Wish stone (español)

Capítulo 6

###Muerte###

Para ellos había pasado bastante tiempo desde nuestro último encuentro. La humana y mi hermano se veían más unidos, el cabello de ella se veía más largo e incluso había aprendido a defenderse aunque no con mucho éxito. Ahora los tres estábamos atrapados en el Tercer Reino. La única ventaja era que yo sabía dónde se encontraba el gusano de Vulgrim que, con suerte, no pondría un alto precio por uno de sus portales.
La noche ya iba cayendo así que paré mi caballo, necesitábamos acampar en un sitio seguro para pasar la noche. Detrás, Guerra hizo lo mismo apartándose del camino. No parecía muy dispuesto a hablarme sin embargo. Al encontrar un sitio seguro encendió una pequeña fogata para mantener caliente a la humana y los dos se sentaron alrededor del fuego sin decir nada. Yo me quedé atrás apoyado en un árbol, estudiándolos: quería ver hasta qué punto estaban unidos.
Mientras les observaba vi a la humana girar su cabeza para mirarme, aparentemente invitándome a unirme a ellos. Sabía que si lo hacía mi hermanito se iba a cabrear y por eso mismo acepté la invitación de la humana.

-Esto... gracias por lo de antes Muerte. - la oí decir, con un gruñido de mi hermano de fondo.

-La verdad es que no sabía si intervenir o esperar a ver como te las arreglas sola. - dije echando leña al fuego.

-De todas formas... gracias. - sacó algo de comida de su mochila y empezó a comer despacio.

Nos quedamos los tres en un incómodo silencio durante un rato hasta que ella lo rompió.

-Muerte... ¿puedo preguntarte algo? - dijo tímidamente.

-Tu sabrás... ¿puedes o no? - la confundí.

-Sí - dijo algo enfurruñada - Bueno... si supuestamente vosotros, los jinetes, velais por el equilibrio de los mundos ¿por qué no intervenisteis cuando mi mundo estaba en peligro de extinción?

-Esto no funciona así humana. En ningún momento dijimos que seríamos vuestras niñeras. -me tumbé con la cabeza sobre el brazo mirando las estrellas.- que vosotros hayáis decidido destruir vuestro planeta no nos incumbe. Nosotros solo actuamos cuando el equilibrio entre los tres mundos se ve afectado, en otras palabras, si uno de los otros dos mundos hubiese provocado la extinción del vuestro.

-Ya veo... - se tumbó ella también tapándose con una manta que había sacado de su bolso. - buenas noches - le di un gruñido como respuesta.

A la mañana siguiente me desperté a causa de sus gritos. Me agarraba fuertemente del brazo aunque seguía dormida. Deduje que tendría otra pesadilla y tuve curiosidad acerca de ello. Recordé la noche que había pasado en mi cama. Sufría en sueños igual que ahora, podría ser que siempre tuviese pesadillas aunque si eso fuese verdad ¿qué experiencia la pudo haber afectado tanto como para sufrir siempre en sueños a causa de ello? Fuera lo que fuese ahora me tenía intrigado.
Me levanté y fui en reconocimiento del area. Nos encontrabamos cerca de la guarida del demonio Vulgrim y no quería que pasasemos de largo. Guerra y su humana seguían durmiendo así que pensé en dejarles dormir por un rato más ya que el sol todavía no había salido.
El aburrimiento me tenía inquieto así que decidí hacer algo de ejercicio para calmar mi ansiedad: empecé por unas flexiones para calentar todo el cuerpo, después de unos quince minutos de flexiones opté por unas dominadas así que salté y me agarré a una gran rama de un arbol cercano que me serviría de apoyo. Me gustaba hacer ejercicio ya que en cierto modo me provocaba dolor y cansancio y eso me animaba, me hacía sentir euforia. Sentía el dolor en todos los músculos de mis brazos pero para mí era como un reto. Estaba tan concentrado en ese sentimiento que bajé la guardia y no observé que esa pequeña humana fisgona estaba detrás de un arbol espiándome otra vez, no había perdido sus viejas costumbres por lo visto. La miré mientras seguía con el ejercicio pero ella se escondió rápidamente detrás del árbol. Mientras no miraba me solté de la rama y fui sigilosamente hacia el árbol que la escondía situándome justo detrás de ella. Me quedé en silencio mientras ella se asomaba en mi busca y me divertía su confusión al no encontrarme colgado del arbol.