Los dioses discuten siempre, normalmente por los humanos que tienen que cuidar, pero en esa ocasión las cosas no salen como deberían y muchos son afectados con la mal adición de la luna roja...
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En la actualidad Megumi un joven que desea librars...
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Todo era raro para Yuji, desde el papa de Megumi hasta la razón por la cual estaban corriendo a la escuela y eso le genero una duda.
- ¿Por qué el señor Naoya no se debe acercar a Gojo-sensei? - Pregunto al adulto
-Por la misma razón del porqué tu abuelo junto a tu hermano los alejo de este mundo. - Respondió el hombre mirándolo
Maldiciones... eso pensó el muchacho con cabello rosado, más, sin embargo, no lo dijo y el mayor con ese silencio siguió con su explicación.
- Desde pequeño Megumi tuvo pesadillas sobre la muerte de su tío, no le tome importancia. - menciono el señor. - Pero un día soñó con algo del clan, que solo los líderes conocen, por ello investigué y encontré en documentos viejos que un hombre había muerto como en los sueños de Megumi, todo por acercarse a un líder de pelo blanco, sospecho que Naoya es ese hombre. - finalizo
No dijeron más y claro Itadori no pregunto nada, pues lo que decía el padre de su amigo era lógico, todo el mundo reencarna en algún momento, el mejor que nadie lo sabe, tampoco lo de los sueños de Fushiguro sonó descabellado, él también tenía esos sueños.
Pronto llegaron a la escuela y en un abrir y cerrar de ojos, el adulto desapareció de su vista y otra persona llego
-Valla, mierda en la que nos metimos mocoso – comento Sukuna
- ¿Escuchaste todo? - Pregunto el de ojos verdes
-Sí, los seguí para asegurarme de que no te pasara nada mierda. - Respondió desinteresado
Mientras Sukuna y Fushiguro discutían, el otro chico seguía procesando toda la información que tenía en la mente, al final llego a una conclusión
-El tío Getou decía la verdad. - Soltó rápidamente llamando la atención
Megumi se sorprendió, había escuchado ese nombre un par de veces, pero no se imaginó que sería tío de los gemelos, y tampoco entendía a lo que se refería su amigo, lo bueno es que Sukuna pareció entender y le explico de mala gana.
- Hace un tiempo nos reunimos con nuestro tío, él dijo que teníamos que hacer que un tal Gojo se librará, nos explicó que teníamos que venir aquí, que alguien llamado Naoya nos ayudaría. - Explico
Para el Zenin eso era raro, su tío no podía ayudar a su maestro, ya que, si lo hacía terminaría muerto, parecía que algo no cuadraba en ese momento.
- ¿Qué soñaron hoy? Yo solo recuerdo una casa en las montañas, pero no más. - Dijo Megumi
Los muchachos lo vieron para después verse los dos y hablar
- Vimos a tu tío discutiendo con alguien, dijo que los dioses lo observaban que ese era el final, parece que la conversación seguía, pero no lo recuerdo, lo que vimos después fue que llegaron más personas y bueno...- Dijo el gemelo menor, sin poder contar lo último
-Se corta el cuello y muere en los brazos de Gojo. – Continuo el Zenin. - A veces veo eso, pero nada más recuerdo cuando mi tío muere, por eso creí que Gojo-Sensei tendría la culpa
-Lo que viste no estaba mal, solamente que no lo entendieron, tu tío no se debe de alejar de Gojo, ya que eso lo mata. - Explico Sukuna. - Bueno, se supone que tu tío lo ayudara, igual en pocas palabras debemos detener a tu padre.
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Los tres jóvenes buscaron por todos lados hasta llegar al campus, donde claramente se podía ver a Toji discutiendo con el maestro, los jóvenes al irse acercando escucharon con claridad lo que decían.
- ¡Tú sabes lo que pasó con Getou, tú sabías que Jin no debía hacerlo! - Grito Toji. - Por eso no quiero que te acerques a mi hermano, no quiero que termine muerto.
- Ellos estaban obsesionados con esa vieja maldición, aun así, cuando vi a Naoya sentí que podríamos romperla. – Dijo Gojo un poco alterado
- Ahora que los niños que están aquí no quiero que estén en peligro, por eso jamas te deje ver a Naoya - Dijo Toji ya poco más calmado
-Ellos tienen la luna roja sobre ellos, debemos librarlos de la maldición, por favor solo deja que lo intente. - Trato de razonar el contrario
Los jóvenes, a pesar de que debían detener a sus superiores, no lo habían hecho, aun así, cuando escucharon eso, su paciencia se terminó y gritaron
- ¡¿nosotros que?!-
Los mayores se sorprendieron, pero se calmaron para acercarse a los tres niños enfrente de ellos
-Esto llevara un tiempo, pero debemos hablar sobre su pasado. - Dijo Toji
-Nosotros también debemos decirles algo. - Comento Megumi
Después de aquellas dos declaraciones se generó un silencio incómodo al no saber qué hacer; lo bueno es que fueron salvados por una persona conocida:
-Chicos, será mejor que vengan, tengo el lugar perfecto para charlar. -
