Los elementos de la ECM

Naturaleza, Tamara 3.

Vi en los ojos de Sagar que era cierto, al fin y al cabo seguía siendo él, el hecho de que le borraran la memoria no implica que su personalidad cambie ¿No?

- Está bien - Respondí -. Entonces tenemos que ponernos manos a la obra, la ECM querrá recuperaros a Fayna y a ti, por lo que sabemos sois los únicos con poderes.

- Vale, empecemos por Fayna... ¿Cómo es?

- Tiene el pelo hasta los hombros, castaño.

- Bien, ¿Algo más que deba saber?

- Sí, pero no es sobre Fayna -. Había llegado el momento de contárselo, en las fichas del laboratorio ponían más cosas, no solo nuestros datos... ¿Que por qué no se lo dije antes? Porque todavía no entendía lo que significaba... - Los "elementos"... osea nosotros, tenemos conexiones entre nosotros -. Le remangué la manga de la camisa -. ¿Ves el tatuaje?

Se quedó petrificado mirándome, como no decía nada continué hablando -. Bueno, ese tatuaje te lo hizo la ECM, yo tengo uno parecido... El caso es que el tatuaje, en contacto con un elemento, realiza un encuentro con la persona vinculada al elemento.

- No he entendido nada.

Suspiré -. Bien, pondré un ejemplo. Imagínate que quieres hablar conmigo, si tu tatuaje tocara una hoja o algo que tenga que ver con mi elemento... pum. Entrarías en un estado de shock y aparecerías en un lugar que tengas en común conmigo, como esta misma habitación, y allí estaría yo también. Y si fuera a la inversa, si yo te llamara a ti, sin previo aviso aparecerías en el escenario...

- No sé qué decir... ¿Cómo sabes todo esto?

- Bueno... aparecía en nuestras fichas de datos... ¿No lo viste? - Se me quedó mirando fijamente.

- Tamara, en las hojas no ponía nada de eso, ¿Cómo lo sabes?

Respiré hondo, él se merecía saberlo; y si pretendía luchar con él en el mismo bando no le podía ocultar esto, al fin y al cabo es mi pasado...

- Vale, te lo contaré -. Dije -. Digamos que yo llevo algo más de tiempo en la ECM que el resto de vosotros... Me trajeron aquí cuando todavía era pequeña, tendría unos 5 o 6 años...

- ¿Y eso por qué? ¿Tuviste una misión de tan pequeña?

El corazón se me aceleró, "Díselo" Dijo aquella molesta voz de mi mente, pero esta vez tenía razón, tenía que contárselo.

Resulta que... - Me miraba con curiosidad, no se estaría imaginando lo que le iba a responder -. Mi padre es el fundador de la ECM

No era capaz de mirarle a la cara, pero me imaginaba cómo estaría; casi podía ver la sorpresa en su rostro. Esto lo cambiaría todo, me vería como a una traidora... Tal vez pensara que todo era una trampa y que lo que le había contado era mentira... Me armé de valor y lo miré a la cara.

- Esto es una trampa ¿Verdad? -. Me dijo desafiante.

Había pasado, me tomaba por traidora. Pero tenía que convencerlo, y la única manera de hacerlo era diciéndole la verdad.

- Me imagino lo que estarás pensando - Dije temblando - Aunque te parezca mentira, todo lo que te he contado es verdad. Tal vez pienses que soy una impostora, y que estaba planeado que mi experimento saliera mal... pero no es así. No puedo hacer nada para demostrártelo, solo puedo pedirte que me creas... aunque sé que debe de ser difícil.

Me miró a los ojos enfadado

- Necesito pruebas, no te puedo creer así sin más... más bien no sé qué me tengo que creer... Todo lo que sé me lo has contado tú -. Se puso las manos en la frente -. Me gustaría creerte, pero... me resulta difícil, tienes que entenderlo.

Quedamos un rato en silencio después de lo que dijo. Me vino a la mente una idea... una idea que demostraría que no era una impostora, lo que no sabía era si contarlo... al fin y al cabo era mi padre...

- Bueno, la verdad es que... tengo que pensar cómo demostrarte que no soy una impostora, pero hasta entonces te pido que esperes.

Asintió

- Bien, pero no esperes que haga nada que me pidas hasta entonces -. Dijo.

No me decepcionó su respuesta, al fin y al cabo era totalmente normal. Me dolía que no confiara en mí pero no sería justo quejarme, yo hubiera hecho lo mismo.

Nos quedamos en un silencio incómodo, y cuando estaba a punto de decir algo para romper el silencio, Sagar habló.

- Bueno, ¿Puedes salir de mi habitación? Necesito estar solo.

Sin discutir, salí de la habitación.