Capitulo 6: Estallido de suerte

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El tiempo se para por unos segundos mientras las lágrimas se detienen en el camino al suelo, aun las puedo sentir en mis mejillas. La bala corta el aire que queda entre Sam y yo, siento como una parte de mi oreja es rasgada y sé que ha fallado. Puedo sentir como mis músculos se tensan y mi vista vuelve, me levanto rápidamente y tomo el arma de Sam y pongo la mira en mi entrecejo.

- ¿¡Porque fallas!? -la desesperación me consume y mis extremidades comienzan a dejar de moverse - ¿¡Porque mierda fallaste!? Tu misión es matarme a toda costa ¿no es así? ¿¡Porque tuviste compasión conmigo!?

- Solo eres un niño... No me gusta matar a niños, es cuestión de orgullo. ¡Ahora lárgate! Toma esto como un tu pasaje al mundo de las maravillas.

- ¿¡No juegues con migo!?¡Tengo 17 años no soy ningún niño!

- ¡Mira niño! Tendrás por lo menos 5 minutos antes de que se den cuenta de que estás vivo, toma ese tiempo y corre todo lo que puedas y lo más rápido posible. Tu vida depende de ello hermano.

Mi garganta se seca. Tiene razón, si me quedo aquí moriré. Doy media vuelta y salgo corriendo. Cuando logro tomar un ritmo considerable me derrumbo en el piso, puedo sentir como la tierra y la hierba me rasga la carne. Solo me arrastro hasta ponerme de pie y volverme a levantar. Todo lo que observo a mi alrededor es a la naturaleza apoderándose del lugar, como cada planta se abre paso entre los escombros de la cuidad destruida, como la naturaleza demuestra que aun en los tiempos más difíciles siempre encontrar la forma de adaptarse y obtener lo que una vez fue suyo. Mi corazón está latiendo cada vez más lento mientras fuerzo a mi cuerpo a seguir, lo que hace que me dé una punzada de dolor en mi riñón, es como si me estuvieran apuñalando desde adentro hacia afuera

- ¡Ahhh! Duele... ¡por un demonio! ¿¡Que rayos me pasa!?

Me derrumbo en lo que queda de una gasolinera, está totalmente destruida. Solo queda la mitad del techo. Se puede notar que una gran bomba callo cerca de la gasolinera, hay un gran cráter que destruyó una cuarta parte de la gasolinera. Me arrastro hasta entrar en el pequeño local donde inmediatamente me cubro con el estante, el cual está que se cae, todo el pequeño lugar es un desastre aun puedo notar el hedor a muerte en el ambiente, analizo la situación donde estoy, perseguido por una banda de maníacos, a punto de morir por hambre, doy un vistazo al reloj de mi muñeca, son las 2:15, bueno eso creo. Hace mucho frío, mis labios se agrietan y mis dedos comienzan a paralizarse, mi oído izquierdo deja de funcionar, no puedo sentir absolutamente nada, mi vista se nubla y solo escucho los chirridos de la madera y las canciones de los pájaros.

-Es un buen lugar para morir...

Los ruidos cesan y por un momento puedo sentir la soledad de la muerte, como se sienten aquellas personas que lo han perdido todo y que no les queda otra que morir en silencio y alejados de la civilización... la muerte asecha cada vez más cerca mientras voy observando como mi vida pasa enfrente de mis ojos, la posibilidad de salir de esta... bueno digamos que no hay posibilidad de escapársele a la parca... mis latidos son cada vez menos fuertes, mientras me arrastro hacia una puertecita y me meto en un gabinete, apenas quepo en el pequeño gabinete, tengo que presionarme contra mí mismo para poder caber. Con la puerta medio abierta y espero mi final con angustia, trago saliva y enseguida siento como me raspa la garganta y como mis órganos dejan de funcionar uno por uno, como mi cerebro usa sus últimos minutos de vida para hacerme recordar por qué sigo vivo, por qué estoy sufriendo, si Sam me fuera matado, no estuviera sufriendo esta tortura, el no poder hacer nada... el no haber podido vengar a mis amigos, aunque me haya dado unos cuantos minutos más de vida, lo odio por no acabar con esto de una vez, lo odio por no haberme matado, así todo esto fuera acabado y yo estaría reunido con mis amigos, escucho que algo se acerca, mi oído derecho puede escuchar las pisadas, de muchas personas, demasiadas... ¿acaso enviaron un ejército completo para darle caza a un chico? Tomo la puerta del gabinete y la jalo para taparme, ni siquiera sé porque hago esto, mis rodillas se presionan contra el gabinete y tengo que tomarlo con fuerza para que no se abra.

New Age: SurviveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora