Mi princesa [Akaza x ____]

No puedes encariñarte de ellos...

Había pasado una semana desde que habías comenzado a entrenar con Muichiro, y cada vez eras mas cercana a los pilares, al parecer si los considerabas tus amigos.

-Ok, te enseñare la primera y la segunda postura de la respiración de la niebla, ¿lista?- Asentiste ante su pregunta.

-La primera se llama Cielo Colgante, Neblina Distante, la segunda se llama Capas de Neblina, vamos a iniciar con la primera- Cada palabra que pronunciaba la escuchabas con mucha atención.

-Bien, colócate de esta manera- Imitaste la pose en la cual estaba.

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Estuvieron todo el día practicando, realmente estabas muy exhausta, cuando por fin lograste dominar la postura, estabas super feliz.

-Lo logre Muichiro! Lo logre!- Dabas saltitos mientras celebrabas por haberlo logrado, fuiste a darle un pequeño abrazo que no duro mucho ya que te separaste un tanto avergonzada.

-Lo siento jsjs- Rascaste tu nuca, Muichiro se acerco a ti y revolvió tu cabello dándote a entender que no pasaba nada.

-Ve a descansar, mañana seguiremos con la segunda postura- Asentiste y fuiste corriendo hacia la habitación, te bañaste y cambiaste para después recostarte en la cama.

-Me gustaría que Akaza-san estuviera aquí...- Murmuraste, agarraste una de las almohadas para abrazarla, una pequeña lagrima salió de uno de tus ojos, abrazaste más fuerte la almohada.

Sentiste como alguien estaba acariciando tu cabello, apenas lo sentiste dejaste de apretar la almohada, sin soltar la almohada te diste la vuelta para ver ahí al pelirosa, te lanzaste a abrazarlo.

-No llores mi princesa- Escondiste tu cabeza en su pecho mientras el seguía acariciando tu cabello de manera tierna y delicada.

-Te extrañe- Murmuraste, Akaza te alejo un poco de el para verte, dejo un piquito en tus labios, tus mejillas se ruborizaron levemente por tan repentina acción.

-Te quiero decir algo un tanto importante- Hiciste un sonidito afirmativo para que siguiera hablando.

-No te encariñes tanto de ellos, cuando todo esto termine ellos morirán, porque el señor Muzan no los quiere en su camino- Te exaltaste un poco ya que Akaza cambio su tono de voz de un momento a otro.

-N-no quiero que mueran...- Susurraste con tus ojos cristalinos, Akaza al ver eso te abrazo y apretó con cariño.

-Lo siento, pero nosotros no podemos hacer nada, y si intentamos hacer algo para ayudarlos probablemente acabemos muertos- Unas lagrimas comenzaron a brotar de tus ojos, escondiste tu cabeza en el pecho de Akaza, no querías que ellos mueran, pero como dijo Akaza no podían hacer nada.

Te alejo un poco de el para poder verte, se acerco poco a poco a tu rostro hasta que sus labios se tocaron, comenzó a mover sus labios de manera lenta, tus mejillas se ruborizaron por la acción que este había hecho.

-Me tengo que ir- Dejo un piquito en tus labios, asentiste, se despidieron para que después este desapareciera.

Volviste a recostarte en la cama y a abrazar la almohada, mas lagrimas comenzaron a brotar de tus ojos, querías intentar ayudarlos para que no mueran, pero era realmente inútil, comenzaste a pensar haber si se te ocurría algo para poder salvarlos, pero no se te ocurrió nada, hasta que se te ocurrió intentar decirle a alguno de los pilares, pero recordaste que Gyutaro siempre te estaba vigilando así que cualquier acción que hicieras iba a ser totalmente inútil.

Seguiste pensando hasta llegar a una idea un tanto arriesgada pero como dicen si no se arriesga no gana, así que decidiste intentarlo, la idea era hablar con Gyutaro acerca de que no querías que murieran los pilares, sabias que te arriesgabas mucho al hacerlo, pero igual lo ibas a intentar.