Alex Bild

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Esta aplicación era un mar de lo más bajo de la humanidad, y yo era parte de ellos, el reconocimiento facial me ahorro los problemas de descifrar la clave. Pero de verdad hubiera preferido no ver nada de eso, más aun cuando llego a los vídeos uno peor que otro, encontré varios videos que mostraban a las personas que fallaban en sus encargos y ningúno quedaba con vida tras "el castigo". Sin querer ver más intente sacar la aplicación, que cabe recalcar era una lúgubrey horrenda versión de intagram convinada con YouTube, pero mi equivoque y llegue a la parte del perfil de Lincoln Pinmas. Aunque su nombre de usuario era seiscientos dos, en este se encontraban los videos que este Lincoln publicaba.

Nauseas y una repulsión enorme me vino al ver el primer video, en este llevaba una mascara y su voz estaba distorsionada, pero era evidente que era el Lincoln de este mundo. En las imágenes se lograba ver como Pinmas se acercaba a un bebé y empezaba a jugar con él. Al principio era una vista tierna ya que Pinmas le tapaba la cara con una almohada y el bebé reía con total inocenciade, pero todo se torno oscuro cuando apretó con más fuerza sobre el rostro del infante y las risas se volvieron llanto hasta que el silenció inundó el video. Ira y ganas de vomitar me inundaron, decidí revisar el encargo y volver a intentar luego investigar más a fondo todo esto aunque sabia que nada bueno saldría de eso.

— Alex bild. Americano-tailandes. Cuarenta años. Altura uno ochenta, Castaño, ojos verdes, de piel media morena bronceada. Es dueño de una multinacional textil más grande de toda Asia. Decendiente de una noble familia americana. Casado con Sid Chang, una joven mujer de treinta años hija de un importante empresario del bajo mundo, por diez años. Tiene un hijo de ocho años llamado Kailo Bild. Su fortuna actualmente es incalculable y poco se sabe de pasado. Lo que sí se sabe es que es un sujeto peligroso. Maestro de defensa personal, profesional en Boxeo y gran deportista en MMA. Se considera un luchador bastante profesional y se requiere cuidado y precisión.

Eso me hacía un nudo en la garganta. No había rastros de corrupción, o nada parecido. no era un mal hombre o un criminal peligroso ¿Por qué debería matarlo? Pero al final del email estaba mi respuesta — que desgraciado, esto es una simple comisión —

Mis años como guerrero me ayudaron a abatir a cualquier guardia que se me cruzara, incluso descubrí lo afilado que estaban los instintos como las destrezas físicas de este cuerpo. Al menos me encontraba en una edad donde podía liberar mis habilidades a sus anchas — esto en una edad más avanzada o menos sería complicado — aun recuerdo cuando fui una versión más joven y era un desastre en muchos niveles —

Algo cansado, pero ileso, logré ver al tal Alex. Se encontraba descansando en el balcón de su enorme casa, parecía un blanco fácil un simple disparó acabaría con todo. Pero esta idea quedo descarta al ver como el castaño se quitaba la bata y empezaba una pequeña simulación de combate, era visible a la distancia que se trataba de un guerrero — que tonterías estoy haciendo — dijo soltando un arma — puede que haya dejado de ser ese tonto niño de once años, pero si algo conservó de mis viajes y me ha mantenido vivo es el alma de guerrero que he creado — De su tobillo saco un cuchillo y con una sonrisa salió de las sombras.

— Oh vaya, es el quinto en la semana — dijo Alex viendo entrar a Lincoln — hagamos esto rápido, mañana tengo cita con el dentista —

Sin decir una palabra Lincoln inició su ataque, Alex lo controló bastante bien esquivando los cortes y bloqueando mis golpes. Por mi parte no le dejaba margen para contraatacar, sabía muy bien que no debía dejar que controlara el ritmo de la pelea. Él era bastante impredecible y me acorralo a usar mi ventaja, aunque nunca lo logre hacer tan naturalmente como lo hacia Lulu, liberé la fuerza del LZMB-2923 en mi. Descubrí que llevando mis latidos a un grado de euforia se activa en mayor medida las propiedades del LZMB-2923, y por escasos minutos logro superar mis limitaciones humanas.

