Lupus Sanguis Lunam

Capitulo 30

Ya habían pasado un par de horas desde que Eliza había caído en los brazos de la inconsciencia y ella no daba señales de despertar.

Habíamos dejado a Eliza en una habitación en él segundo piso, Imelda y la chica de nombre Sam, fueron a conseguir información de donde encontrar sueros en caso de que se llegara a necesitar.

Mientras que Seilo y Skayler buscaban alcohol y algodón para limpiar sus heridas, y yo bueno pues me quede a su lado, mientras que mi hermana Mavis hacia llamadas a mis padres contando lo ocurrido.

James, merodeaba a los alrededores buscando cualquier signo de amenaza, pues las defensas en este lugar eran muy bajas.

Eliza se veía tan serena mientras dormía, su rostro moreno mestizo se mantenía con una expresión relajada, y sus rosados labios se mantenían entre abiertos, casi se podía escuchar como inhalaba y exhalaba lentamente, Su pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración, su corazón palpitaba despacio como si él tiempo fuera infinito.

-Oye, Romeo- una voz irritada se escuchaba en la entrada de la puerta - no es por interrumpir ni nada, pero los chicos ya llegaron-

James se encontraba en la puerta esperando mi respuesta, le hice una seña como respuesta.

-James, aspiciens Cerbero (busca al cerbero) - una débil voz se escuchaba a mi lado, mi cabeza volteo automáticamente y los labios de Eliza se movían - Bistrita, Rumanía. . . Minnesota, US . . . Perm, Russia-

La voz de Elizabeth se escuchaba cortada, sin embargo,conservaba su todo dulce aunque sus palabras sonaban muy gélidas, ella únicamente movía sus labios y el resto de su cuerpo permanecía inmóvil.

-

Lleva a Imelda- Fue lo ultimo que dijo para volver a su sueño profundo, una nube negra comenzó a rodear la cama dejando un rastro de un cristal obscuro alrededor de ella obligándome a retroceder.

Ambos salimos de la habitación pues él cristal comenzó a propagarse por la habitación, quedándose allí junto con Eliza.

Bajamos a donde se encontraba él resto de los chicos quienes permanecían callados mirando sus pies.

Imelda levanto la mirada parecía perdida en sus pensamientos, no decía nada ni siquiera parpadeaba. Un fugaz resplandor azul apareció en sus ojos y a si como llego se fue.

-Auch- se quejo Imelda en voz baja aunque audible ante nuestro oído.

La mire esperando que nos contara lo que ocurría, y ella dirigió su mirada a James, el la miro con un semblante serio

-¿Es que acaso que no puedo ser una mujer lobo normal?- gruño Imelda dejando caer sus manos con fuerza sobre sus muslos -James, tenemos que buscar al cerbero en Minnesota-

-Y¿ por que yo?- pregunto James molesto

- ah, no lo se, quizás por tu fuerza como guerrero por si esas almas de cerbero se ponen difíciles-

James soltó un gruñido, pero después de que Imelda lo desafiara con la mirada el acepto dando un suspiro molesto.

-Eliza va a estar bien, Jacob, tu ve a Bistrita en Rumania llévate a Sam y Skayler, el resto a Perm en Rusia-

Salimos todos de la "guarida", Imelda se fue junto con Mavis y James hacia el helicóptero para ir a los Estados Unidos, donde Mavis y sus lobos permanecerían en Alaska, y James e Imelda se irían a Minnesota en busca de el alma del cerbero.