Cap 22 Demonio Manía

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"Asesino"

"Monstruo"

"Despreciable"

"Escoria"

"Demonio"

Bai Rong escuchaba un sin fin de insultos mientras bebía un vaso de leche tibia, usaba un pequeño audífono en su oído derecho para escuchar lo que sucedía en vivo afuera de la casa de su querido primo.

Y con su oído izquierdo escuchaba a su madre quien preocupada le indicaba que era mejor tomar una bebida caliente, ella pensaba que el susto le causará daño en el estómago y antes de comer le dio algo ligero.

Bai Rong le sonreía con cariño a su linda madre mientras seguía sus instrucciones y bebía su leche, pero su atención estaba parcialmente concentrada escuchando el avance de la captura, que se haya filtrado la dirección e información de Bai Yun había sido muy útil.

(╹◡╹)

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Afuera de la residencia de Bai Tian había demasiadas personas amotinadas exigiendo que Bai Yun se entregará a las autoridades.

Bai Tian corría de un lado a otro pensando que hacer, era cuestión de tiempo para que esas personas derribarán su entrada principal y cargarán en estampida para sacar a su hijo por la fuerza.

"Qué te parece si llamamos a la policía" - Bai Tian pensaba que ellos podrían defenderlos.

Bai Yun arrojó un jarrón contra el piso y dijo con enojo - "Si porqué no, llámalos y también me arrastraran junto con esos locos"

Bai Tian volvió a guardar silencio, no sabía que otra cosa hacer.

"Llama a la policía, te vas a entregar" Ping Jia, el padre omega de Bai Yun les dijo a ambos.

Bai Yun esta vez no grito y dijo - "¿Porqué?"

Ping Jia - "Te dije que no fueras tan codicioso, intentar tomar más de lo que puedes cargar te hará perder absolutamente todo.

¿Ahora entiendes lo que intentaba decirte?"

Bai Yun no quería ser sermoneado en esta situación, pero su padre tenía razón, había tenido una gran perdida, ahora sólo podían tratar de minimizar los daños.

En el momento que había decidió entregarse, la policía llegó a su hogar.

Las masas afuera se orillaron dejando que la policía llegara hasta la entrada.

"Sal y déjalos entrar. Diles que Bai Yun se va a entregar" - Ping Jia sacó a su esposo y cuando se quedo a solas con su hijo le explicó que debía hacer.

Los oficiales pensaban que su trabajo no sería sencillo, a pesar de que Bai Yun se entregó voluntariamente y no opuso resistencia. Afuera había demasiadas personas y sería una tarea titánica trasladarlo a prisión en una sola pieza.

Entre la multitud había personas que tenían letreros con palos, y esperaban que al salir en la patrulla les fuera cortado el paso y quisieran atacarlos con las cosas que llevaban.

Los oficiales estaban pensando como trasladarse sin salir heridos o herir a otros, cuando entre los gritos de la multitud una voz les instruyó.

"El presidente Bai no aprobaría esta situación, debemos ser buenos fans y no manchar su imagen con nuestras acciones.

𝙻𝚊 𝙷𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝙾𝚝𝚛𝚊 𝙲𝚊𝚛𝚗𝚎 𝚍𝚎 𝙲𝚊ñó𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora