Capítulo 3.

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Te pido que no se vayan, de mí las palomas blancas...

Te pido que no se vayan, de mí las palomas blancas

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Hermosa mentira para un chico ingenuo.

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Al notar la incomodidad en Kaguya, Bell decidió darle su espacio, dejando de hablar y centrándose en comer su Pay de kiwi.

El café por igual sabía muy bueno, pero ciertamente ya no lo disfrutaba tanto como antes, donde el ambiente entre él y Kaguya era agradable.

Con sus bromas e insinuaciones atrevidas, pero agradable.

Ahora mismo sólo se establecía el silencio, con Kaguya observando la superficie de su café que poco a poco se enfriaba.

Incluso Mysty no se acercaba a la mesa, notando la tensión entre los dos.

Finalmente, después de unos minutos más de silencio, Kaguya habló.

-- Gracias... por ser sincero. Lo que dijiste fue... muy lindo.

-- No es algo por lo que debas agradecer.

Ella lo miró, todavía agachando levemente la cabeza, pero con su mirada fija en él. Sus hermosos ojos color amatista eran cautivadores, pero tenían un brillo misterioso en ellos.

Bell decidió que ya era momento de hablar.

-- Entonces, sobre tus sentimientos...

-- Sí, te diré el por qué que estoy contigo.

Parecía haber dejado las bromas y los juegos, su expresión lo decía claramente.

-- Será un poco largo, espero no te aburras — señaló con cierto sarcasmo.

-- No hay forma de que eso pase. Te escucho, Kaguya-san.

Era muy problemático para ella que Bell fuera tan comprensivo en estos momentos, e incluso que le entregara una suave sonrisa mientras la escuchaba.

-- Como ya sabrás, soy de una familia noble en el Lejano Oriente... todo empezó con eso.

Para sorpresa de Bell, los sentimientos de Kaguya se relacionaban con su pasado, pero no dejó que eso lo perturbara y la escuchó atentamente.

-- Soy hija única, mi madre murió después de que yo naciera y mi padre sufrió de esterilidad mental debido a la depresión que tuvo. Ni siquiera con sus concubinas podía engendrar a un heredero que fuera varón.

Hablando de forma neutral, Kaguya soltó palabras delicadas, tan personal o más que eso, sin siquiera tartamudear.

Se mostraba indiferente con el tema, cosa que sorprendió a Bell mas que el tema en sí.

Buscando un recuerdo: Ruta Kaguya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora