Narra Elisabeth
Camine por él bosque después de haber tomado mis cosas, buscando la salida de ese lugar.
Después de unos cuantos minutos caminando finalmente encontré una salida y camine un buen rato, mire al cielo, mientras daba una vuelta para entrar a Sina.Después de entrar en Sina y desde hace ya algún rato percibía un aroma raro pero a la vez agradable como a pagina de libro nuevo mezcladas con hierbabuena, que era de mis olores preferidos, pero había otros olores cercanos a ese dulce aroma que no logre distinguir bien.
Camine hasta llegar a la entrada de mi casa donde podía ver a mi madre un poco apurada y con un rostro de preocupación mirando en todas direcciones.
-Elizabeth ¿donde estuviste?, ¿por que no llegaste anoche?, me tenias preocupada- decía mi madre cuando estuve lo suficientemente cerca de ella para que me examinara de pies a cabeza .
-Madre, estoy bien, solo fui a la casa de una compañera a que me orientara en lo académico y en él pueblo- mentí a mi madre para que dejara de interrogarme, una de mis cualidades era mentir, era tan buena que hasta logre hacer una vez que mi profesor se creyera la excusa mas camun del mundo '' mi perro se comió la tarea" inventando una buena historia.
Finalmente mi madre me dejo entrar a la casa diciéndome que me fuera a tomar una ducha y que terminando bajara a tomar él desayuno. Subí las escaleras hasta mi cuarto y comenze a desvestirme para después dirigirme al baño y abrir él agua caliente, abrir un poco la fría, pero no sin antes alistar la tina, y entrar en ella sentarme y pensar en lo que hice.
Mientras pasaba él jabón por mi pecho para bajar al abdomen, recordé la escena de aquel hombre lleno a su alrededor de sangre y su cara con una expresión de miedo y terror y lo peor es que no recordaba nada de lo que había hecho, salí de la bañera enredando una toalla a alrededor de mi cuerpo y otra para secar mi cabello y salí a mi habitación a buscar algo de ropa y bajar a él interrogatorio de mi madre, sus regaños, y sobre todo un sermón de lo que esta bien y lo que no, de que debo llamar para que sepan donde voy a estar y cosas así.
Narra Imelda
Llegamos cerca de un lago donde había un tronco, al que Jacob se acerco y se quedó olfateando un rato rodeando él mismo tronco unas diez veces, por otro lado James se quedo detrás de mi sentado mirando a su hermano con la lengua de fuera, y yo que me había quedado hechada en él suelo luego de la tercera olfateada que Jacob daba a ese tronco.
Jacob se detuvo cuando escucho un sonido proveniente de los arbustos a unos pasos de nosotros, Jacob elevo su cabeza y nosotros nos levantamos a intentar escuchar o ver algo para saber si se trataba de alguna amenaza o no.
Gruñimos los tres al mismo tiempo a la misma dirección y de entre ese grupo de arbustos salio otro lobo un poco mas pequeño que nosotros con ojos azules, un pelaje gris obscuro y una mirada cansada que con trabajo gruñía en nuestra dirección.él lobo retrocedió un par de pasos y comenzó a cambiar volviéndose un hombre anciano de mirada cansada, cabellos plateados por las canas y arrugas en la piel.
-Jóvenes, no se quien son pero les pediré que se retiren- dijo señalando a un árbol que estaba a nuestro lado, seguimos su acción y nos volvimos a nuestra forma humana
-no podemos señor, nosotros...- James se detuvo cuando él anciano camenzo a hablar de nuevo
-ya se, los expulsaron de su manada- dijo caminando hacia nosotros
-¿que? no señor, nuestro alfa nos envió aquí a ...- contesto James serio sin ningún sentimiento de por medio como siempre, pero él hombre volvio a hablar
-si claro todos dicen eso... ¿de que manada son? Supongo que no es ninguna manada local verdad- dijo mirándonos y se detiene a verme a mi- tu eres muy albina, eres de aquella manada pequeña de lobos grises o me equivocó jovensita- dijo sin dejar de mirarme
-pues yo nací en esa manada y fui expulsada hace ya algunos años- dije recordando lo que había sucedido
Flash back
Estaba sentada mirando la ventana de mi habitación mientras cepillaba mi cabello que en ese entonces era una combinación entre castaño y rubio, desde mi ventana podía observar él sol salir desde unas montañas que le daban un efecto asombroso a ese amanecer
-Ime baja de inmediato para que desayunes- decía mi madre desde la cocina que se encontraba a lado de mi recamara.
-ya voy madre!- grite sin despegar la vista de la ventana. Deje mi cepillo a un lado, tome una cachucha (gorra) y salí de mi cuarto dando una vuelta a la derecha pasando por la cocina y finalmente entrando en un comedor pequeño en forma circular con cuatro sillas, tome asiento en la primera silla a mi derecha y me senté en la mesilla de madera y finalmente acomodando mis manos en la mesilla.
-hija no puedo creer que al fin obtendrás a tu loba- dijo con una sonrisa de oreja a oreja
-si, estoy un poco nerviosa madre, me han dicho que puede ser doloroso- dije bajando mis manos de la mesa acomodándolos sujetándose uno del otro sobre mis piernas
- Si hija, será doloroso solo durante los primeros meses o quizás días ya después sera como caminar- dijo sin borrar la sonrisa de su rostro
-Madre...- dije mientras mi madre ponía unos hot cakes (pancake) delante de mi en un plato blanco acomodados con un par de pedazos de plátano sobre de ellos y enzima miel de maple -¿que sucederia..si ...si mi...si mi lo...si mi loba es...es blanca o negra?- dije tomando un tenedor que mi madre había puesto en la mesa, ella volteo a mirarme con unos ojos que reflejaban horror y miedo, acto seguido golpeo la mesa de madera con bastante fuerza como para nockear a un boxeador profesional
-ni si quiera lo mensiones, esos lobos solo traen desgracias al mundo, sería mejor que se extinguieran- dijo mirándome con la misma mirada anterior- ¿ por que preguntas tal cosa nena? - dijo combinando su mirada a una sonrisa
- bueno pues...- dije para segundos mas tarde meterme un trozo del pancake a la boca y acto seguido masticarlo y tragar - últimamente e soñado que estoy cerca de un lago y al asomarme en él una loba blanca de ojos azules se refleja en ella y al mirar al frente una loba negra sobre las montañas al otro lado del lago aulla con fuerza- le comente mientras miraba por la ventana y al regresar mi mirada a mi madre ella tenía la expresión de horror -¿madre?-ella tomo mi brazo derecho y yo la mire directamente a los ojos
-tenemos que ir con el alfa de inmediato- dijo tomando él teléfono inalámbrico y marcando a un número - a Buenos días Beta pinkblood, tengo una emergencia con mi hija de la cual él alfa debe saber- guardo silencio unos minutos y mientras tanto yo continúe comiendo mis pancakes - o esta bien la llevare de inmediato, muchas gracias beta pinkblood- dijo para después soltar él teléfono y ponerlo en su sitio para después dirigirse a mi - tenemos que ir con él alfa - dijo mi madre mientras yo sostenía un pedaso de mi desayuno en él tenedor, soltándolo para ir con mi madre a ver al aautol estaba nerviosa, cuando salimos un auto negro de ventanas polarizadas nos esperaba al otro lado del pequeño jardín que teníamos tapizado de margaritas y algunos rosales. Subimos al auto y para nuestra sorpresa él Beta de nuestra manada se encontraba sentado en un extremo de él auto.
Él trayecto hasta la casa de la manada fue silencioso, pero un silencio que a mi me incomodaba bastante. Finalmente llegamos a una mansión grande con muchas ventanas a su alrededor a si como hombres en cada entrada de la casa y al mirar al beta todos hacían una reverencia en señal de respeto, entrando a la casa un salón grande con cuatro puertas en cada lado, un candelabro en él techo a la mitad de la habitación y alrededor de la puerta imágenes de cada alfa que ha existido en la manada, pero no era tiempo de apreciar la vista, él beta nos hizo una señal para que lo siguiéramos pasando de puerta tras otra y nosotras atrás de él hasta que finalmente llegamos a una puerta grande que abarcaba todo él muro, la misma tenia un color marrón obscuro donde resaltaba él picaporte dorado, él beta toco la puerta dos veces y al interior de la habitacion se escuchaba un pase con una voz segura y seria. Él beta entro y pude observar que hacia una reverencia donde él beta se arrodillaba hasta él suelo y después se levantaba de este y nos indicaba que entráramos y entramos imitando la acción del beta de arrodillarnos hasta él suelo en señal de respeto
- Y bien Tetra que es la emergencia por la que llamaste- dijo serio sin expresar sentimiento alguno mientras se recargaba hacia atrás
-mi Hija Imelda Whitefang dice que ha visto a una loba blanca en sus sueños previa a su transformacion, que es esta noche mi señor-decia mi madre bajando la mirada y hablando alto y claro, él alfa cambio su mirada seria sin sentimiento a una llena de asombro
-Imelda, desde cuanto tienes estos sueños- dijo parándose de su silla y por reflejo baje la mirada
-d..d..de..des...desd..desde hace unos meses señor- dije nerviosa pero con seguridad en mis palabras, el me miro unos momentos
-Imelda, Tetra Whitefang por que nunca me mencionaron esto - dijo volviendo a su silla y recargando peso sobre su escritorio - Imelda, te tengo malas noticias- dijo mirando hacia abajo y después sus ojos cambiaron a los de un lobo sediento de sangre - si tu loba es blanca, tendremos que eliminarte- él brillo de sus ojos me provoco retroceder unos pasos y un brillo apareció en mis ojos como un destello azul .
-m..me..me d..di..disculpo Alfa, madre. Llegare tarde a Clases- dije en un tartamudeo lleno de miedo mientras salia de la habitación y corriendo hacia la salida, entrando en él bosque y finalmente trepando un árbol arrinconandome en un extremo recargandome en él tronco mirando a la nada
- hola- una voz en mi cabeza me saludaba
- eh ¿quien eres?...
------- ლ(́◉◞౪◟◉‵ლ) ----------------
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Bye
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Lupus Sanguis Lunam
WerewolfElizabeth Wilson de Alaska una humana normal o almenos eso pensaba hasta que se mudo a Inglaterra y una extraña transformacion ocurre en su vida la cual la convierte en una loba ..... y no una loba normal sino la loba mas fuerte y poderosa del mun...