Los falsos sentimientos son la base para dar vida a las genuinas emociones del amor.
Kaguya, una hermosa joven en busca de un objetivo, lo aprendió de primera mano cuando intentó usar a cierto chico con apariencia de conejo.
Historia paralela de "...
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"Fue divertido..."
Para Kaguya, que amaba la diversión, la cita había sido perfecta.
Leves momentos de incomodidad, sin embargo, fueron olvidados gracias a las pláticas entretenidas, los comentarios interesantes, las bromas de buen gusto y el excelente ambiente.
Sin duda Bell le había otorgado una gran cita, y era aún más especial ya que era la primera de Kaguya.
Fue similar a acertar el boleto ganador de la lotería en el primer intento. Se ahorró el sabor amargo de una primera vez terminando en fracaso.
"Bueno, ya que se molestó tanto en darme un buen día, supongo que no estaría de mas hacer algo por él..."
Sus pensamientos recorrieron senderos peligrosos, pero a nada de preocuparle, formó una sonrisa y habló hacia el chico que caminaba a su lado.
-- Bell, ¿podemos ir a un último lugar?
-- ¿Eh? Claro, ¿hacia dónde?
La noche ya reinaba los cielos por completo, con la hermosa luna llena en medio del mar de brillantes estrellas.
Bajo la luminiscencia azul pálida de la luna y sus estrellas, Kaguya miró directamente a los ojos de Bell.
El color amatista suave de sus ojos desprendieron un brillo seductor y misterioso.
-- Es una sorpresa, así que ponte esto.
Extendió un paño de color blanco, indiciando que lo usara para cubrir sus ojos.
Bell la miró con una sonrisa nerviosa, mostrando su sorpresa pero también su nerviosismo. Además, sus mejillas estaban sonrojadas.
¿Tal vez había descubierto el plan de Kaguya? No, no era posible.
-- E-Está bien.
-- Fufu, buen chico.
Cuando Bell dio su consentimiento y se cubrió los ojos, Kaguya lo tomó de la mano y comenzó a llevarlo hacia el nuevo e inesperado destino.
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El recorrido al misterioso, desconocido e inesperado nuevo destino se prolongó por varios minutos. Bell era guiado por Kaguya, quien sostenía y jalaba suavemente su mano.
