Daniel,
Eres un sin vergüenza, eso de mostrarte en casa de mi padres después años sin verte para PEDIR MI MANO NO TIENE PERDÓN y no sé cómo ellos pudieron aceptar. Ni siquiera te conocen y mucho menos a la nueva versión de ti que te acompaña. ¿Cómo te apareces como si nada después de años escondido detrás del silencio? Solo porque traes tu ridículo traje de soldado no significa que algo de lo sucedido está perdonado.
Estás a leguas del perdón.
JAMÁS SERÉ TU ESPOSA.
Y como dije en mi última carta, no quiero volver a verte.
-Emily Hunter
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Con amor, Emily
RomanceCariño, Nunca he estado lista para decirte adiós. Verte marchar sin saber si regresarás es más doloroso de lo que podrías imaginar. Sé que también es duro para ti partir. En primavera te marchaste prometiendo que volverías, dijiste que no serían ta...