La Playa

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Seguì corriendo como una loca, era de noche, y la calle estaba muy oscura; las luces de los autos alumbraban mi cara, pero no impidieron que yo siguiera corriendo.

Divisè de lejos y vì el club de playa, todo estaba solo y oscuro; avancé hacia la orilla del mar. No sabìa que hacer...solo querìa desaparecer, querìa que el mar me tragara y no sentir más el dolor de la separaciòn de mis padres.

Fuè entonces que me lancè hacia el mar, sin respirar, querìa ahogarme... cuando de pronto, alguien me tomó de mi brazo...me asustè mucho, pero no dejè de decirle que me dejara en paz; que me soltara!, fuè en ese instante cuando me cargò en sus brazos; no lo niego, me sentì aliviada y segura, pero no dejè de gritar pidiendo Auxilio y ayuda. Pero fuè en vano... me subiò a su auto sin mediar palabras; y yo seguìa gritando: Auxilio!!!!!; de pronto escuchè una voz tan fuerte como el estruendo de un rayo:

-Cállate! eres una niña malcriada!!!. -No sè como tu padre te ha permitido tantos caprichos!...

-Y yo me quedè callada sin decir nada!.

No le preguntè ni quien era, ni para dònde me llevaba; pero si le preguntè si conocìa a mi padre; pues él lo mencionò hacìa un momento.

-Sì -dijo-, lo conozco, tambien a tu madre y a tì -replicò-,

Y yo le repliquè: -pero yo a tì, no!,

Claro que me conoces -insistio-

Soy Joe!!

-Joe... Joe Andrew?

-El mismo -replicò Joe con un tono suave-

-Has cambiado mucho -dije

-Pues soy el mismo. Aseguró José.

-No, no me pareces el mismo...yo habrìa reconocido tu voz!

-Soy el mismo que te leìa cuentos y te contaba anècdotas de mis viajes por Europa.

-Si, claro...me recuerdo sobre tu viaje por Venecia, y me decìas que ese era un viaje para adultos y no para chicos...

-Exacto...y lo sigo pensando de esa manera.

-y cuàndo regresaste?

-Regresè el martes, y he venido a trabajar en el buffete de nuestros padres.

-Terminaste tu maestrìa en Leyes polìticas?

-Si...por eso he regresado.

-Y tù què haces -susurrò Joe, como que si mi padre no le hubiese contado ya acerca de mi primer año de universidad.

-Pues, estoy de vacaciones de semestre, estudio Leyes, y mis padres al igual que los tuyos quieren que me incorpore al bufete, aunque...eso no es lo mìo.

-Y què es lo tuyo?

-Bueno, querìa ser mèdico cirujano; pero tu sabes como son mis padres; quieren que esto sea de generaciòn en generaciòn; aunque, no lo niego... he disfrutado este primer año de universidad.

-Entonces tus padres consiguieron lo que querìan.

-Podría ser -le contesté-

El tiempo pasa lentamente, y mi cabeza no me atormenta màs con el tema del divorcio de mis padres; me siento felìz que esto haya pasado, mi amigo Joe està en la ciudad, y tendrè con quien conversar durante las vacaciones. No quiero pensar en mis padres, no quiero sentirme frustrada al ver a mi familia que se desintegra; solo quiero ser felìz, quiero estar junto a ellos toda mi vida.

Joe siguiò conduciendo, nos quedamos callados un largo rato, nos aproximamos a casa; de pronto el dolor de una posible ausencia de mi padre vuelve a manifestarse en mi mente y mi corazòn; no quiero llegar a casa, quisiera que esto fuera un sueño, un mal sueño....pero no, no lo es, es mi realidad.

Joe, rompe el silencio y me dice:

-Hemos llegado!.

-Gracias por traerme -le respondì-

-Quisieras salir el viernes a tomarnos un cafè?

-Con gusto! -le respondí-

-Entonces te recojo a las cinco de la tarde?

-Estarè lista a esa hora.

-Descansa un poco -me dijo Joe-

-Gracias, tambien tù!-le repliquè-

Entrè a casa, papà me estaba esperando en la sala, me diò un beso en la frente y dijo lo mucho que me amaba y sabìa que esta situaciòn me afectaba. Yo le dì un abrazo muy fuerte, y llorè sobre su hombro, me dì la media vuelta y entrè a mi habitaciòn, necesitaba cambiarme de ropa, pues estaba mojada.

No hubieron preguntas sobre que me habìa pasado; pero sì viò el auto de Joe y creo que eso lo calmò un poco. No sè a que horas me quedè dormida, pero sì sè que dormì màs tranquila.

Al despertar por la mañana mi madre me trajo el desayuno hasta mi cama, me abrazò, me diò un beso, y dijo que mi dolor era tambien el suyo; pero que estarìamos siempre juntas apoyándonos en todo; y que ella y mi padre serìan siendo muy buenos amigos a pesar de todo. No le dì detalles de lo que hice en la playa, solo le contè que Joe Andrew me habìa llevado a casa, y que me habìa invitado a tomar un cafè el viernes por la tarde. No recuerdo que màs estubimos conversando con mi madre, pero ese desayuno fue para mì el mejor de toda mi vida: nos reìmos hasta morir, recordando cosas sobre mi niñez... Amo a mis padres, y no los cambiarìa por ninguno en este mundo.

Mi padre nos observaba desde la terraza sin decir nada, pero con la misma mirada tierna que me veía desde niña. Recuerdo esa mirada tan cálida, tierna y amorosa... y, es lo que me duele; que nunca más será igual.




Cuando El Amor Llama...                   "Mi Primer Amor"                      Donde viven las historias. Descúbrelo ahora