Lo Que Nunca Pasó

Mi amistad con mi nuevo amigo continuó sin problema alguno al igual que mis problemas, si, hablo de ansiedad, depresión y TCA, pero al menos ya no estaba sola, lo tenía a él.
Dejando un poco a un lado a mi nuevo amigo, mi problemas con la comida empeoraron al punto de que me desmaye un día en la escuela. La doctora me examinó como de costumbre y pidió a mi madre que me llevará a una cita médica. El doctor y mi madre estuvieron charlando un buen rato. Sin querer, le conté al doctor como me sentía y supongo que le contó a mi madre cuando hablaban en privado porque semanas después mi madre me dijo que me llevaría a terapia psicológica. Yo accedí porque sabía que no sería tan grave, solo voy por ligeros problemas que ahora se ven donde sea, sé que por eso no dejan de tener importancia pero a lo que voy es que, si todo este tiempo he podido yo sola, creo que podría seguir sin problema.
Los ataques de ansiedad disminuyeron desde que conocí a mi mejor amigo.
Y ya no me sentía tan sola, siempre despertaba con la certeza de que lo vería durante casi todo el día. No sé cómo hacía para estar ahí siempre.

Estuve asistiendo con la psicóloga un par de semanas, tal vez más, no sé, a veces pierdo la noción del tiempo. Me pedía que le contara todo, hasta lo más mínimo.
Le conté sobre mi infancia.
La separación de mis padres.
Cómo rechazaba salidas, etc, hasta que llegue a contarle sobre mi amigo.
Me hizo muchas preguntas sobre él y en general sobre el tema, lo cual se me hizo un poco extraño pero solo cooperaba con lo que me pedía.

Después de asistir repetidamente a las terapias, mi madre y la psicóloga charlaron a cerca de mi progreso. Le contó que necesitaba medicación para tratar el trastorno de ansiedad y depresión, también hablaron a cerca de mi problema con la comida.

Una tarde, que era para sesión, la psicóloga me explicó a cerca de la neurosis incipiente.

Ella siguió hablando mientras yo me perdía en mis pensamientos. 
<¿De qué habla?>. 
Pensé que me había confundido con otro de sus pacientes así que solo seguir escuchandola.

-Le diré a tu madre que medicamentos debe comprar para tratar todo lo que se debe tratar, ¿Okey?. -Eso fue lo único que escuche en cuanto volví a la realidad, en cuanto terminó de hablar, anotaba cosas en una receta.

Días después comencé a medicarme, tenía algunos efectos secundarios pero sabia que eso pasaría. Tomaba antidepresivos, medicamento para ansiedad, y también mi madre estaba atenta a mi alimentación. Lo único que no me gustó es que deje de ver a mi mejor amigo, no sé a dónde se fue. La doctora Lorena, mi psicóloga, me dijo que ahora sería más fácil hacer amigos pero yo no quería amigos, yo lo quería a él, a mi mejor amigo.
No quería cocinar si no es con el.
Ya no veía películas si no era con él, a veces las veía con mis hermanos y mi madre pero no era lo mismo. Ahora sé porque Lorena dijo "amigo imaginario". Él lo era.