Día 6 Modelos

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Bendito favor el que los kawata debieron hacerle a mitsuya, ¿Modelar en una pasarela? Todo sea por la plata dijo un sabio.

El evento se llevaría a cabo en un prestigioso hotel 5 estrellas, de esos que te perdés si no sabes cual es tu habitación, usarían la gran entrada para sacarle fotos y que los jueces observen con detalle los trajes.

Mitsuya había hecho varios atuendos, algunos realmente hermosos y otros de dudosa utilidad, pero lindos igualmente, este sería el calvario para los gemelos. Durante la tarde antes del evento, el viejo grupo de costura ayudó a los chicos a prepararse, maquillandolos y alisandoles el cabello, quedaron divinos. Ya a la gran noche, llegaron en un auto negro muy lujoso; prestado obviamente por su buen conocido kokonoi, y por suerte fue incluso el coche más bonito de todos, el chófer les abrió la puerta, saliendo primeramente mitsuya, el presentador lo llamó el dragón de la moda por alguna razón, y detrás de él salieron ambos gemelos, souya con una cara neutral y algo avergonzado, y nahoya todo lo contrario. Lucían unos trajes a medida, souya lucia uno blanco y nahoya uno negro, ambos con costuras contrarias, bordados significativos a los oni y con un bello plumaje en una de las mangas, se tomaron de las manos y levantaron sus otros brazos haciendo así un ala de ángel y otra de demonio.

La fiesta comenzó, muchos halagos fueron llevados a los gemelos quienes se llevaron toda la atención, desde empresas de modelaje hasta algunos ricachones con fetiches obscenos, todos querían a el par tan bello, pero ellos simplemente rechazaron todo diciendo que en realidad no era lo suyo.

Rato después, con ambos hermanos aburridos, se la pasearon por el gran salón a ver qué más podían comer; par de glotones como siempre, hasta que llegaron a la mesa de uno de los jueces.

—– Muy buenas noches.—– Ambos menores hablaron al mismo tiempo e hicieron una reverencia.

—– El ángel y el demonio de meguro, esperé bastante por conocerlos.—– Declaró sonriente el juez.

—– Que interesante, también queríamos conocerlo.—– Canturreo Nahoya descaradamente.

—– Mmh acompañeme un momento.—– Ordenó mirándolo de pies a cabeza.

—– Ya regreso, hermanito.—– Murmuró el mayor y tomando la mano del señor.

—– Ten cuidado.—– Susurró este viéndolos irse.

Su expresión cambió a una de frustración y frunció el ceño terminando de beber de su copa de vino, habían prometido no caer ante los encantos falsos de las personas ricas, y ahora su mayor hacía todo lo contrario. Respiró profundo listo para irse a su casa, ya no tiene caso alguno quedarse.

Camino decidido hasta su amigo mitsuya, éste seguía conversando con unos tipos de bastante dinero, al parecer lo chantajearian con alguna carrera fácil. Lo llamó de manera formal y mitsuya se despidió del resto caminando a su lado.

—– ¿Pasa algo, angry?—– Intuyó al verle la expresión.

—– Quiero irme, no soy de quedarme tan tarde y ya dan más de las doce.—– Bostezó cansado.

—– Te entiendo pero necesito que te quedes un rato más, por favor, por cierto ¿Dónde está smiley?—– Se mostró preocupado y miró hacia varios lados.

El menor suspiro pesado y se masajeó la sien con fastidio.

—– Se fue a charlar con alguien, creo que un juez o algo así.—– Divago.

—– ¿Cuál de todos? Hay 6 en total.—– Levantó sus cejas confundido.

—– Un tipo alto y delgado, con cabello corto y ojos violeta.—– Recordó su apariencia con poco detalle.

Rinangry Week 2022 | CompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora