Persona especial.

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—Me gustas.

Lo único que Ryuuichi pudo hacer en ese momento fue balbucear por unos segundos. Hayato espero paciente a que el castaño frente a él lograra articular alguna oración entendible. 

—Lo siento —respiro profundamente después de calmarse —Kamitani, sabes que Kotarou es mi prioridad...

—Lo sé —lo interrumpió con un tono monótono —solo quería que lo supieras. Siento haberte incomodado —hizo una pequeña reverencia en señal de disculpa, acto seguido, dió vuelta retirándose a paso veloz. 

Ryuuichi solo atinó a observar como la figura de Hayato se perdía entre los estudiantes alrededor. Su boca seca trató de emitir cualquier sonido, sin embargo, el repentino nudo en su garganta lo impidió.

Después de ese día, las cosas con Kamitani Hayato siguieron igual.

Al principio, pensó en la posibilidad de una mala broma por parte de su mejor amigo. Sin embargo, sabiendo de antemano que Hayato jamás jugaría con esos temas, se sintió feliz y aterrado.

En varias ocasiones, su mente rebobino a ese momento, siempre terminaba con las mejillas rojas y un palpitar tan intenso que en algún punto sintió que atravesaría su pecho. Lo más vergonzoso fue en una ocasión, dónde uno de sus profesores lo atrapó mirando de manera nada disimulada a Hayato. Las miradas de sus compañeros, incluída a la persona ocupando sus pensamientos, lo hizo sentir  abochornado y expuesto.

No, está situación ya había pasado antes con esa chica que se le declaró, no volvería a suceder.

Kotarou es su prioridad.

Así que, empujó todas las emociones sin resolver al interior de su cabeza, dejando en confinamiento para un momento más oportuno.

El tiempo pasó y con ello su amistad se volvía cada vez más fuerte, los sentimientos también crecieron, pero en todo momento guardó silencio ante lo desconocido y aterrador.

El momento oportuno nunca llegó.

Los niños crecieron más rápido de lo que a Ryuuichi le hubiera gustado.  Su pequeño hermano adoptó una personalidad fuerte y madura, siendo la voz de la razón para sus amigos, aunque algo imprudente en ocasiones. Sin duda se sentía orgulloso del pequeño y estaba seguro, sus padres también lo estarían.

———————

Ahora, Ryuuichi tenía la boca abierta mientras que las rodillas le temblaban ligeramente, abrió y cerró la boca en repetidas ocasiones, sus pensamientos se detuvieron, dejando su mente en blanco.

—Ko...tarou —apenas pudo pronunciar al ver la escena frente a él. Taka tuvo la decencia de apartar la mirada, claramente avergonzado de ser descubierto.

—Hermano —Kotarou se alejó unos pasos de Taka al ver el estado de su hermano mayor, se dirigió a él de manera calmada, pero con una clara preocupación plasmada en la cara —¿Estás bien? — toco su frente —¿Tienes fiebre?

Otro aspecto a destacar del menor de los Kashima es, sin duda, su falta de entendimiento en los aspectos sociales.

Por otro lado, Taka tenía las cualidades sociales que a Kotarou le hacían falta, por lo que entendió enseguida la situación embarazosa, lamentablemente, sus habilidades sociales parecían desaparecer en momentos de estrés o vergüenza, por lo que, solamente enterró su rostro sonrojado en las palmas de sus manos, reprimiendo cualquier grito; eso despertará a los actuales niños de la guardería. No eran más de tres, muy diferente a lo que fue en sus años, aún así, dos parecían versiones femeninas de Taka, el único niño, parecía una extraña combinación de Kirin y Usaida.

Mi persona especial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora