Día 4 Omegaverse

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Aviso: Este es mi primer intento con omegaverse, les pido perdón de antemano si hay cosas que no concuerdan o no les gusta, intenté informarme de todo acerca de esto, haré un gran esfuerzo para darles algo digno de leer, sin más que decir, empecemos.

Rindo y Souya han estado esperando tener cachorros durante muchos años, lo intentaron muchas veces, y cuando al fin souya quedaba embarazado, desafortunadamente los bebés morían al nacer o en un accidente durante el embarazo.

Souya entró en depresión al notar que no podía tener hijos, y en varías ocaciones intentó acabar con su vida, el sentimiento de culpa lo invadió por completo, ya no podía ver a los ojos de su pareja, se sintió tan inútil que reiteradas veces intentó terminar la relación, menospreciandose a si mismo por su incapacidad.

Fue así que rindo decidió llevarlo al psicólogo, supuso ser una buena idea, y al principio si parecía funcionar, pero luego de otra ilusión; quedó embarazado otra vez, el terror volvió y todo se fue a la mierda.

-- Amor... Vamos, no has salido de la cama.-- Murmuró el pelilila.

El menor negó con la cabeza y se tapó más con las cobijas.

-- Sou, cariño, vamos, si no desayunas podrías enfermarte.-- Inquirió preocupándose.

El leve sonido a llanto lo alarmó, se le acercó aún más y lo destapó lentamente, notando el rostro de su amado rojo por el llanto.

-- ¿Qué tienes? ¿Te duele?-- Le tocó la panza.

-- Me arde, duele mucho, rin.-- Soltó descompuesto sin parar de llorar.

-- Ok, no te preocupes, iré por tus pastillas, todo estará bien.-- Se levantó de la cama y corrió hasta el baño.

La desesperación lo cegó, siéndole así imposible encontrar dichos remedios, el miedo le congeló los huesos al escuchar un grito de dolor por parte del menor. Corrió de nuevo hacia la habitación viendo a su querido retorcerse en la cama llamándolo.

-- ¡Amor!-- Intentó controlarlo.

El menor paró de moverse, mirando un punto fijo en el techo, su pecho subió y bajó por la falta de aire. Rindo se preocupó el doble, destapó por completo el cuerpo del menor y notó una gran mancha de sangre al rededor del chico, está haciéndose cada vez más grande, ambos palidecieron al darse cuenta, el bebé se perdió.

Souya volvió a llorar, ésta vez más desgarradoramente, y rindo sufrió en silencio con las manos sobre el vientre del menor.

¿Por qué sucedían estas tragedias? ¿Por qué tenían que sufrir? ¿Por qué no podían tener una familia? ¿Por qué?

La suave voz de el menor lo sacó del transe de sus pensamientos.

-- Debería morir... No valgo la pena...-- Susurró dolido.

-- A-amor... No, levántate, no pasa nada, no te preocupes.-- Lo cargó y lo llevó al baño.

-- Ya rin... Solo déjame, tú mereces a alguien mejor.-- Exclamó cansado.

-- No vuelvas a decir eso.-- Ordenó quitándole la ropa de cama--. Te prepararé un baño, te relajaras y estarás mejor... No te preocupes por lo que acaba de pasar, yo me encargaré.-- Le dió muchos besos en los cachetes.

-- Ok...-- Murmuró cerrando los ojos y rendido al agotamiento.

Rindo le preparó el baño y con ayuda lo limpió quitándole toda la sangre que aún chorreaba, su interior está tan lastimado por tantas perdidas que ni siquiera puede cicatrizar bien, es un dolor punzante y espantoso según el menor. Souya se quedó dormido dentro de la ya limpia agua, rodeado de flores y velas aromáticas puestas previamente por el mayor, este yéndose a arreglar el gran desastre en la cama matrimonial, tiró las sábanas y frazadas manchadas, solo serían un mal recuerdo de lo que sucedió; algo completamente innecesario para ellos. Cambió las sábanas y ventiló la habitación, su nido debía estar en buen estado para que el menor se sienta mejor y pueda soportar la reciente tragedia.

Rinangry Week 2022 | CompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora