Regulus
Finalmente es domingo, no se ni que hora es, solo se que acabo de despertarme, y estoy solo en la habitación. Debe ser tarde ya para el desayuno pero no me importa. Como son las primeras semanas tampoco tengo demasiados deberes en los que ocupar todo mi dia. Todo es perfecto... y eso es malo, claramente me estoy olvidando de algo porque acá nunca todo es perfecto.
El reloj marca la una menos veinte, perdí el almuerzo también pero no importa, tampoco es super necesario, con una manzana se arregla. Entonces de que me estoy olvidando?
Me levanté de la cama y vi la parte liviana del uniforme de quidditch apoyada sobre el sillón donde leo. Por supuesto, mi primer partido y seguramente llegue tarde. En solo veinte minutos no llego a cambiarme, recorrer medio hogwarts y luego ponerme la parte pesada del uniforme, menos si sigo pensando con esta lentitud que generan las frias mañanas en este enorme castillo.
Me vesti rapido y salí corriendo a los vestuarios de quidditch, por las ventanas pude ver como estaba lloviendo y apenas salí del castillo sentí como se me helaban las manos. Podría haber entrado a los vestuarios desde adentro pero lo pensé muy tarde y llegué hasta la cancha empapado y, tratando de no llamar la atención, busque a mi equipo. Apenas entré a los vestuarios los vi a todos listo mirando a Lucinda, la capitana, esperando a recibir instrucciones. Ya era la una y saludé en voz baja intentando recuperar el aliento mientras temblaba. Lo lógico en mi cabeza era recibir reproches de mi equipo pero Lucinda corrió a mi, me agarro la cara y con un rapido movimiento de su varita me dejo seco mientras otros dos se acercaban con las protecciones necesarias para poder jugar.
- llegar tarde a tu primer partido no es una buena forma de empezar sabes? - me dijo la capitana mientras me sonreía y me ayudaba a acomodar las protecciones de los codos
- no va a volver a pasar, encerio, perdón
- esta bien, eres el único que supo como demostrar su talento en las pruebas - me agarro de los hombros fuerte - confiamos en vos.
Bueno eso no hace que la presión disminuya, pero antes de poder decir nada ya estába con mi escoba en mano escuchando los gritos de los espectadores. Me gustaría ver qué tan emocionados están si tienen que volar con este clima. Pero en fin, es domingo y hace menos de media hora me desperté, ya estoy viendo esa sonrisa presumida que siempre lleva james, como si fuera una marca. Sin borrar esa sonrisita orgullosa le da la mano a nuestra capitana y acto seguido me devuelve la mirada mientras se pone el casco y me dedica otro tipo de sonrisa, más arrogante, seductora, irritante. ¿Acaso cree que me puede intimidar con un estúpido gesto? ¿Quién se cree que es?
Hace apenas media hora estaba accurrucadito en mi cama y no se en que momento pase de eso a estar a más de 10 metros del suelo, empapado y buscando de forma absurda una pequeña pelota alada que gracias a merlín tiene un color luminoso porque si no entre la niebla y las fuertes gotas que caen de forma violenta desde el cielo nunca la veria. Pasaba el tiempo y escuchaba al comentarista seguir agregando puntos y puntos para ambos equipos, íbamos ganando, creo, pero eso no importaba realmente. Si no encontraba la snitch no solo sería un partido largo, si no que podríamos terminar perdiendo por mi culpa y desepcionaria a todo mi equipo.
Intente centrarme y encontré rápidamente a james, quizás había visto algo pero estaba tan perdido como yo. Estaba volando despacio, con delicadeza, pero de forma bastante irregular, era raro, fotografiar ese preciso instante habría sido increíble, pero... primero, que haría con una foto de james? Segundo, logicamente no tenía mi cámara encima y tercero... creo que hay una bludger dirigiéndose de frente a mi...
Tuve que pensarlo dos veces y apenas llegue a esquivarla, casi caigo de mi escoba y estoy seguro de que me rozó el pie porque me duele el dedito chiquito y por supuesto, cuando más distraído me deja el mundo las cosas más importantes pasan, ahí esta, la pequeña maldita dorada volando a una distancia interesante de mi, de hecho no podría asegurar que sea la snitch.
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Ta Marguerite
RomanceNo te digo que este sea el mejor fanfic de la historia, eso sería mucho decir, lo que sí te digo es que escribo desde que tengo 7 años y mi gram sueño era ser escritora; y también leo, eso me vuelve una lectora de fanfics también, y como tal lector...