I love you; aristemo

"Eres demasiado guapo"

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Durante un tiempo me había dedicado a ejercitarme para verme un poco más grande porque no soy una persona muy alta, sin embargo, durante el último año de la universidad preferí dejar el gimnasio y utilizar mis ensayos para mis conciertos como parte de mi activación física lo que hizo que mi cuerpo mantuviera los músculos ya trabajados pero estilizándolos. No me quejo, realmente me gusta como me veo. El único problema que tengo ahora es Cuauhtémoc.

El jodido y hermoso, sexy y caliente novio que tengo había decidido hace un año comenzar a ir al gimnasio. Sinceramente yo creí que solo iría para mantenerse en forma pero ahora mismo lo estoy viendo salir de la ducha con unos bóxers ceñidos a su cuerpo y unas cuantas gotas cayendo por sus brazos musculosos y ese maldito abdomen semi marcado, sus pectorales definitivamente habían crecido y su espalda estaba pidiéndome colgarme de ella y rasguñar cada maldito músculo marcado en ella.

Cuauhtémoc López se había convertido en el hombre más caliente que había visto en mi vida. Incluso le ganaba a mi crush famoso Ricky. Sus hombros se habían ensanchado y Dios sabe cuántas veces los mordí mientras me embestía duramente.

De solo pensarlo estaba comenzando a ponerme mal y él se daría cuenta que me lo estaba comiendo con la mirada. No me importa que lo sepa pero me avergüenza que se dé cuenta y lo use en mi contra.

— ¿irás a ensayar hoy? — preguntó

— supongo — respondí intentando calmar lo caliente de mi interior

— bien, volveré temprano, quizás pase por el foro para verte ensayar y llevarte algo de comer. Te avisaré. — asentí mordiéndome el labio inferior viéndolo abotonarse la camiseta azul que llevaba al trabajo. Joder aún recuerdo cuando iba a eventos en la universidad y los trajes solían quedarle algo grandes porque tenia el cuerpo delgado pero ahora los llena perfectamente y cuando esos brazos se doblan para sostener algo o sostenerme a mi... ¡ya basta Aristóteles!

— ¿seguro que irás? así sabré si pido comida con los chicos o espero por ti...

— iré. Lo prometo. Ahora ven. – pidió extendiendo sus brazos a lo que me levanté rápidamente y me acerqué dejando mis manos sosteniendo sus hombros. Se acercó a mi para besarme lentamente y sus manos se fueron a mi cintura sosteniéndome firmemente. Decidí bajar hacia sus bíceps rodeándolos con mis manos y no pude evitar soltar un gemido de satisfacción al aplastarlos y sentirlos duros contra mi tacto. — no hagas eso, no tengo tiempo y mucho menos la fuerza de voluntad para irme si gimes de esa forma.

— lo lamento, es tu culpa. — ambos reímos aún cerca del otro — eres demasiado sexy, mi cuerpo no puede soportarlo — volvimos a reír y dejó un beso más corto y suave sobre mis labios para separarse

— te amo, nos vemos en la tarde — se despidió y salió de la habitación dejándome más tranquilo y suficientemente satisfecho para aguantar hasta en la tarde.

No voy a mentir, éramos bastante afortunados como para llevar un año graduados y tener trabajos estables a los casi 24 años. Somos felices y eso me hace sentir bien.

Caminé a la ducha y me di un baño rápido, luego me vestí con unos leggings y una camiseta negra, mis tenis y una liga para amarrar mi cabello algo largo porque odiaba que este me tapara la vista durante los ensayos en el escenario. Tendría una presentación para unos premios aquí en la Ciudad de México así que debía ensayar toda la semana para tener listo todo para el sábado, el día del evento.