— se acabó— alcancé a decir, me encontraba cansado y apunta de desmayar me. No solo sangraba y mi traje estaba destruido, sino que verdaderamente casi doy perdida esta batalla. Alex estaba atravesado por una lanza, de su propia colección, clavado en la pared pero seguía vivo.

— eres bueno — se quejo del dolor —Muy bueno — dijo mientras perdia fuerzas. Dejó de luchar y se relajó.— no eres un asesino normal. Ellos lo hubieran hecho como un accidente. Tal vez un veneno —

— eres un guerrero, sabía que no merecías morir así.— dijo levantandose y mirarlo.— quiero que sepas que en mis viajes, muy pocas veces ví gente como tú —

— ¿gente infiel a su esposa con su propia hermana? —

— no soy quien para jusgarte. Pero si para decirte que no eres un monstruo como tú piensas. Yo también creí serlo, pero este no soy yo. Solo lo hize para no meter en peligro a mi familia —

— familia...— dijo recordando a su esposa e hijo. — yo metí en esto a mí familia, o mejor dicho mi familia siempre fue parte de esto. Nea mi estúpida hermana te mando. Si ella no es feliz... Nadie puede serlo. Es la naturaleza de los monstruos chico. Dañamos incluso lo que queremos. Dices no ser un monstruo, pero lo veo en tus ojos. Una bestia reconoce a otra y aunque ahora no eres una como tal en ti esta ese potencial — me limite a mirarlo, Alex tomaba algo de su bolsillo y vi que era un cigarrillo. Lo puso en su boca  y trataba de prenderlo torpemente con un encendedor. Estaba perdiendo fuerzas. —Nea... Yo ... Tú. ... Somos monstruos que compartimos esa maldición.

— ¿cual maldición? — le pregunte desconcertado y curioso.

— La felicidad nunca nos dura... Y todo lo que amamos... Lo perdemos tarde o temprano. Dañamos a nuestros seres queridos solo por el hecho de estar junto a ellos — a mi me recordó a lori y su bebé, ¿Estarán a salvó cuando deje este mundo? ¿qué sería capas de hacerle a Lori si ve que es una amenaza? —

— déjame ayudarte — dijo prendiendo fuego al cigarro y hacer que Alex pueda fumarlo.

— gracias amigo... — le sonríea ya casi en las últimas.— eres un hombre bueno. Pero eso no te quita lo maldito —

Ya recuperado del agotamiento saque la lanza del estomago de Alex — Es momento que me vaya — me dije a mi mismo, de pronto sentí que me arrojaban algo y por los pelos lo esquive. El objeto misterioso era la punta de una pistola de descargas, y su portador era un niño de no más de ocho años.

— ¡Deja a mi papá! — grito con todas sus fuerzas, en los ojos del pequeño se veía un enorme odio una mirada que ya había visto en soldados o ciudadanos que nos veían desfilar en sus tierras ya tomadas en mi época de conquistador.

Lo mejor que podía hacer era silenciar al niño, pero no quería volverme más el monstruo que Alex profetizó que sería. Mi mejor opinión era asustarlo de tal forma que no intentara buscarme, le arroje la lanza a los pies lo que provocó que cayera al piso de la impresión y con mi mejor mirada intimidante y le dije — ¡Olvida esta noche o mis colmillos irán por tu cuello! —

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Hola, hola, hola otro capítulo de esta pequeña obra. Gracias a todos los que de suman a ver mis obras y a los que tienen la paciencia para esperas mis publicaciones.

Nos vemos en el próximo capítulo, una abrazo.

JAKE :3

Procurando un futuro [The Loud House]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora