Best Friends (Max Verstappen)

Capitulo 10

Después del desayuno cada quien se fue por su lado, Max tenía que estar con su entrenador y personas de la prensa, mientras que tú aprovechaste para ir a tu habitación y tomar una ducha, no habías terminado los trabajos de anoche y tenías que redactar varios correos.
Al pasar un par de horas trabajando recibiste un mensaje de Lando, diciendo que quería hablar contigo, así que decidiste que podían hablar antes de la carrera, se quedaron de ver en la recepción para después decidir a dónde querían ir.

Te colocaste una blusa Blanca y unos jeans a la cadera junto con unas zapatillas de tacón, dejaste tu cabello suelto y bajaste a encontrarte con el británico, lo viste sentado en uno de los sillones.

-Hola, Lando.

-______- Saludo, mientras se ponía de pie -vamos, el auto espera.

Y salieron del hotel, subiste a su carro, no paso mucho tiempo cuando llegaron a una cafetería, de hecho estaba muy cerca del lugar que podían haber ido caminando, era una desventaja de ser alguien cercana a un piloto, quieren conducir para todo, bajaron del auto y ordenaron, tú pediste un Latte helado al igual que Lando, solo el suyo no tenía azúcar, ya que por la carrera no podía consumir casi nada con calorías, el chico se veía raro, como si algo le preocupara.

-¿Me dirás que te ocurre?- se sentaron en una mesita cerca de la salida.

-¿Qué está pasando contigo y con Max?- Soltó de la nada, no pudiste evitar que una sonrisa se formara en tu rostro.

-Ayer, en la noche, nos besamos.
Soltaste una risita nerviosa, estabas más que contenta, Max era perfecto, y ya querías que esos días en Mónaco llegaran, pero al contrario de la sonrisa que esperabas ver en la cara del ojiazul, fue ver su cara completamente seria, lo que te sorprendió.
-¿Ocurre algo Lando?

-______, ¿cómo es posible que hace tan solo unos días estabas molesta con Max, y ahora mírate, ya se te olvido cómo la pasaste ese mes?- Pensaste un poco como contestar eso, era verdad que te habías puesto un poco mal con lo que ocurrió el mes pasado, pero Max ya había explicado el motivo.

-Max ya me lo explico todo, Lando, nada más fue un malentendido, no hay nada porque preocuparse, además me pidió que pasáramos esta semana libre juntos, creo que es muy lindo de su parte.

-¿Y en dónde la pasarán?

-En su casa de Mónaco, solamente, prométeme que no le dirás esto a nadie, no sé cómo transcurrirán las cosas y quiero que sea lo más discreto posible, Daniel tampoco se puede enterar de esto.

-¿Te vas a ir con Max a Mónaco y no le dirás nada a Daniel, que pasará cuando alguno de sus conocidos los vea juntos?

-Le diré a Daniel que me quedaré en su departamento, y no es nada raro que nos vean a Max y a mí juntos, será una simple coincidencia.

-Pues espero que tu plan salga bien, sabes que los chismes corren rápido por el paddock, y no me quiero ni imaginar cómo se pondrá Daniel cuando se entere, solo recuerda que Max suele ser así con sus novias, recuerdas a Dilara, con ella cenas románticas, flores, cariños en público, con Kelly, fueron regalos lujosos y viajes exóticos, solo mantén los pies sobre la tierra, él sabe cómo conquistar a una mujer y no quiero que salgas herida, solo por ser la nueva conquista semanal.

Nunca habías visto tan serio al británico, y sus palabras hicieron que se te revolviera el estómago, no era mentira lo que estaba diciendo, Max fuera y dentro de la pista era conocido por su temperamento, por lo que a muchos les sorprendía que siempre se le viera con compañía femenina, pero realmente le querías dar una oportunidad, era el chico de tus sueños y no te importaba si terminabas con el corazón destrozado, claro que esto nunca lo dirías en voz alta, no querías sonar tan patética, esta era la oportunidad que estabas esperando y no la desperdiciarías, tal vez estos en Mónaco serían los que te abrirían los ojos, era la prueba de fuego, si lograban hacer que esto funcionara por una semana, quizás, realmente podría formar un "nosotros".

-Lando, sé cómo él, no me tienes que recordar a sus exnovias, yo era la que le ayudaba a encontrar las flores que les regalaba, la que le daba las ideas de los lugares a donde las podía llevar, pero, ahora quiero ser yo la que recibe todo eso, ya no quiero ser solo la amiga tonta que ve todo desde lejos, ¿está mal que quiera ser la número uno esta vez?- cuestiono, mientras intentaba que no ponerse a llorar, eso sería lo que le faltaba, llorar como una tonta frente a un montón de desconocidos, que podrían sacar todo de contexto, ya podías imaginar el encabezado, "Lando Norris, él rompe corazones", no necesitabas eso ahora, Lando se quedó en silencio un momento, parecía que estaba procesando todo.

-No sabía que te sentías así- te encogiste de hombros.

-Tengo esa semana y media en Mónaco para saber si esto es realmente lo que quiero, y lo que él quiere también, ¿me ayudarás a guardar el secreto?

-Claro que sí, boba, pero ni creas que te dejaré a ti sola con Max, pensaba pasar toda la semana en NY, pero me quedaré unos días en Mónaco, solo para asegurarme de que estés cómoda con él, sabes que las puertas de mi casa estarán abiertas por si me necesitas.

-Gracias, Lan, te daría un abrazo, pero no quiero que nos tomen fotos, tus fans son muy malas.- reíste mientras recordabas como muchas fanáticas de Lando te habían criticado hasta la punta del pelo el viernes pasado cuando llegaron del aeropuerto.

-Bien, me lo darás cuando consiga un podio hoy, mientras tanto supongo que ya debemos de irnos.

Ambos se pusieron de pie y salieron de la pequeña cafetería, subieron al auto y regresaron al hotel, ya faltaba poco para la carrera y los chicos se tenían que alistar para poderse ir, recordaste que Max quería que llegaran juntos, pero no sabías como lo tomaría Daniel, que más daba, subiste al elevador hasta llegar al piso de Max, tocaste varias veces su puerta, al abrir lo primero que hiciste fue besar sus labios.

-Hola- lo saludaste al separarse.

-Hola- saludo de regreso, tomo tu mano para que pudieras entrar a la suite -¿Qué te trae por aquí?-

-Nada, solo quería saludar a mi chico favorito- tomaste asiento en uno de los taburetes de la cocina, Max se colocó entre tus piernas para poder tomar tu rostro entre sus manos y darte un dulce beso.

-¿Con qué tu chico favorito?- asentiste entre sus labios. -Eso me agrada.

-¿A qué hora vas a ir a la pista?

-Estaba terminando de acomodar algunas cosas, para poderme ir, hasta que cierta señorita llego a interrumpir, aunque para se honestó, espero que eso ocurra más seguido.- golpeaste su hombro por decir que interrumpiste, pero no quitaste la sonrisa de tus labios -¿Vendrás conmigo, o te iras con Daniel?

-Estaba pensando en que es muy peligroso que lleguemos juntos a la pista- viste como se ponía serio- pero- de nuevo cambio su mirada, pero esta vez con un poco de esperanza -Esta no sería la primera vez que llegáramos juntos, ¿me llevas?

-Siempre.

Y así sin más, el término de guardar sus cosas en la mochila mientras que tú lo esperabas, después le llamarías a Daniel, ahora solo querías estas con Max.