No tardamos en abrir la puerta. Ahí estaba; ¿cómo podía estar alguien tan guapo con una camiseta de cuello alto y unas gafas de empollón? Pues en efecto. Estaba que se salía.
- Buenos días, ¿Jimin? ¿Y usted es...? - Dijo muy serio. Ya no parecía el tipo amigable; ese hombre que quería ayudarme a todo. Ahora parecía un adulto frío y controlador.
- Mi nombre es Hoseok, soy el hermano mayor de Jimin. - Respondió de la misma manera mi hermano, acercándose y apretando la mano de aquel hombre en modo de saludo.
- Bien, es un placer. - Respondió. Todo estaba muy tenso.
[...]
Mi vista se hallaba en el gran reloj dorado de pared que tenía aquel hombre. Tenía forma de bicicleta. Llevábamos tanto rato ahí que ya no me quedaban uñas que morder.
Mi hermano, Hoseok, estaba explicándole que sentía mucho haber echo eso, que en casa recibíamos poco amor; que sabía perfectamente que yo me arrepentía y que eran culpa de las hormonas. Parecía que tenía ganas de hundirme en mi propia mierda, sin embargo; esas palabras eran la única solución. Por el momento.- No se preocupe, Hoseok. Realmente entiendo que Jimin está en una edad difícil y que tiene falta de amor en casa como bien me ha dicho. Yo seguiré brindándole mi ayuda, aunque entiéndame; soy un hombre casado y con una familia. Por eso reaccioné así. Me arrepiento de haberme salido de mi papel de orientador.
Casado... con... con... FAMILIA... ¡¿ACASO KIM NAMJOON TENÍA HIJOS?!
Me quedé estupefacto. ¿Cómo no sabía yo ese dato?
- Siento haberle causado problemas, después de todo; soy impulsivo y me gustas más que los demás. Peeeeero, sé que es imposible. - Solté alzando una ceja. Con mi comportamiento de siempre; nadie y cuando digo NADIE va a volver a atravesar mi barrera.
Mi hermano se llevó la mano a la frente. Y Kim Namjoon solo negó con la cabeza.
- Hoseok, ya puede irse. Gracias por venir a explicar el malentendido de su hermano. Y Jimin, tú quédate aquí; hablaremos de algunas cosas. - Dijo un poco más animado que cuando entramos. Hoseok le volvió a estrechar la mano al orientador y me soltó una colleja con un ''cállate ya'' en modo de susurro.
Una vez mi hermano salió de la sala, me quedé mirando a ese hombre; el cual se levantó de su silla y se apoyó en la mesa con su trasero. Sí, a eso último fue mi mirada de manera disimulada.
- Jimin... no quiero que vuelvas a encerrarte en tu habitación por malos entendidos. Por mucho que no estudies, que te duermas en clase y toques un poco los huevos; tienes que acudir al centro. - Seguía hablando de temas tan aburridos.
Me levanté de mi silla y le miré desafiante.
- Si me encerré en mi cuarto es por tu reacción. ¿Eres acaso homofóbico? ¿O es por tu querida mujer? - Pregunté arqueando las cejas. Él soltó una carcajada y negó.
- No soy nada de eso, yo apoyo al colectivo. Pero entiende que tú eres un niño y yo un hombre; apenas has desarrollado tu vida y yo ya estoy en una fase adulta. - Al escuchar eso, puedo admitirlo; me puse cachondo. Toda esa dificultad por medio me gustaba.
- Aún no has dicho que no te guste... - Alcé ambas cejas y apoyé las manos en su pecho, poniéndome de puntillas. Sentía su aliento agitado en mis labios y esbocé una coqueta sonrisa.
Sabía que ese agarre iba a durar poco, pero quería sentirle cerca aunque fueran unos segundos.Para mi sorpresa, aquel hombre me tomó por la cintura y comenzó a besarme. Mis ojos se abrieron de manera plena... ¿esto era real? En seguida di un salto y mis piernas quedaron enrrolladas en la cintura del más alto, mientras mis manos estaban ejerciendo fuerza en sus hombros para no caerme.
Dios mío, Kim Namjoon me ha besado.
Sentí como su lengua se introdujo en mi boca; poco a poco jugueteaba con ella, enlazándola y lamiendo la del más mayor.Aquel ardiente orientador se sentó en su silla conmigo encima y yo, comencé a moverme sobre su regazo con leves giros de cadera mientras seguía aquel beso tan sensual. Me estaba poniendo a cien y notaba su erección en mi trasero, joder, esto no puede ir mejor.
Pero como todo empieza, todo se acaba. Mis ojos estaban entrecerrados y pude ver sus ojos ponerse como platos; como si hubiese reaccionado. Entonces, se separó de mí con un leve empujón y se tapó los labios con el dorso de su mano.
- Jimin, vete a tu aula. - Dijo mirándome. Yo seguía encima de él; confundido y sin saber que hacer.
- Pero... la estamos pasando bien, ¿por qué no te puedes olvidar de todo un rato? - Dije coqueto, alzando ambas cejas mientras acariciaba lentamente sus hombros. Sus manos pararon las mías y me miró serio. Su mirada era fija. Odiaba cuando se ponía así porque me hacía recordar que mis elecciones están mal.
- Jimin, vete. - Repitió.
Yo me levanté y cogí mis cosas; mochila, chaqueta. Salí pitando.
No quería admitir que ese hombre me daba respeto; pero, me había llevado un buen beso. Directamente me dirigí al baño y me mojé un poco la cara. Que cachondo me había puesto.
Pensé mucho en quedarme en clase y tras recordar las palabras del orientador bipolar, suspiré. Tenía razón, debía acudir a clase porque sino podría meterme en problemas mayores.
Transcurrieron las horas tan infinitas como los mundos paralelos del doctor Strange, además, Taehyung no estaba en clase hoy.
Por fin, se acabaron las clases.
Salí corriendo una vez sonó la alarma, tenía unas ganas de volver a casa. Literalmente llevaba todas las horas restantes pensando en aquel hombre... que labios más suaves.
Mi mente divagaba y me salía una sonrisa automática. Pero, poco me duró eso, alguien tocó mi hombro.Era Kai. El chico con el que me liaba de vez en cuando; ya sabes, lo típico de despecho.
- Hey Jimin... hace como mil años que no me envías un mensaje. - Comentó con una estúpida voz coqueta cuando me giré hacia él. Solo pude soltar una risa y darle un par de palmaditas en el pecho.
- Es que me aburriste la última vez. - Dije en tono sarcástico.
Pude ver como la cara del moreno se puso como un tomate. Le había dado en su orgullo de macho; aunque eso no le hizo parar, pues, tomó mi muñeca y la apretó con dureza.
- ¿Qué pasa? ¿La perra no está caliente?
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ʏᴏᴜ ɴᴇᴠᴇʀ ᴄᴏᴍᴇ ᴏᴜᴛ ᴏꜰ ɴᴏᴡʜᴇʀᴇ🔸J+M.
FanficJimin no tiene remedio, está roto y se pregunta el por qué del mundo, de su vida; de todo. Nadie se da cuenta de que necesita ayuda. Él tiene una actitud bastante sexual y pícara, pero; es su forma de tapar lo débil que es por dentro. ¿Podrá alguie...