𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔: ¿Eso es lo que todos piensan de mí?

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Me pareció gracioso que Yoongi, el chico tímido de la clase, me estuviera hablando tanto. No dejaba de preguntarme de qué la conocía, qué edad tenía, qué sitios solía frecuentar... casi que parecía un acosador.

- Yoongi, me estás asustando. - Le dije en tono de broma, dejando que una risa saliera por mis labios.
Él solo se llevó la mano a la nuca y se separó de mí una vez entramos a clase.

Me senté al lado de mi amigo Taehyung, el cual, me miró extrañado.

- ¿No te ibas? - Dijo mirándome confuso. Yo pegué mi silla a la suya y le conté los acontecimientos como buena cotorra que soy, eso sí, en voz baja que después de ver la mala uva que tenía Yoongi no quería tener que pegarme con él.

Mientras hablábamos entró el profesor, pero no era el mismo profesor de Historia de siempre; aquel viejo amargado con la cara como una pasa, sino que, era el orientador. En seguida me callé y le miré con una sonrisa pícara; ¿qué hacía él aquí?

- Bueno chicos, para quién no me conozca soy Kim Namjoon. Hoy vuestro profesor de Historia no pudo venir, entonces, vengo a vigilaros mientras hacéis unos ejercicios que ha dejado. - Vaya rollo acababa de soltar, pero de sus labios sonaba todo tan sexual.
Resonaba las risas de las chicas, bueno, de las zorras que estaban calientes al ver a semejante hombre.

- ¿No os cansáis de ser unas perras? - Les pregunté en voz alta. En cuanto Namjoon oyó eso me miró con cara de incrédulo.

- Jimin, que acabo de entrar por la puerta; no me hagas castigarte anda, calladito. - Dijo bastante serio. Yo me relamí los labios, observando al susodicho.
- No es mi culpa que vengas tan sexy a clase, profesor. - Él se llevó una mano a la cabeza y suspiró, apuntando algo en un papel. Debería ser una falta leve o yo que sé.

Así transcurrió la clase; unos haciendo deberes, otros escondidos con el móvil, algunos hablando en voz baja y yo mirando cada gesto que hacía ese orientador con aquella camiseta pegada.

- Tío. - Me sacó del trance mi amigo. - Creo que Jungkook esta saliendo con el cerdo ese, estoy harto. ¿Le parto la cara a los dos? - Yo alcé las cejas y negué con la cabeza.

- ¿Sabes que haría yo? Ponerle celoso. Liarme con alguien para que sepa lo que tú estás sintiendo... y si quieres, me ofrezco voluntario. - Le dije con una sonrisa malévola.
La verdad que con Taehyung no podía dar esa imagen de perra, pero, le tenía mucha confianza y sinceramente si ese plan salía como yo dije; no me importaría comerle la cara.

- Mh... la verdad que no es mala idea, no sé cómo siempre te se ocurre un plan para todo. - Dijo con una sonrisa leve.

- Shhh, por el fondo. Que os oigo. - Nos llamó la atención el orientador.

- Perdón, perdón; mejor te sigo mirando. - Dije con una voz sexual, observando como sus ojos se fijaban en mí con ira.

Sonó la sirena del cambio de clase y el hombre tan sexy que nos había dado clase debía de irse. Que pena.

- Vamos Jimin, a liarnos en frente de la clase de Jungkook. - Dijo, tomándome de la mano.
Así, salimos corriendo. Me estaba descojonando por el camino, pero tenía que parecer real así que; una vez Tae me pegó a la pared, justo al lado de la clase de su ex, me puse serio. Le tomé por el cuello de la camisa y comenzamos a besarnos.
Realmente intenté sexualizar mucho el beso, pero es que, era Tae. Era como besar a un árbol.

De pronto Jungkook salió de su clase y nos vio. Pude ver como sus pupilas se dilataban y se quedaba perplejo. Yo le lancé una mirada de superioridad mientras Taehyung seguía alargando el beso de manera bastante semental.

- ¿QUÉ COÑO HACÉIS? - Gritó la rata esa que se hacía llamar ex de Taehyung. El último nombrado se separó de mí y le lanzó una mirada de pena.

- ¿Mhhhh...? ¿Besarnos? - Dije yo. Reaccioné porque vi que Taehyung no tenía huevos a decir ni palabra.
Jungkook se fue corriendo al baño y Taehyung me miró con una mirada de ''gracias, el resto lo hago yo'' así que le dediqué una sonrisa cariñosa y me di media vuelta, yéndome caminando tranquilamente por el pasillo; hasta que, me vi en frente del orientador, el cual me estaba mirando con ¿desprecio?

- Vamos. A mi despacho. Ahora. - Alcé ambas cejas confuso y me encogí de hombros, caminando tras él con tranquilidad. Seguramente me querría echar la chapa por haberle dicho esas cosas en clase.

- Jimin. - Pronunció de manera seria una vez llegamos a su despacho.

- Dime, rey. - Bromeé como de costumbre mientras le mantenía una mirada pícara.
Su reacción fue suspirar y sentarse en su silla.

- ¿Te parece normal estar dándote el lote con tu pareja en el pasillo de un centro escolar? Me parece una falta... - Y blabla blabla. Literalmente desconecté mi mente.

Cuando acabó con la chapa solo puse los ojos en blanco. - ¿Ya me puedo ir? - Pregunté cansado de sus palabras, tirando de las tiras de mi mochila.
Aquel hombre alto se levantó de su silla y apoyó las manos en mis hombros.

- Jimin, quiero que sepas que sé que eres un niño con problemas y este puede ser tu confesionario pase lo que pase. Sé que todo lo que haces lo haces po-... - Le besé. Sí, lo hice. Mis puntas de los pies se elevaron y mis manos acabaron en su pecho.

Mi estómago se revolvió tanto de emoción. No era un beso de cachondeo, ni siquiera el típico de salir un viernes por la noche colocado. Fue un beso especial, tanto que; a pesar de ser efímero para mí duró más de diez minutos.

Tras ese momento sin lucidez de lo que estaba haciendo vino un fuerte empujón. Parecía llevar rabia y yo estaba confuso.

- ¡¿QUÉ CREES QUE HACES?! JIMIN PARK. - Estaba furioso. Se le notaba, su empujón me hizo dar pasos atrás y mi vista comenzó a nublarse.
Aquel hombre tan apuesto me miraba con odio, con asco; me recordó aquella vez que confesé ser homosexual ante mis antiguos amigos.

Una mirada homófoba.

Me sentía asustado, mis ojos estaban nublados porque había comenzado a llorar sin darme cuenta. Tan solo habían pasado 10 segundos de sus palabras, pero yo... solo pude huir. Salí corriendo de aquella sala con mi corazón a cien por hora.

Huí... otra vez.

ʏᴏᴜ ɴᴇᴠᴇʀ ᴄᴏᴍᴇ ᴏᴜᴛ ᴏꜰ ɴᴏᴡʜᴇʀᴇ🔸J+M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora