| Amigos pt. 1 |

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Vengo a dar contexto jsjs

Pa empezar, creo que el timeskip (el que diga king crimson se gana un beso) es muy rápido entre algunos escenarios o tiene un periodo de tiempo muy pequeño, aunque el de Kazutora está totalmente hecho a propósito así, siendo un amor demasiado apresurado lo que quería lograr jsjs, porque tiene una razón por parte de ambos

Aunque es demasiado apresurado ☠️

Por lo que decidí hacer este escenario, estando en un proceso de amistad y conocerse o mostrando un día entre ellos ^^ por comodidad mía y que tenga un poco más de sentido

No prometo actualizar tan seguido, pero intentaré hacerlo al menos un poco más, porque le agarré gusto a hacer arte en digital de nuevo jsjs

Con eso dicho, bienvenidxs de vuelta a escenarios ^^

Con eso dicho, bienvenidxs de vuelta a escenarios ^^

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¿Siendo amigos?

Sano Manjiro; Mikey

[Escenario ubicado luego de "Salida pt. 1"]

Despertó un sueño extraño, no, era un recuerdo de la infancia, de cuando tenía siete años y al escapar en medio de la lluvia terminó envuelta en mantas con Manjiro y Emma a cada lado comiendo galletas.

¿De qué escapaba? Su cabeza dolía al intentar pensar en eso, para su suerte, justo entraba una llamada a su celular. Contestó sin ver quién era y lo colocó en su oído izquierdo.

— ¿Hola? — se talló el ojo y bostezó.

— ¡Abre por favor tengo frío! — chilló Mikey al otro lado de la línea.

— ¿Ah? — pestañeó dos veces antes de darse cuenta a lo que se refería. — ¡Ah, ya voy!

Se colocó sus pantuflas de conejo antes de bajar casi haciendo parkour por las escaleras y abrir la puerta trasera del café.

Si, vivían arriba de su propio negocio, como la ladybug.

Mikey estaba en la pequeña escalera de entrada, usando chanclas y ropa ligera en plena mañana lluviosa mientras temblaba del frío.

— ¡(N)! — se abrazó a su amiga con fuerza, empapandola a ella y buscando calor en el hogar de su amiga.

El efecto "estoy dormida, no pienso" desapareció apenas se dió cuenta de que prácticamente tenía a Manjiro colgándose de ella como novia recién casada; su cara explotó en colores carmesí.

— Manjiro, pesas — habló fingiendo la voz y darle un tono de estarse esforzando en cargarlo, aunque tanta mentira no era.

El rubio se bajó y se abrazó a si mismo, pero todavía sonriendo. — ¿Me puedes prestar ropa? Creo que me va a dar una hipoteca.

Tokyo Revengers: EscenariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora