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Wukong estaba recostado sobre la rama de un árbol, sintiendo la fresca brisa de la mañana pasar por todo su pelaje. Era una sensación agradable, solo dejar las horas pasar sin preocupaciones, concentrándose en el sonido de las hojas al caer, en el canto de las avecillas, la increíble dicha de que todo está marchando bien.

Hasta que, volvía a recordar ese rostro absorto por las caricias, el sonido de los ronroneos accidentales, la falta de agresividad en su mirada...

"No"- se dijo a sí mismo – "Ya deja de pensar en eso, idiota...solo te estas confundiendo, realmente no fue nada..."

Decidió seguir en el árbol por un tiempo más, no quería regresar adentro y ver a su "huésped" sentado sin hacer nada o incluso ver si habría hecho algún estrago solo por despecho.

Pero lo que Wukong no sabía, era que Macaque estaba en el suelo envuelto en unas sábanas que encontró, maldiciéndose internamente.

Se sintió patético por lo ocurrido hace unas horas atrás, habia sido vulnerable con quien más odiaba en el mundo, tanto en lo verbal como en lo físico. Y eso lo estaba volviendo loco.

"No" – hablo para si mismo- "Esto no significo nada"-se destapo y levanto cuidadosamente- "Ahora solo debo concéntrame en lo importante, estoy en su guarida, sería muy fácil derrotarlo y acabar con él en su propio hogar, no habría testigos."

Se deslizo por los pasillos de la casa, realmente era un espacio reducido, podría salir afuera pero ahí estaba Wukong y realmente no quería verlo.

Se fue a la cocina y le sorprendió lo que vio; platos sucios llenos de restos de comida, los tenedores y cucharas sucios en el lavadero. Y unos que otros duraznos en el cesto de basura los cuales olían mal.

"¿Realmente vive él aquí? Puaj"

Le extraño lo desordenado y despreocupado que era el rey mono, tenía mucha gente que lo quería y un hogar al cual siempre regresar. ¿Por qué no cuidarlo? Es más, porque perder el tiempo con él y no ir a la ciudad y disfrutar de una gran celebración que de seguro harían todas las personas a su nombre.

"Tienes tanto y aun así lo desperdicias...ja, héroes..."

Busco en el refrigerador algo de comida, para su suerte encontró un embace de yogurt mediano, lo tomo y busco un vaso, al no encontrar nada porque no sabía en donde Wukong guardaba las cosas, se fue a sentar en la sala. Ahí empezó a beber, luego se percató del sabor.

- Ugh, sabe a durazno, ¿es que acaso es lo único que come? ¿Por qué no mora o lúcuma?

- Porque esos sabores no me gustan, tonto – dijo Sun Wukong quien habia entrado sigilosamente, sobresaltando a Mac quien se atoro con el yogurt.

- ¡Tu-!- tose reiteradas veces– ¿Cuándo llegaste?- mira su ropa – Oh genial me ensucie...

- Ja, eso es lo que parece PFFF- rie divertido ante la escena, Macaque le lanza una mirada fulminante y el contrario se detiene pero aun mantiene una sonrisa en sus labios – Bueno, bueno, es tu culpa por robar cosas que no son tuyas.

- La culpa aquí es de otro – murmura entre dientes y se dirige a una esquina donde desocupa una silla que tenia algunos periódicos encima, Wukong lo mira algo extrañado hasta que empieza a comprender lo que sucede cuando lo ve desvestirse – Tienes suerte de que siempre lleve varias prendas de ropa debajo, normalmente es por si me ensucio con la sangre de mis enemigos, pero supongo que también me es útil con el yogurt de durazno - deja la ropa sucia encima de la silla – Aunque sabes, muchos de los que asesine también dejaban caer lo que sea que tuvieran encima cuando los atravesaba con mi arma, así que era molesto luego tener que limpiar sangre y restos de comida de mi uniforme – se acomoda su ropa limpia que se había levantando un poco revelando su ombligo – En fin, de seguro tú no tienes ese problema por tu nueva moral de no asesinar a nadie ¿no es así?

Shadowpeach - ReformameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora