Cuando La Lluvia Deja De Caer

Negación

Iba en mi moto de regreso a la mansión, ya a este nivel no me importaba ni mi propia vida solo con tal de terminar ese trabajo. Aunque la verdad al pertenecer a Boten o a ese mundo en realidad es dejar de importarte tu vida y arriesgarte a lo que sea, si estas preparado vives si no lo estas, pagaras tus pecados en el infierno. Como había dicho quien me contrato fue la esposa de ese hombre, el mismo hombre que me hizo perder lo que quedaba de infancia, llevándome a la fuerza al tráfico de mujeres; quería venganza, quería mi libertad

Umei Asajima.

El portón principal estaba abierto dándome la bienvenida por regresar, llegando a la entrada de la mansión junto a la fuente detuve la moto y bajé de ella dejando que cayera al piso de piedra y empecé a caminar a las puertas de la mansión dejándola atrás con la torrencial lluvia que caía.

Un paso antes de abrir las puertas desenvaine la Katana y entre estudiando todo, al parecer con la lluvia no pudieron restaurar la electricidad, los interruptores de la luz estaban en ambas direcciones y no había muestra alguna de haber luz en el lugar. Vi una silueta bajar por las escaleras con las manos arriba dando a saber que venía en son de paz, pero no era momento de confiar en nadie.

- Rainy ¿Cierto? – Afirme la Katana en mis manos – Soy Toshisahira...

- La mano derecha de Asajima, Te recuerdo – Dije admirando la luz reflejada en la parte trasera de la Katana, sin perder de vista a Toshisahira

- No te diré que confíes pero créeme cuando te digo que estoy del lado de la mujer de Asajima – Caminaba hacia mí todavía con las manos en alto – Ella confiaba en que regresarías y me pidió que si lo hacías te mostrara el camino al despacho de Asajima – Se detuvo a un paso de mi Katana, Mire por las escaleras, rincones o lugares donde podría haber alguien escondido pero no había señales de que hubieran más personas que nosotros – Por tu expresión puedo avisarte esto... - Bajo sus manos dejándolas a la vista – Los guardias están cuestionando los pasillos cercanos al despacho y mientras más te acercas más grande se volverá la cantidad pero así como yo, hay personas de acuerdo con la señora y estarán dispuestos a ayudarte si lo necesitas – Afirmo – Yo por mi parte solo puedo Indicarte el camino. – Me hizo una señal dándome la espalda para que lo siguiera.

"¿Cómo puede estar tan seguro de mí?" – Pensé.

Coloque la Katana en mi cintura nuevamente sin soltar el mango de esta mientras extendía mi brazo izquierdo indicándole el camino tras de él para que empezara a caminar; deje que caminara 3 pasos de distancia para estar alerta de cualquier cosa.

🥀...🥀

Cruzaba por el pasillo que daba directo al despacho de Asajima, estaba siendo custodiado por 5 guardias el doblaban mi estatura y musculatura; Un agotamiento emocional se hizo presente en mi de manera inesperada llamando y dando la bienvenida al agotamiento físico, pero con la ayuda de mi subconsciente manejaría el agotamiento emocional y no dejaríamos entrar al agotamiento físico.

- Suspire y entre al pasillo llamando su atención – Caballeros ¿Cómo están? – Hablé con los brazos abiertos y estos voltearon a verme con sonrisas maliciosas – Bueno... ¿Jugamos? – sonreí de lado.

Estaban parados en manera ajedrez 2 delante y 3 detrás, los 2 primeros no parecían ser muy inteligente al quererme atacar de frente con solos sus puños, en casos como ellos se deja claro que solo les funciona una neurona y es la de la fuerza bruta

"Fuerza tienen, pero lo bruto predomina" – Pensé

Estaban tan emocionados en pelear contra mi que no se percataron de analizarme, ante tan poca luz no pudieron detallar el gran forro de la Katana camuflado entre mi traje, además de no tomarse el tiempo para hacerlo, Primer error; desenvaine la Katana con una gran sonrisa en el rostro y dándoles tiempo a retroceder, Su segundo error fue infravalorarme en este mundo por solo ser mujer.