Klaus Mikaelson a lo largo de un eterno milenio recibió centenares de títulos por parte de las personas que tuvieron la infortuna de conocer sus malignos alcances de primera mano; El híbrido original, el gran mal, el lobo feroz o cualquier otro sinó...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━━━━━━✧♛✧━━━━━━
xiv. Scream
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━━━━━━✧♛✧━━━━━━
La habitación roja
Moscú, Rusia, 2000
Los copos de nieve patinan en el aire desprendiéndose con gracia y libertad en cámara lenta, las nevadas durante el mes de noviembre son constantes y como evidencia vívida están los copos saludando a Natasha Romanoff a través de la ventana del salón de armas, danzan gloriosamente en el cielo y acaban encapsulados en el riel donde son mancillados sin escrúpulos al caer. La pelirroja no puede evitar pensar que ella es una analogía de la nieve, por más que intente surcar la vida con autonomía, está destinada a caer de nuevo en las garras que la marchitan.
La arrolladora mayoría de viudas desconocía un dato vital como la fecha inédita de su nacimiento, Kilian se encargaba de destruir y reconstruir sus partidas de nacimiento a su antojo, podría conservar el año por cuestiones biológicas, más el mes y el día los manipulaba de acuerdo a la fecha en que las "acogió" por consiguiente no era de extrañar que más de cincuenta jóvenes compartieran el mismo "cumpleaños".
Pero como todo en la vida existen excepciones, ser la joya de la corona de Kilian tenía ciertas "ventajas" (La mayoría eran por completo retorcidas) Por lo tanto, Natasha es la única que conoce el auténtico día que cumple una vuelta más al sol.
Tres de noviembre.
El día de hoy.
Sus dulces dieciséis, como la sociedad en el exterior los denominaba, festejando a lo grande en exóticas veladas tirando la casa por la ventana y cumpliendo los caprichos de la agasajada. La rusa dentro de las cuatro paredes del recinto, jamás experimentó el jubiloso concepto de una fiesta de cumpleaños, las celebraciones mundanas eran determinantemente prohibidas, el cazador del infierno forjaba mujeres templadas que no se apasionaran por placeres foráneos, dicho adiestramiento desembocaba en que Natasha no degustara de esa euforia, era un día que pasaba sin pena ni gloria como cualquier otro.
