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Salió de casa apurandonse a el carro de sus padres a el cuál entró estando en el asiento trasero, aquel día se había arreglado más de lo habitual, dos colas a los lados, con una camisa de manga larga azul cielo con un overol sobre está, el overol era color amarillo haciendo juego con sus botines.

Formó en sus labios una sonrisa radiante, era su cumpleaños, no tendría por qué estar triste, ¿Verdad?.

Sus padres no tardaron en llegar y así los tres fueron a aquel famoso restaurante "Freddy Fazbear Pizza".

Al llegar todo fueron risas y sonrisas la chica realmente disfrutaba de su cumpleaños aunque en cierto punto dejo que el aburrimiento la consumiera, sus padres estaban ocupados por lo que saco su game boy comenzando a jugar en ella.

— Pequeña. —

Levanto su mirada viendo a aquélla botarga de conejo con alguien dentro, su sonrisa volvió dejando de lado su juego causando que perdiera.

— ¿Si? —

Exclamó con suavidad levantándose de su lugar para guardar el juego en uno de los bolsillos de su overol.

Sígueme

Recitó el conejo antes de comenzar a caminar por los pasillos del restaurante. Aquello hizo que la chica lo siguiera con aquella linda sonrisa en sus labios.

( . . . )

Se detuvieron una vez llegaron a el cuarto donde guardaban a aquellos antiguos animatronicos, era un lugar sombrío que ningún niño querría visitar.

— ¿Q-Que hacemos aquí?, ¿Acaso es una sorpresa?. —

La voz de la chica salió temblorosa al hacer aquellas preguntas hacía el conejo quien se dio la media vuelta sacando una arma punzante de su bolsillo.

Los ojos de la chica se abrieron en muestra de sorpresa y aquello hizo que retrocediera chocando con la puerta totalmente cerrada debido a el conejo quien había planeado todo.

Feliz cumpleaños querida Cassidy —  Canturreo con burlonia acercando se a ella.

En aquel momento la vista de la menor se nublo, sentía un dolor indescriptible en su estómago, sentía como poco a poco la sangre se derramaba sobre las manos de aquella botarga de conejo y sobre su hermoso overol, dejo caer lágrimas dejando salir hilos de voz debido a el rápido movimiento de el adulto.

Cuando sintió que extraían el objeto punzante dejó salir un chillido antes de tambalearse y caer sobre la puerta, por suerte seguía viva, podría escapar sin embargo dejó escapar otro grito al sentir un objeto bastante duro, como un tubo, golpear su cabeza, aquellos golpes se repitieron una y otra vez haciendo que su cuerpo se sintiera débil, se estaba desangrando y pronto moriría.

— ¡Porfavor para!. —

Exclamó la niña ante el adulto con todas sus fuerzas, no podía ver nada, no sentía su cuerpo y estómago dolía. Pudo escuchar las risas del hombre antes de sentir como su cuerpo era perforado por aquella arma punzante nuevamente, así fue hasta su muerte.

( . . . )

— William, has visto a la niña de pelo negro con dos coletas —

Pregunto preocupado aquel joven de lentes viendo a su amigo de la infancia quien en aquel momento limpiaba con un trapo la mesa de uno de los comedores.

— No... No la vi —

Dijo sin más manteniendo su mirada en su trabajo, al escuchar los pasos de su amigo, Henry, irse dibujo una sonrisa desquiciada, disfrutaba recordar los llantos y gritos de la chica a la cuál asesino.

𖡻「𝐿𝑖𝑏𝑒𝑟𝑡𝑎𝑑」𖡻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora