irte.— responde Luca haciendo ojitos.
Después del comentario que hizo Luca llegaron los platos a la mesa y pudimos comer tranquilamente mientras hablamos cosas triviales. No pedimos postre ya que mi hermano el consentido quiere ver una película mientras comemos helado y eso fue lo que hicimos, pasar el resto del domingo en casa los tres tirados en el sofá, todo tranquilo y familiar justo como me gusta. Al terminarse la película papá se dio cuenta que Luca ya estaba dormido y subió a recostarlo en su habitación. Por mi parte voy subiendo las escaleras mientras reviso mi celular y no me percato que papá va bajando las escaleras.
— Cuidado Nea que si no te hablo te golpeas conmigo. —mención papá en tono divertido.
—Menos mal hablaste y no caí de las escaleras.— suelto una carcajada.
— Ya se que ibas a tu habitación así que descansa, mañana tomo el vuelo por la mañana así que te encargo mucho a tu hermano y cuídense mucho Nea, los amo mucho.— dice mientras me da un abrazo seguido de un beso en la mejilla.
— No tienes que preocuparte por nosotros pá vamos a estar bien, te amo más. Así que ve a descansar por que mañana te espera un largo día. —
Nos despedimos nuevamente con un abrazo y cada uno tomo rumbo a su habitación. Al llegar a mi querida cueva me dispuse a recostarme y mirar mi celular hasta que perdí la conciencia y me quedé profundamente dormida.
Ese fue el último día que vimos a mi padre.
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𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 | 𝐂𝐋
أدب الهواةNunca pensaron encontrar el amor de esa manera.- SERENDIPIA