Best Friends (Max Verstappen)

Capítulo 11

Cuando llegaron al paddock, dieron las gracias al cielo, solo un par de camarógrafos estaban presentes, las demás personas eran fanáticos que estaban más preocupados por obtener una foto con su piloto favorito que prestar atención de con quien iban acompañados, antes de bajar del auto decidieron que mientras Max convivía un momento con sus fans, tú llamarías a Daniel para avisarle en donde estabas, salieron del auto y Max se fue, caminaste hacia la entrada en dirección a la zona del paddock club, sentándote en una de las mesas que estaban libres para los invitados, llamaste a Dan, sonó un par de veces hasta que contesto.

-¿SÍ?

-Hola Daniel, te quería avisar que ya estoy en la pista, Max me trajo.

-Oh, ¿en serio?

-Si, nos encontramos en recepción y se ofreció a llevarme, además creo que me quedaré con él y con Checo en su Motor Home, ambos me lo pidieron y bueno, espero que no te moleste, Dan.

-No, claro que no, pero no pensé que me cambiarías tan fácil por el equipo estrella de este año- 

-Oh, vamos Daniel, sabes que nunca podría cambiarte, eres mi hermanito.

-Por su puesto -dijo sarcástico.  -¿Quieres que te recuerde cuando tenías 15 y dijiste que con gusto me cambiarías a mí y a uno de tus riñones por ser la novia de Marcus Ericsson?

-Eso fue en el 2014- dijiste avergonzada, recordaba muy bien tu fase "fangirl" de Ericsson, y no estabas orgullosa.
-Por favor hay que olvidarnos de eso.

-Dudo mucho que lo haga algún día, entonces, ¿dónde te busco cuando llegue?

-Estaré en el Motorhome de Redbull, lo más probable es que me quede aquí toda la carrera, además de que en Red Bull sí dan buenos bocadillos -bromeaste un poco, pero puede que vaya un ratito contigo cuando termine la carrera. -añadiste para intentar convencerlo un poco más.

-Tienes un buen punto, bien, entonces te llamo cuando llegue a la pista.

-Oky.

Colgaron, te quedaste un rato en la mesa, esperando al lindo holandés con el que habías llegado, esto era bueno, a nadie le parecía raro que estuvieras ahí, ni al personal de las otras escuderías no a las personas de Red Bull, incluso ta vez nadie sabía quién rayos eras como para prestarte atención, y eso estaba bien para ti, hasta que viste a lo lejos a la persona que más le temías en el paddock, Kym Illman, el famoso fotógrafo y periodista de las wags de las f1, él fue el que tomo la dichosa foto con Lando que te había causado tantos problemas, y justo en este momento estaba caminando directo hacia ti, empezaste a rezar para que a Max no se le ocurriera llegar justo en ese momento.

-Pero miren a quien tenemos aquí –dijo sonriente –a la pequeña ______ Ricciardo.

-Sí, ¿Cómo estás Kym? –extendí mi mano para saludarlo a lo que la acepto, y se sentó en la silla frente a la mía.

-Excelente, los pilotos están llegando y estoy tomando unas fotos, maravillosas, y a propósito de pilotos, no he visto a Daniel por ningún lado, ¿o acaso llegaste con alguien más? –cuestionó, "vaya este hombre, sí que iba directo al punto", pensaste.

-Lo que pasa es... –intestaste buscar alguna excusa para que pudiera funcionar, cuando recibiste un mensaje de texto, era Max.

"Te espero en mi remolque, dile a Kym que llegaste por tu cuenta, inventa algo"

-Bueno –continuaste –tienes razón, Daniel aún no llega, pero vine aquí yo sola, quería pasar un momento como verdadera fanática, tú sabes, viendo todo desde lejos, no pegada a mi hermano.

-Claro, claro, comprendo, me parece fantástico que quieras vivir así este deporte, pero ya que estamos en confianza, ¿Son verdaderos los rumores entre Lando Norris, Max Verstappen y tú?

-Kym, claro que no, creo que todo el mundo sabe que Max es mi mejor amigo, lo conozco desde años, es normal que nos vean juntos y lo de Lando, solo fue una tonta foto que sacaron de contexto, puedes estar tranquilo de que no pasa nada –Dios, esperabas que te creyera, no eras buena mintiendo, pero esa excusa tenía que funcionar.

-Oh, ya veo, es bueno escuchar eso, me alegra saberlo, a muchas fanáticas de Lando les regresará el alma –se burló un poco –ahora en el ámbito familiar, ¿qué ocurre con Daniel, por qué está baja en su rendimiento, no se ha podido adaptar al auto, o simplemente ya está pasando su fecha de caducidad en el gran circo?

-Wow –fue lo único que salió de tus labios –Bueno Kym, considero que esas preguntas ya son muy personales, no tengo nada que decir sobre eso.

No querías ser grosera, pero para ser honesta estabas conteniendo una cantidad enorme de groserías que harían que Max se sintiera orgulloso.

-Lo comprendo –tu teléfono vibro avisando otro mensaje.

-Me tengo que ir, fue un gusto charlar contigo.

Saliste casi corriendo de aquel lugar, eso sí que fue incómodo, él era uno de los reporteros y fotógrafo de "chismes" importantes, y realmente querías que con esas declaraciones Kym pudiera detener, todos los chismes y las demás cuentas dejarán de estar molestando; intentaste disimular un poco a donde te dirigías, caminando por las diferentes áreas del paddock, pasando por McLaren y Alpine, hasta que distinguiste a lo lejos los edificios azul marino con el logo del toro rojo, caminaste en su dirección cuidando que nadie te viera, o eso pensaste hasta que escuchaste que alguien carraspeaba, rápidamente te diste la vuelta para ver quién era el dueño de esa voz.

-¿Vas a visitar a tu príncipe azul?

-Tonto, me asustaste, creí que eras alguien importante –le reprochaste a Lando.

-Soy importante.

-Claro Landito, en tu casa, ahora si me disculpas, Max me está esperando –susurraste lo último, con la esperanza de que el británico te dejará en paz, lo que por supuesto no ocurrió, en cambio, te tomo por los hombros y te guío hacia el gran edificio naranja con negro de McLaren.

-Creo que alguien está en problemas –murmuró.

-¿A qué te refieres?

-Daniel te vio pasar hace un rato y creyó que ibas con el cuándo te diste la vuelta y te dirigiste justo al castillo de tu príncipe.

-Vuelves a decir príncipe y le vas diciendo adiós a tus lindos dientes.

-Perdón, pero al parecer Daniel está muy sorprendido.

-Daniel ya sabía que me quedaría con Red Bull en esta carrera, no entiendo cuál es el problema –le explicaste, pero pareció no importarle y seguimos caminando hasta llegar a las anteriormente mencionadas instalaciones, entraron por el garaje hasta donde se suponían que eran las habitaciones para masajes y entrenamiento que tenían diseñadas para cada piloto, cada una tenía su respectivo nombre, en una pequeña placa, entraron en la que tenía un gran Daniel en medio.

-Sigo sin entender por qué siempre soy el que va en su busca –se quejó Lando mientras se sentaba en una de los pequeños sillones que estaban en el cuarto.

-¿Por qué no me llamaste cuando llegaste, Dan?

-Bueno, te vi hablando con Kym y no quise interrumpir su pequeña charla –dijo tu hermano sonriente mientras se acercaba a ti para abrazarte.

-Recuerdas lo que hablamos tú y yo en la otra cena –él asintió –bueno, pues eso mismo le explique a Kym, espero que las cosas le quedaran claras, no quiero que corran chismes sobre mí.

-Lo sé, pequeña, me da gusto que estés solucionando eso, por cierto, pensé que pasarías un momento con tu viejo hermano antes de irte con los rivales.

-Lo siento, Max me llamo para decirme que él y Checo ya me estaban esperando –mentiste rotundamente, ni siquiera sabias si Checo ya estaba aquí.

-Oh, está bien, espero que disfrutes la carrera, aunque estés apoyando a los enemigos.

-Gracias, espero y tengas éxito en la carrera Dan, a ti también Lando.

-Gracias –dijeron los chicos de naranja y por fin te pudiste retirar de ese edificio, esperando no encontrar algún otro problema.