Me convertí en una bestia espiritual y abracé el muslo equivocado

Capítulo 49

Un ligero beso 

"¡ . . . !" Fue como si una chispa hubiera estallado en su cabeza y la cara de Xu Feng estuviera en llamas, instantáneamente madura para la cosecha. El gesto fue tan íntimo y ambiguo que forcejeó dos veces, diciendo: "¡A'Lin!"

    Mu Lin le interrumpió: "No te muevas, me harás daño."

    Frunció el ceño y se mordió el labio inferior, con cara de dolor, como si le doliera mucho la herida. Pero había un brillo astuto en sus ojos, demasiado rápido para que Xu Feng lo captara.

    Mu Lin sostuvo el cuenco de porcelana blanca en la palma de la mano, sosteniéndolo con firmeza, sin derramar una sola gota de la medicina. Tomó una de las manos de Xu Feng, la extendió y volvió a poner el cuenco blanco.

    "......", Xu Feng lo tomó estúpidamente.

    Obviamente fue capturado y confinado por Mu Lin, pero tuvo que inclinarse hacía atrás para alimentarlo con la medicina, y le resultó cada vez más incómodo, diciendo: "A'Lin, siéntate para que puedas beber la medicina ......"

    "......Me duele", siseó Mu Lin en voz baja, "cuando me muevo, me duele."

    "......" Xu Feng, "Entonces no deberías moverte ahora."

    "No me dolió cuando rodé antes, es ahora cuando empieza a doler." Mu Lin dijo: "¡A'Feng, quiero medicina!"

    De acuerdo. Xu Feng tuvo que comprometerse. En una posición peculiar, medio tumbado, medio inclinado, medio apoyado, enroscó los dedos alrededor de la cuchara de porcelana blanca, tomó una cucharada de la medicina de color marrón púrpura, se la llevó a los labios y sopló suavemente dos veces.

    Sin tener que probarla, Xu Feng podía decir que no era una medicina amarga ordinaria sólo con olerla de cerca. Cuando Xu Feng sintió que la medicina ya no estaba caliente, pasó la cuchara de porcelana a los labios de Mu Lin y dijo: "Bébelo."

    Cada movimiento que hacía mientras lo alimentaba con la medicina, e incluso cada expresión sutil que hacía, era captada por los ojos de Mu Lin. Por alguna razón, después de salir de las Siete Muertes, Mu Lin se volvió de repente mucho más audaz y ya no se escondió, sino que miró fijamente a Xu Feng de forma abierta y honesta, haciendo que el cuero cabelludo de Xu Feng pícara.

    Pero lo soportó, fingiendo que no le importaba, pero de hecho se acostumbró a Mu Lin y lo dejó ver tanto cómo quería.

    Mu Lin bajó ligeramente la cabeza, sus ojos seguían pegados al rostro de Xu Feng, sus labios tocaban el borde de la cuchara de porcelana mientras tomaba un lento sorbo de la medicina.

    Un leve sonido de deglución mientras su garganta rodaba. Incluso curvó los labios y lo saboreó lentamente, como si estuviera bebiendo jarabe dulce en lugar de agua amarga.

    Después de un sorbo, Xu Feng incluso empezó a dudar de su propio juicio: ¿quizás la medicina olía horrible pero sabía bien?

    Inclinó la cabeza e intentó: "......¿Es delicioso?"

    Mu Lin dijo: "Delicioso, quiero más."

    Xu Feng está medio apoyado en la cama elevada, pero no está cansado físicamente, salvo que pronto le duele un poco el brazo por tener que levantarlo. Mientras se esforzaba por darle su medicina, Mu Lin no fue tan honesto, no sólo lo medio enjauló en sus brazos como si lo estuviera presionando, sino que también extendió la mano y retorció el largo cabello de Xu Feng, que se había dispersado hacía un lado.

   Su cabello se agitó ligeramente, y este ligero temblor de abajo a arriba fue como un látigo que golpeó el cerebro de Xu Feng, su cuero cabelludo cosquilleó como una descarga eléctrica, y no pudo evitar decir: "¡A'Lin!¡Deja de jugar!"