PARTE 2

128 12 7
                                    

6 PECADOS

PARTE 2

El tiempo corría para los pecados.

Y mientras Nao lidiaba con el complejo de estrella de Reito...

-Los humanos y sus miserables instrucciones-. Kuga refunfuñaba malhumorada, aunque bueno, lo extraño hubiera sido que estuviera de buen humor. -¿¡Tanto les cuesta decirnos donde está el maldito salón!?-.

-Cariño, quizá no debiste quemar el croquis-. Le había prendido fuego porque le enfurecía el dibujito mal hecho. -Ni amenazar al que quiso guiarnos-. A ese lo corrió porque le irritaba su voz, su cabello, su cara, le enojaba que hubiera nacido pues.

-Guiarnos, sí claro...-. Ese solo quería coger con Shizuru y ambas lo sabían. -Síguele todo derecho, no hay pierde-. Seguía quejándose de las malas indicaciones, como si la vida se le fuera en eso. -¡Sí que hay pierde!-.

-Todos los caminos llevan a Roma-. La castaña intentó darle ánimos.

-¡Necesito llegar al salón, no a la puta Roma!-. Pero las analogías y metáforas también le irritaban.

-¡Oye tú, intento de animal pensante!-. Esa fue Natsuki a un conserje, no Shizuru a Natsuki, aunque ganas no le faltaban a veces.

Después de casi causarle un infarto al pobre hombre, consiguieron saber dónde estaban paradas, más o menos, y es que, bueno, la oji verde no iba a admitir que ni ella ni su novia eran buenas ubicándose en la tierra de los humanos, por el momento, después tampoco lo serían, pero ya sabrían usar Google Maps decentemente.

Volviendo al punto, las dos estaban tan pero tan perdidas que ni siquiera tenían idea de a que carrera las había inscrito Mai, aun así, de algún modo, o sea asustando a todo ser vivo con el que se cruzaron, pudieron dar con el salón que les tocaba, descubriendo que en realidad... era el primero que habían pasado al entrar al edificio.

Una vez dentro, Kuga agradeció al averno que solo compartiría clases con Shizuru, creía que no existía mayor dolor de cabeza que sus compañeros del infierno, error número dos del día, el primero había sido salir del departamento. -Mierda-. La alegría de su soledad no le duró mucho al notar que eran las únicas mujeres en el salón, es más, dudaba que alguna vez un ente femenino hubiera pisado ese lugar, ya que al entrar todas las miradas se fueron sobre ellas como si tuvieran un cartel de neón en la cabeza.

Frunció el ceño. -Apesta a testosterona y pajas desesperadas-. Tenía un olfato muy sensible, demasiado.

-¿Y tú como sabes eso?-. Si sabía que en el fondo Natsuki era más gay que ella misma.

-Te sorprendería la rabia con la que algunos se la jalan-. Desgraciadamente eso hacía que su pecado abarcara esa área. -Horrible-. Prefería mil veces a las chicas enfurecidas por su período.

El profesor carraspeó para llamar su atención y les pidió que se presentarán, él sí tuvo la decencia de no comerse a Shizuru con la mirada, ok, más que decencia era que le daba miedo Natsuki, y nadie lo culpaba, la chica lo miraba como si pudiera arrastrar su alma al infierno, cosa que era posible pero no iba a pasar, porque no le iban a pagar por eso.

-Fujino Shizuru, un placer estar con ustedes-. Una vez más, su sonrisa causó una reacción de excitación colectiva, lo notó enseguida. -No se emocionen-. Y eso que se había puesto una cantidad de ropa aceptada como decente. -Pueden ver pero no tocar-. Su expresión se mostró demoníaca. -O mi novia les romperá la madre-.

Natsuki tronó sus nudillos. -Yo soy la novia-. Habría mostrado sus colmillos, si aun los tuviera. -Kuga, me repudia verlos, humanos de mierda-. Fueron a sentarse al fondo, quitando a otros dos alumnos de los lugares.

6 PECADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora