Klaus Mikaelson a lo largo de un eterno milenio recibió centenares de títulos por parte de las personas que tuvieron la infortuna de conocer sus malignos alcances de primera mano; El híbrido original, el gran mal, el lobo feroz o cualquier otro sinó...
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iii. The last days
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Moscú, Rusia, 1999
La habitación roja
Kilian Warren alardeaba orgullosamente los cultos modales que poseía desde la niñez, se crió en un hogar aristócrata del Reino Unido durante la época victoriana y por ende, tenía estrictamente prohibido pavonear por la vida como un vulgar. Se paraba recto con el mentón altivo, tragaba con distinción utilizando los debidos cubiertos y en sus gestos denotaba una congénita fineza.
Educación que si bien pausó con el brutal asesinato de sus progenitores en su cumpleaños número diez, él mismo se encargó de reanudar en búsqueda de una meta muy bien trazada por el rencor que le recorría las venas; Venganza.
Natasha Romanoff desde su naturaleza observadora se percata de tan refinadas maniobras al distraerse de su entrenamiento matutino de combate, Kilian yace sentado grácilmente con las piernas bien asentadas, sorbiendo una tasa de té con el meñique levantado en un gesto que a la pelirroja le parece gracioso.
¿Gracioso? ¿Desde cuando la adolescente de quince años presenta un síntoma de humanidad? ¿Y si no está del todo malograda?
Evade hábilmente las patadas de su entrenador a la vez que se cuestiona de donde provino aquella reacción involuntaria, la última vez que algo le causó gracia, fue una ocasión en que encontró a su "hermana menor" brincando en la cama envuelta en unas ridículas bufandas de plumas y cantando una pegajosa canción que resonaba en la radio. De ahí en fuera no es que tuviera otro motivo para reír, no existía nada que impulsara emociones en la habitación roja, por el contrario, eran reprimidas.
Yelena...cuatro años desde la última vez que se vieron y no había día en que no la rememorara.
-Klaus Mikaelson realizó una parada fugaz en Mystic Falls, mi señor, fuentes comunicaron que no duró mucho, pero desgraciadamente rompió la maldición que retenía su licantropía y ahora es un híbrido al igual que su melliza-le informa a Kilian uno de los pocos hombres que integraban la organización. Las famosas palomas mensajeras que le mantienen al tanto del día a día de sus blancos en el exterior-Creemos que cumplirá su deseo de fabricar un ejército de híbridos.
