El infierno en mi interior

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Hola chic@s!! Antes de empezar con el capítulo quiero decir que hoy es un día especial ya que hoy es cumpleaños de mi mejor amiga y también escritora de esta gran novela (Andy) así que también tenemos una sorpresa para ustedes.... YA TENEMOS EL TRAILER DE LA NOVELA! xD estamos felices!! Esperamos que les guste!!

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*Jack*

Desperté con la misma felicidad que tengo desde el día que Laila decidió aceptar casarse conmigo. No puedo describir que tan feliz me siento, y es que lo mejor, no se puede decir en palabras. Me estiré en la cama y después me dirigí a la cocina para prepararme algo de desayunar. Hoy iría a ver a Laila, como hacía casi diario. Y es que no puedo evitarlo, una gran parte de mi desea siempre estar a su lado, aun que eso no será posible hasta que nos casemos. Que por cierto, esperaba y fuera pronto, no podía esperar para estar unidos de todas las maneras posibles.

-Laila, estoy aquí -dije cuando llegué a su árbol-. ¿Dónde estas? Busqué, pero simplemente no la encontré. Me recargue en la ventana y suspire. Esto solía pasar desde que Leila llegó. Laila iba de un lado a otro y nadie sabía donde estaba, pero la entiendo, yo estaría haciendo lo mismo. Después sentí como dos manos me abrazaban por detrás.


-Hola, amor -escuché la dulce voz de Laila en mi oreja, en un ligero susurro. ¿Amor? Ella nunca me llama así, aun que no es como que me moleste.


-¿Desde cuando me dices amor? -pregunté divertido. Me giré lentamente y puse mis manos en su cintura. La sentía un poco más delgada, aun que seguramente han de ser alucinaciones mías.


-Desde que te convertiste eso, en mi amor -me contestó, con una sonrisa que se veía un poco falsa. ¿Qué le pasaba?.

-¿Estás bien, Laila? -ella frunció un poco el ceño y, antes de que pudiera darme cuenta, ella se estaba acercando rápidamente a mi. Y ahí fue cuando me di cuenta, me di cuenta de que no era mi Laila, me di cuenta de que mientras más se acercaba, más furia sentía dentro de mi. Y me di cuenta de que no es Laila, sino Leila. Me alejé rápidamente de ella y la persona que vi, ahora es la realidad, es Laila frente a mi, con una sonrisa perversa en el rostro.

-¿Te sorprende verme, Jack? -esa sonrisa no desaparecía de su rostro. Yo no respondí, ¿por qué debía de hacerlo? Después de todo ella es la que tanto daño le ha hecho a mi chica, y eso no se lo puedo perdonar, porque aun que no he estado con Laila desde el principio de todo, estaré con ella hasta el final. -Vamos, hay que jugar un rato -Leila acercó su mano a mi brazo intentando acariciarlo, pero yo lo aparté rápidamente antes de que eso sucediera.


-¿Qué haces aquí?.


-Vine a hacerle una visita a Laila, pero me di cuenta que ella no esta, así que decidí jugar un poco contigo. Fruncí el ceño. ¿Acaba de decir jugar conmigo? Perdón, pero conmigo nadie juega.


-Entonces ya te puedes ir yendo, yo no voy a jugar contigo. Ella amplió aun más su sonrisa. Después todo pasó muy rápido, Leila se acercó a mi a tanta velocidad que no fui capaz de detenerla, tampoco de alejarme cuando su mano levantó mi camisa de manera que mi tatuaje quedó al descubierto y rasguño este, provocando que soltara un grito de dolor. No fui capaz de luchar contra mi mismo, de manera que el yo interior salió, lo sentía en mi interior y, lo más importante, lo sentía en mis alas. Sentía como las puntas se iban haciendo negras hasta llegar a la mitad. Y lo peor es que no lo podía evitar, quería luchar contra lo que pasaba, pero esto estaba siendo más que yo mismo. Después comenzó a arder mi pecho y espalda, como si tuviera llamas dentro de mi. Me retorcí en el suelo, ya que pensaba que moverme era mejor que estar quieto, lo cual no funcionó mucho, me seguía ardiendo de igual manera y parecía que nunca iba a acabar.


-¿Qué me has hecho? -pregunté en un grito, enfurecido totalmente. 


-Te he devuelto tu propio yo, Jack -contestó caminando a mi al rededor-, no puedes negar que este eres tu. Me retorcí de nuevo en el suelo y pegué puñetazos al suelo debajo de mi. Esto dolía como el infierno, como si el infierno estuviera dentro de ti. 


-Eres una perra -le dije lo que había deseado decirle desde el momento que supe de su existencia. Entonces todo se volvió negro, y mi conciencia se perdió en un agujero negro sin salida.


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Bueno chic@s eso fue todo del capitulo!!! Esperamos les haya gustado!!! Les agradecemos sus votos, comentarios y a los que siempre están ahí para nosotras :*

Pasen la voz y recomiendenos!!! ;D

Buen fin de semana!!!

*A&Y*

Lo que cambió al mundo (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora