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Después de todo siempre terminamos en el mismo lugar, tu cara y la mía viéndose frente a frente, enfrentando esta triste realidad.

Donde somos culpables de este camino

Manjiro Sano/ pasado

Ruido, mucho ruido estaba escuchando y era gracias a toda la gente que había llegado este fin de semana al restaurante, al ser pequeño el bullicio era mucho y no podía acostumbrarme a esto.

Había pasado un mes desde que me había asentado en este lugar, no tuve que buscar mucho antes de conseguir un lugar donde quedarme, el cual era el sótano de un anciano que discutía siempre con su esposa, ambos betas para mí fortuna.

No lograba acostumbrarme a lo pacífico que se sentía este lugar, estaba acostumbrado al ruido, al ambiente tosco de Japón, a las peleas todos los días y a estar rodeado de gente.

Ahora me encontraba solo, no tenía a nadie que aguantara mis berrinches, que cocinara para mi, lavará mi ropa, me peinara o incluso con quien tener un conversación estúpida.

Solo tenia al anciano Kota y a Takemichi quien era muy reservado con su vida personal, era un poco tedioso el ambiente y aburrido, en mi mente era más divertida este tipo de aventura antes de morir.

Pero los colores monótonos del pueblo me hacían sentir diferente.

Cómo una mancha roja en una pintura café.

—¡Manjiro el baño nuevamente está atascado!—Grita el señor Kota mientras que nuevamente tengo que regresar a mi trabajo.

Dejo temporalmente mi trabajo de mesero y dejo las cosas al alcance de Takemichi quien se encontraba ocupado entregando pedidos, Akiro se encontraba en la cocina haciendo lo suyo mientras que Kota supervisaba todo el ambiente.

De Akiro no podría quejarme mucho, era un hombre reservado que rondaba en los 30, beta y con una pasión oculta a tocar el bajo con una banda del pueblo, nuevamente todos ancianos.

—Muchacho ten cuidado con el baño, acabe de entrar y es la cosa más terrible que he visto en mi vida—Dice un anciano colocando su brazo en mi hombro para después irse.

No tardo mucho en acercarme al lugar y asquearme de la bazofia que esta en el retrete.

No tardo mucho en arreglar el problema para después gastarme mitad de jabón lavándose las manos.

El trabajo de un restaurante no era tan sencillo cómo lo hacía ver mi abuelo con el Dojo que era un lugar más grande que este restaurante, tenía que hacer de todo tipo de trabajo desde ayudar en la cocina, limpiar el piso, ser mesero y algo de mantenimiento.

Kota era muy inteligente a la hora de probarme, no podía refutar ahora de mi decisión y salir corriendo del lugar, la comodidad muchas veces era buena, sin embargo apreciaba mi libertad.

Seguí ocupándome del trabajo hasta que llego la hora de cerrar, era todavía temprano por lo que se me hacía raro que el jefe cerrará tan rápido.

—Hoy llega mi nieto, quiero presentartelo Manjiro—Dice Kota con buen humor mientras miraba a lo lejos.

—Su nieto, sería un placer conocerlo—Le menciono con una media sonrisa mientras que Takemichi mantenía una expresión cansada.

Danger [Drakey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora