Danger [Drakey]

16

No quiero molestarte
Recordando, de todas maneras no importaba
Estoy bien, como dijiste
El sueño que he estado anhelando se ha vuelto realidad
No tengo curiosidad en saber de ti

Manjiro Sano

Me quede congelado mientras veía la expresión de Draken, éste miró a otro lado mientras se sonrojaba.

¿Así que éste era tu cochino secreto?

¿Cómo que tío Manjiro?

La verdad esperaba de todo menos esto, mire inmediatamente a Draken con el ceño fruncido y listo para golpearlo pero las voces detrás de la puerta se escuchaban cada vez más cerca, muy conocidas para mis sentidos, me puse alerta mientras que mis feromonas se esparcian por doquier.

Una figura alta salió.

—¿Maiko que haces abriéndole la puerta a desconocidos?—Grita el mientras abre por completo la puerta y me mira—El tío Manjiro no vendrá.

Es Shinichiro, una versión claramente más anciana y mayor de si mismo, se veía más maduró, tenía el cabello más corto y su barba sin afeitar. (Viejo sabroso)

—Shini....—No pude decir más que ponerme a llorar y saltarle encima.

El me tomó de la cintura e inmediatamente me abrazo con fuerza, ambos sin creer que veríamos nuevamente al otro y con los sentimientos a flote, sentía sus lágrimas en mi hombro.

Eran tantos sentimientos encontrados en sí que no sabía cómo sentirme al respecto, aquel hermano que casi pierdo estaba siendo abrazado por mi y la calidez era sin igual, era tan irreal cómo un vuelo de mariposa.

—Sigues....siendo un enano—Dice entre lloriqueos Shinichiro mientras me seguía abrazando.

—Tú sigues siendo un alto tonto—Le respondo mientras que sigue llorando.

—¿Shini que ha sucedido?—Dice una voz femenina mientras se acerca a la puerta y se detiene.

Emma inmediatamente no me deja verla con detalles y se abalanza sobre nosotros, me abraza con fuerza mientras llora en mi hombro.

Es un encuentro familiar que aunque no nos habíamos visto en años y solo en carta o fotos, era una sensación increíble.

Desde lo lejos podía ver dos figuras conocidas y solo un desconocido, ignore esto y deje que ambos me llevaran a dentro de la casa de mi abuelo, al ver a mi abuelo sentando en el sillón probablemente meditando, las lágrimas salieron más.

—Abuelo—Le susurre mientras que el abría sus ojos y me miraba sorprendido.

Me tire a abrazarlo mientras que este se sorprendió, el me correspondió mientras que sentía a otra persona sumarse al abrazo.

—No puedo creerlo—Dice una Emma con el cabello largo y sus facciones más maduras.

—Regresé finalmente—Le respondí mientras que todos nos abrazamos.

No podía describir la sensación que sentía después de tantos años sin regresar, creía que todos me iban a odiar pero de alguna forma, ellos me aman tanto cómo yo los amó, estaba muy cómodo en el abrazo hasta que cada uno se comenzó a alejar.