Soulmate

Sorpresa Cariño

Sakura pasaba el día estudiando y ayudando a sus amigos a que entiendan los temas del examen, para ella no era complicado ningún tema, desde muy pequeña sus padres supieron que ella iba hacer muy inteligente, así que la ayudaron a que lo consiguiera a temprana edad con maestros y clases particulares de idioma, matemáticas, lenguajes, literatura e historia, entre otras también estaba música y arte para ampliar su mente creativa.

Al tercer día Sakura notó a Itachi, bastante complaciente, les preguntaba si necesitaban algo, les traía de comer e incluso preparaba café para los tres. Se le calentó un poco el corazón a tales gestos.

Pensó que tal vez lo había juzgado muy mal. Miro a Sasuke y pensó en todos esos años de amistad que ambos tenían, los recuerdos eran valiosos y no los dejaría ir por nada en el mundo.

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Un precioso nene de 5 años se encontraba jugando solo en los columpios del parque, mirando hacia el cielo que se estaba volviendo gris a medida que las nubes avanzaban y lo cubrían.

- ¿Estas solo? - una tierna voz lo sacó de sus pensamientos y giró su cabeza para ver de donde venía, sus ojos captaron una hermosa cabellera corta rosa, con un listón rojo y unos ojos verdes Jade brillantes.

- Mmh - asintió

- Te haré compañía un rato, parece que comenzará a llover - la pequeña niña se sentó en el otro columpio mientras sonreía y volvía a mirarlo - Me llamó Sakura, ¿como es tu nombre?

- Sasuke... Uchiha Sasuke - La pequeña Sakura le dio una brillante sonrisa

- ¡Seamos amigos!

Las semanas comenzaron a pasar y ellos se encontraban en el mismo parque a la misma hora, sus padres comenzaron a tener una buena relación, veían a los niños jugar y divertirse juntos.

Al mes de ir al parque conocieron a un pequeño rubio, bastante parlanchín y amistoso de nombre Naturo, los 3 se volvieron amigos rápidamente.

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- Mamá, no quiero regresar al pueblo - comento Sakura un poco triste - Me quiero quedar, tengo a mis amigos, mis cosas...

- No podemos dejarte, pequeña - comento su padre

- Se puede quedar conmigo, en nuestra casa- todos voltearon a ver a un ya crecido Sasuke, Sakura sonrió y gritó.

- Si, puedo buscar trabajo, y después irme a una residencia, no quiero regresar, por favor...

Su querido primer amigo, había sido el que siempre le brindó apoyo sin esperar a cambio, aún recuerda algunas noches en donde lloraba y él estaba a su lado sin importar nada.

Después de un mes de mudarse con los Uchihas, Sakura encontró una mujer que le brindaría ayuda para encontrar un trabajo de limpieza en el hospital y una residencia donde pudiera vivir hasta que decidiera irse.

Y en cada recuerdo, siempre está Sasuke.

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Ya habían pasado casi 5 días de estudios, mañana por la noche empezarían su viaje de vuelta en la ciudad.